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Álvaro Riveros Tejada

El nacional socialismo chavista del Siglo XXI


2012-02-23 - 22:56:21

Bajo el extraño epígrafe “El enemigo es el sionismo: Un barranco como solapada promesa” un escribidor chavista de nombre Adal Hernández acaba de publicar un libelo contra Henrique Capriles Radonsky, el candidato recientemente elegido casi unánimemente por la oposición venezolana para hacer frente al micomandante Chávez, en las justas electorales de octubre próximo.

El brulote en cuestión, quizás no merezca el más mínimo comentario en lo que a su burda forma se refiere, en cambio sí al fondo, que está dirigido a una inconfesable campaña de desprestigio no sólo contra la persona del candidato, sino contra toda la colectividad judía asentada en Venezuela. 

Al mejor estilo de Alfred Rosenberg, el teórico nazi que en su obra: “El mito del siglo XX” expuso su concepción sobre la “pureza racial de Alemania”, este pseudo ario  caribeño intenta estigmatizar el origen familiar de Capriles escarbando a profundidad su genealogía y en un raudo viaje a Curazao y Polonia, descubre el “terrible origen judío” del joven candidato y los demoníacos vínculos paternos y maternos con la oligarquía empresarial venezolana. Es más, en un artilugio de malabarismo detectivesco descubre que en los cursos de estudio que participó Henrique en Europa, como en los EE.UU. y en los trabajos que desempeñó después de graduado, está la prueba fehaciente de su vínculo con la burguesía sionista, para luego afirmar: “Capriles Radonsky formó parte de la secta paramilitar y fascista llamada tradición, Familia y Propiedad, donde se practicaban ritos religiosos perversos y se planificaban crímenes selectivos de todo lo que no representara la raza aria nacional”  Entonces, ¿en que quedamos? Si es judío, difícil que haya pertenecido a una secta fascista que defendía a la “raza aria venezolana” ¿Habrase visto semejante infundio?

Sabemos de las artimañas y subterfugios de los que los autócratas suelen echar mano para acometer sus campañas proselitistas, como también es conocida su facilidad para contratar imbéciles como el de marras, para fungir de Goebels criollo. Empero, jamás se nos hubiese ocurrido imaginar semejante disparate, dirigido a completar la campaña antisemita desatada en Venezuela para destruir sinagogas, expulsar diplomáticos, expropiar bienes, no comprar alimentos kosher y mandar los dineros mal habidos a bancos libios o sirios con el objeto de evitar que los bancos judíos  de Suiza o EE.UU. los administren.

Sabemos por la historia cómo estas campañas comienzan y sabemos también cómo terminan. La extraña connivencia  que el chavismo tiene con Irán, Libia y Siria, en la que se nos ha embarcado a  toda la comparsa del ALBA,  es una muestra inequívoca de este despropósito. Ojalá que el fin de este experimento no sea el mismo que sufrieron todas las autocracias parecidas a este Nacional Socialismo del Siglo XXI, que esta promoviendo Chávez.

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