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Humberto Vacaflor Ganam

El conejillo de la India


2012-03-12 - 05:02:07

La empresa creada en la India por Shri Jindal y ahora dirigida por Naveen Jindal está viviendo lo indecible en Bolivia, desde el día en que decidió postularse para tomar control del proyecto siderúrgico del Mutún, en 2007.

Tres años debió esperar la empresa para que el gobierno boliviano le diera acceso legal a los terrenos que debía ocupar para llevar adelante el proyecto.

Dos ministros de Minería pasaron por el cargo y un director de la Empresa Siderúrgica Mutún, antes de que se arreglaran los detalles burocráticos sobre una parte muy pequeña de los terrenos comprometidos.

Cuando se vio la luz verde y pasaron los escándalos de negociados de parte de los funcionarios bolivianos destituidos, comenzó otro tormento para la empresa que debía llevar a Bolivia, muy tarde respecto de los vecinos, a la era de la siderurgia.

El gobierno boliviano comenzó a tratarla como una intrusa, como indeseable, casi como a los “intocables” de la India, la casta más despreciada de esa sociedad.

La empresa que había acudido a una licitación, que es una invitación internacional, estaba en calidad de réproba.

Fue cuando el gobierno boliviano, que acababa de darle paso a parte de los terrenos ofrecidos, le ejecutó una boleta de garantía con el argumento de que no había avanzado en las inversiones prometidas.

Algún ejecutivo de la empresa se atrevió a decir a las autoridades bolivianas que, por favor, aclaren las cosas, porque no podían hacer la explotación en el aire al no tener derecho a los terrenos necesarios.

Las cosas se estaban poniendo muy tensas y pocos advertían que lo que estaba detrás de la actitud descortés era el difícil equilibrio del gas natural y la fuerte dependencia que tiene el gobierno nacional de los ingresos generados por su exportación.

Lo que siguió fue tan burdo que debería dar vergüenza. Amenazas de expulsar a la empresa, a la empresa que vino como invitada, funcionarios avivados que ofrecieron sociedades para producir el gas que necesita el proyecto, nuevos plazos y nuevas amenazas, hasta el cansancio.

La historia de esta empresa hindú (el gentilicio ha sido aprobado por la Academia de la Lengua en el año 2001 precisamente para acabar con las confusiones en América latina) explica por qué es tan mala la reputación de Bolivia entre los inversionistas del mundo.

Es probable que la empresa sea expulsada a pesar de que la Ernst & Young está haciendo la auditoría de las inversiones que hizo hasta ahora, que suman 630 millones de dólares en equipos ya adquiridos.

El conejillo de la India se irá, probablemente. El Estado boliviano tendrá otras facturas que pagar por compromisos no cumplidos.

Y quedará para los bolivianos la certeza de que la urgencia de exportar gas es más importante que avanzar en la industria de industrias.

Los peores temores de Marcelo Quiroga Santa Cruz en 1978 se habrán cumplido: las exportaciones de gas natural dejarán sin ese combustible a los proyectos de desarrollo interno.
El proceso de cambio se habrá quedado con el cambio.
Vacaflor.obolog.com

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