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Dante N. Pino Archondo

Abril, siempre abril


2012-04-07 - 22:06:17

Se suceden los 9 de abril, como suceden los hechos que marcan historia. Otra vez abril. Con su fuego extraño. Tiene la energía propia de aquello que deja marcas imborrables.
Se lee abril con pasión. Es que se juntan tantas cosas en un punto del tiempo y del espacio que es imposible dejar que las pasiones se encuentren.

Sin abril no podemos explicar la historia actual. Abril engendro sus propias contradicciones y esas son las que nos tienen aprisionados. Con la idea de la revolución se crearon utopías socialistas y decisiones nacionalistas. Abril para los obreros debía haber cambiado el contenido de clase del Estado de la oligarquía, pero para los ciudadanos daba comienzo a la era de la inclusión social.

Pero frente a ellos la otra vertiente entendió que la victoria revolucionaria solo era posible si entendía el proceso junto con las fuerzas externas que le rodeaban. Liberar al indio de la servidumbre ya fue por sí solo un hecho que marcaba un punto de no retorno, asumir el control de la economía era un desafío enorme en tiempos en los cuales los aliados habían acabado con el nacional socialismo.

Ese cambio revolucionario que antecedió con mucho a la guerrilla de Castro en Cuba, que se hizo sin temor para enfrentar al capital transnacional, es el que le dio sentido a la vida republicana. Bolivia antecede, se proyecta y pretende acortar procesos signados por el atraso y la dependencia.

No fue posible porque las contradicciones de la revolución nunca se pudieron conciliar. Así se entiende la pugna interna, las ambiciones personales, la división y la descarnada lucha por vencer al compañero de ayer o perseguirlo sin piedad, la ideologización desde el vientre mismo de la revolución inconclusa.

Y sin embargo a pesar de todo el MNR es el único que logra sobrevivir a sus propios errores y desatinos. Su liderazgo ha sido el único capaz de darle sentido y proyección a Bolivia. En 1952 con la revolución, en 1964 tendiendo las bases de la integración occidente oriente, en 1985 estabilizando la economía, en 1993 transformando la economía con la Participación Popular y la Reforma Educativa y el año 2002 planteando un programa de integración nacional con fuerte contenido social a partir de la explotación del gas.

Fuera de estas fechas paradigmáticas, todo lo demás fue anecdótico, lo gobiernos que no fueron MNR simplemente actuaron sobre lo que este partido les dejó y ni siquiera supieron mejorar lo que encontraron, sino que se dedicaron a frenar su impulso, a destrozar sus proyecciones y cuando no a desconocer sus valores.

Lo mismo podemos decir del ciclo militar desde 1964 hasta 1980, que podríamos llamar el tiempo perdido.

Todos han querido destrozarlo y exterminarlo, pero al final esa pretensión terminó envolviéndolos en el seno del nacionalismo revolucionario. Hoy día el MAS gobierna a ciegas, sin norte, sin sentido, renegando de las raíces que la revolución le ha dado y ese error le viene costando el desmoronamiento político. Su incapacidad para entender el proceso le ha convertido en un movimiento reducido a la defensa de la coca.

Por esto creo que Bolivia tendrá otra vez al MNR como el factor central para reencontrar a los bolivianos y reconstruir todo lo que se destruido en estos años.

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