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Susana Seleme Antelo

La desagregación política


2014-02-09 - 18:56:32

¿Cuántos candidatos a la presidencia de Bolivia terciarán en las elecciones nacionales del próximo octubre? Al parecer muchos, mientras Evo Morales, con su monumental poder autocrático, es el único enemigo de la democracia por su expresa voluntad de quedarse en el poder,  al menos hasta el año 2025. Y a paso de vencedores prosigue sin pausa su adelantada campaña electoral.

Pese a esa abrumadora realidad, algunos miembros de la oposición se proclaman candidatos sin pensar en la unidad política para enfrentarla. Otros deliberan sin saber aun cómo presentarse a la sociedad, ni con quién o quiénes se podrían aliar. La desagregación  de la oposición política apunta a que  desconoce quién es su enemigo principal y el proyecto de poder totalitario que encarna. Pareciera que tampoco se da cuenta de la lucha política en curso, ni de la degradación cada vez más aguda de la calidad de la democracia,  frente a la avalancha ensordecedora del régimen, que ya se olvidó del cambio: ahora quiere que nada cambie. Morales y los suyos si saben que esta es una lucha política sin cuartel pues se trata de su reproducción en el poder “sine die”. Tienen claro que su enemigo principal es la democracia plural representativa, participativa, deliberativa pero con institucionalidad política democrática, respeto al Estado de Derecho y a los Derechos Humanos. Por eso, en lugar de darle paso a la oposición política democrática, pretenden aplastarla.  

En tanto, no pierden oportunidad de arremeter contra los  opositores, como  lo hace ahora contra el gobernador del Beni, Carmelo Lenz,  ante la furia de lluvias e inundaciones que azotan esa región. Ahí los hombres del MAS aparecen como salvadores, mientras mezquinan apoyo al gobierno departamental. Y se mofan de la oposición pues saben de sus disputas intra e inter partidos y agrupaciones, y también conocen sus limitaciones económicas frente a los ingentes recursos  que ellos manejan sin rendir cuentas.

Por el momento, la oposición dispersa  no muestra garra política para que la ciudadanía vuelva a creer en los políticos y en los partidos políticos, que son los artífices de la recuperación democrática. ¿Qué ha hecho y qué hará para que la sociedad vuelva a creer en la política, a despecho de los des-calificativos con los que Morales hoy denigra el pasado democrático?  Ya no recuerda, y nadie se toma el trabajo de recordárselo,  que gracias a ese sistema político, él pudo terciar en unas elecciones limpias y transparentes como la de 2005, que las ganó en la buena ley de la lucha política democrática sin trapisondas, como la actual.

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