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Álvaro Riveros Tejada

¡La concha del pollo!


2014-07-30 - 08:57:55

Ante la rocambolesca repatriación a Venezuela del general Hugo Armando Carvajal Barrios, conocido con el sobrenombre de “el Pollo Carvajal”, ex director de Inteligencia Militar y uno de los hombres más temidos de su país, luego de haber sido arrestado con la misma espectacularidad  por agentes de la DEA, en el aeropuerto Reina Beatriz de la isla antillana de Aruba, se ha desatado una suerte de rumores y especulaciones por la precipitación y gravedad del caso.

En efecto, causó enorme sorpresa la negativa de las autoridades holandesas a la solicitud de extradición de dicho oficial por parte de los EE.UU, a quien los altos funcionarios de la DEA ya tenían fichado desde el año 2008 y calificado como: “La joya de la corona y el Pablo Escobar de esta historia”. El hombre que controla la cadena del narcotráfico a nivel de los países del ALBA, (de ahí el extraño silencio sobre su captura) como el transporte, entregas a las Farc,  lavado de dinero y los consabidos ajustes de cuentas.

La detención “del pollo” se produjo a los pocos días de que el ex juez venezolano Benny Palmeri-Bacchi fuera arrestado en el Aeropuerto internacional de Miami, cuando se disponía a celebrar, junto a su familia, una entrevista con Mickey Mouse, en el parque imperial de Disney World. Tanto este magistrado, como el ex director de la Interpol en Venezuela, Rodolfo Mc-Turk, son también acusados de ayudar a transportar toneladas de cocaína hacia los EE.UU.

Ante semejante evidencia, es obvio que la opinión mundial se escandalice por el súbito cambio de parecer de la cancillería holandesa que, en apenas cuatro días, se involucre en una decisión judicial inexplicable y  determine que el “cónsul trucho” abandone Aruba, sólo con el castigo de ser declarado persona no grata. Al parecer, dicha decisión obedece a la estrecha vinculación existente entre las petroleras simbólicas de ambos países, como la Shell, con mayoría de capitales holandeses,  y PDVSA, la venezolana manejada por el régimen chavista.

Shell (que significa concha de la ostra) y PDVSA son socios de uno de los proyectos energéticos más grandes de Venezuela, bautizado con el nombre de PERLA, con participación accionaria de un 60% venezolano y 40% holandés.
Millones de holandeses han invertido sus fondos de retiro en dicha empresa que ejerce una enorme influencia en la política exterior de Holanda y, lo que le pueda pasar a ella, indefectiblemente les ocurrirá a ellos. Asimismo, la compañía holandesa suministra actualmente un importante soporte técnico a PDVSA en las refinerías de Paraguaná, El Palito y Amuay que estallaron por falta de mantenimiento y obliga a los venezolanos a refinar su petróleo en la isla neerlandesa de Curazao y en los EE.UU.

A la luz de estos antecedentes, es lógico inferir que la presión ejercida por el gobierno de Maduro al gobierno holandés pudo influir en su extraña reacción de que “el pollo Carvajal”, que no contaba con su plácet para ejercer de cónsul y por lo tanto no era diplomático, aparezca de pronto reconocido como tal y libre para retornar a Venezuela como un héroe. Esa suerte es “la concha del pollo”.

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