Álvaro Riveros TejadaSocialismo entre buitres y pajaritos
2014-08-06 - 18:07:04
Ya no cabe la menor duda de que el Socialismo del Siglo XXI, una doctrina inventada por Heinz Dietrich, sociólogo y analista político alemán que funda su teoría en la visión de Karl Marx sobre la dinámica social y la lucha de clases, tuvo características más parecidas a la visión de los hermanos Marx, por el fracaso que significó su aplicación, especialmente en lo que a la economía se refiere, en países como Venezuela, donde el finado micomandante hizo de ella una religión de gobierno y la trasmitió a todos los países que bajo su influjo adoptaron este modelo.
Dietrich formula en su obra todo un recetario donde, revisando los distintos intentos socialistas que se probaron sin éxito en varios países del planeta, trata de actualizar la teoría marxista mediante la incorporación de los adelantos de la tecnología y avanzar en el desarrollo, a través del reforzamiento del poder del Estado democráticamente controlado por la sociedad. Una teoría cara, abstrusa; pero fácilmente legible para el cerebro de los dirigentes políticos populistas que la adoptaron.
Lo cierto es que en la aplicación de dicho modelo, el sociólogo se esmeró más en atender su economía personal, que la de los países donde iba administrando su teoría, como es el caso de Venezuela, donde su afamado socialismo ha depauperado a esa nación petrolera, la más rica del continente, a niveles de una pobreza casi franciscana, debido a su extrema debilidad institucional generada por la fatal ligación de su destino con la voluntad de un autócrata que decía hablar con Bolívar y su sucesor que atiende los consejos de un pajarillo.
Entretanto, algo similar se cuece en la Argentina donde la populista Cristina Kirchner, acostumbrada a un poder excesivamente personalista y a depositar su confianza en un solo funcionario por vez, ha decidido que no existe cesación de pagos, simplemente por que no le da la gana. Justamente cuando su país cae en default, por segunda vez en trece años, con el riesgo de no poder acceder a los mercados internacionales. La otrora próspera nación líder del continente está golpeada por una inflación galopante, debido a la falta de divisas, situación que se inició desde que se negaron a negociar un ajuste con el “imperialista Fondo Monetario Internacional”.
Suponemos que a la luz de estos ejemplos, en nuestro estado plurinacional se imponga el sentido común que impida que caigamos en semejantes descalabros, haciendo oídos sordos a los cantos de sirena, como aquellos que recientemente salieron desde lo más profundo de la caverna socialista, asegurando que el capitalismo sufre de una enfermedad terminal y por lo tanto se invita a revivir el sistema comunista que murió aplastado por el muro de Berlín en 1989, como si se tratara de resucitar un dinosaurio boca a boca. Dicha tarea se les encomienda a los movimientos sociales, como protagonistas de esa epopeya. Es decir: resucitar al socialismo entre buitres y pajaritos que hablan.
