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Alejandro A. Tagliavini

Hiroshima y la insensatez de la guerra


2014-08-06 - 18:09:07

Tiempo atrás mi madre, de casi ochenta años, recorrió los túneles de Cu Chi, en Saigón, que fueron construidos por el Vietcong y sirvieron para resistir a las tropas de EE.UU. Irónicamente, apenas salir de los túneles pudo ver la publicidad de Coca Cola y Pizza Hut quedando en evidencia que la guerra de Vietnam -como toda agresión, coacción, sanción o represión- no tuvo razón de ser: el país que derrotó a las “fuerzas capitalistas” hoy se vuelca al “capitalismo” por propia vocación, demostrando lo bizarras, estúpidas e inútiles que son las guerras.

A ver si nos entendemos. No se trata de “pacifismo” en el sentido de soslayar la grave obligación de defensa propia y de terceros, por el contrario, se trata de eficiencia en el logro de estos objetivos. Y resulta que los métodos pacíficos de defensa son los eficientes, según muestran los datos empíricos y corrobora la ciencia. En consecuencia, es irracional -y homicida- la “defensa” violenta. Violencia es toda fuerza extrínseca que desvía el curso natural de una persona y, por tanto, al desviar de la sapientísima naturaleza de manera extraña necesariamente destruirá, precisamente, por ir en contra el desarrollo natural de las cosas siguiendo el criterio de algún “iluminado” que se cree más sabio.  

Por el contrario, no existe hipótesis científica que explique semejante incoherencia como que la violencia puede detener a la violencia. Y los datos empíricos lo muestran claramente: no hubo una sola guerra, ni una sola, que fuera útil. Por caso, la Primera Guerra Mundial, cuyo centenario ahora se recuerda, fue una torpe masacre que prologó otra estupidez como la Segunda Guerra que no logró su objetivo de terminar con las tiranías sino que, a un costo de más de 60 millones de vidas -solo la bomba de Hiroshima asesinó a 300 mil civiles- y enorme destrucción, consolidó otra tiranía peor, la URSS, que luego cayó eficientemente sin guerras. Del mismo modo eficiente debió terminarse con la tiranía Nazi.

La guerra de Irak finalizó con el homicidio del déspota Sadam Hussein que, tirano y todo, mantenía al país en mejores condiciones. Kadun Kureisi, que dirige dos teatros de Bagdad, cuenta que “Los iraquíes son amantes del teatro” y “Con Sadam había decenas de teatros y siempre llenos”, ahora con la violencia y la amenaza terrorista se redujo mucho la afluencia. Y para qué hablar del asesinato de otro opresor, Muamar el Gadafi. La OTAN lo bombardeó y hoy Libia está convertida en un verdadero caos de violencia y desorden.

Los más de mil homicidios recientemente perpetrados por los dirigentes de Hamas y del Estado de Israel -incluyendo más de 200 niños- han sido inútiles. El objetivo israelí era debilitar al terrorismo y, por el contrario, logró acrecentar la violencia y popularidad del movimiento islamista Hamas, más aun dentro de Cisjordania y Gaza donde, según un sondeo del Arab World for Research and Development, el 64% de la opinión pública ve bien la posición de la dirigencia terrorista. Lo cierto es que el ejército israelí disparó “un tiro por la culata” a pesar de que la propaganda oficial -populista- intenta mostrarlo como exitoso.

En fin, para coronación de tanta insensatez, resulta que la o­nU aseguró que el derribo del avión de pasajeros de Malaysia Airlines en Ucrania, con sus 298 muertos, podría considerarse un crimen de guerra. Señores de la o­nU, no es un crimen de guerra, ¡la misma guerra es un crimen! ¡A ver si se enteran!

https://twitter.com/alextagliavini (@alextagliavini)

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