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Palabra de Dios

7 consejos para los maridos cristianos


2015-01-30 - 12:32:01
“…DIOS… OS DÉ ENTRE VOSOTROS UN MISMO SENTIR SEGÚN CRISTO JESÚS…” (Romanos 15:5)
Durante una clase de enseñanza bíblica, un niño definió el matrimonio como un “santo acrimonio” (aspereza en el genio o en el lenguaje). Ahora en serio, el Doctor Gary Chapman dijo: “Antes de casarme, soñaba con lo feliz que iba a ser. Seis meses después estaba deprimido y mi mujer también. Yo había llegado al matrimonio con la actitud de saber cómo disfrutar de él, haciendo todo como se debe.

“¡Escúchame y lo conseguiremos!”, le dije a mi esposa. Sólo había un problema: Ella no quiso escucharme… En desesperación le pedí ayuda a Dios y aprendí estas lecciones:

(1) Tu mujer es tu compañera y no un trofeo para poner a la vista.
No se supone que hay que dominarla y usarla para satisfacer tus necesidades y objetivos; es tu colaboradora para cumplir el plan del Señor para los dos, y debes tratarla como tal.

(2) Comunícate con ella.
La necesidad más profunda de tu esposa es conocerte de verdad. Al expresarle tus pensamientos, sentimientos y deseos, le estás dejando entrar en tu vida. Cuando pasas mucho tiempo sin comunicarte con ella, la estás echando de tu vida y eso la hace sentir aislada, no necesitada e ignorada.

(3) Después de Dios, conviértela en tu mayor prioridad.
Muchos hombres sacan su autoestima del trabajo: cosas como ingresos, posición y productividad. Éstas no necesitan estar en conflicto con vuestra relación, siempre que tu trabajo no ocupe todo tu tiempo. No dejes que esto ocurra. Mira, si tu familia tiene que elegir entre tener más cosas o tenerte a ti, van a optar por ti. El problema es que a lo mejor no eres sensible a sus necesidades o a darles la oportunidad de elegir…
“maridos, amad a vuestras mujeres…” (Efesios 5:25)
Escucha, aquí tienes cuatro ideas para enriquecer tu matrimonio:

(4) Practica un amor desinteresado.
La manera moderna de pensar dice: “Te querré si satisfaces mis necesidades”. ¡Esto es puro egoísmo!, y no concuerda con las enseñanzas de Cristo. El verdadero amor se centra en las necesidades de la otra persona. Pablo escribió: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entrego a sí mismo por ella… a fin de presentársela a sí mismo…, ...que fuera santa y sin mancha” (Efesios 5:25,27).

(5) Descubre las necesidades de tu mujer e intenta satisfacerlas.
Cuando los hombres no entiendan las verdaderas necesidades de sus mujeres, no harán ningún esfuerzo para satisfacerlas. El hecho de tener un techo y comida, no es suficiente. No, el amor, la ternura, la comunicación y la lealtad son elementales para su salud emocional.

(6) Vive de acuerdo a tus principios.
Tus principios morales son tus creencias sobre el bien y el mal; tus principios espirituales tratan sobre tu relación con Dios. Tu matrimonio necesita de ambos. Si vives de acuerdo a tus principios, es fácil para tu mujer honrarte. Pero si ve diferencias entre tus principios y tu manera de actuar, te perderá respeto.

(7) Creced juntos espiritualmente.
¿Qué sucederá cuando vuestros hijos se vayan, el apetito sexual decaiga y lleguéis a la vejez? Vuestra relación no sólo puede sobrevivir todo aquello sino que puede fortalecerse. ¿Cómo? Leyendo la Palabra de Dios y orando juntos. Sólo una de cada diez parejas cristianas lo hace. Generalmente, ésta es un área en la que los hombres no se mueven como debieran, porque no saben dirigir, debido a un falso sentido de falta de habilidad y timidez. No obstante, únicamente así las raíces de tu matrimonio se profundizarán más y llegaréis a nuevas alturas. ¡Piénsalo!

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