Opinión

La ausencia de autoridad

2015-02-19 - 11:43:00
Cada vez que consideramos los problemas de la ciudad, sean el caos, el desaseo y deterioro de mercados, transporte público o recolección y disposición de basura, nos encontramos con situaciones que rayan en el absurdo, cuando los autores de tales desmanes llegan a la osadía de tener organizaciones para resistir las normas y acciones que procuran ordenar o mejorar, tan lamentable estado de cosas.

Esta perniciosa conducta, está alimentada por la frecuencia de elecciones, sean nacionales, departamentales o municipales, en razón del caudal de votos que tales sectores significan para los candidatos, de lo cual tales grupos están muy conscientes para usarlo en su beneficio, con la consiguiente degradación urbana, incluso con la amenaza del “voto castigo” a quien se niegue a sus caprichos, so pretexto de que son pobres y así se ganan la vida, como si la pobreza y el derecho a trabajar fueran sinónimos de suciedad, insolencia y desorden.

Mientras, la ciudadanía que no utiliza este tipo de presión, termina indefensa ante esas salvajes embestidas, exponiendo su vida y la de su familia, tanto por la falta de higiene en la forma de conservación, manejo y exposición de los alimentos que consume, cuanto por los accidentes u otros daños originados en el mal estado, escasez o demora de los medios de transporte, además de las consecuencias económicas y laborales que conllevan.

Lo anotado, nos lleva a una lamentable conclusión, la ausencia de autoridad en las instancias nombradas y llamadas a administrar los temas y asuntos públicos y el incumplimiento de sus deberes.

Es bueno recordar a las autoridades actuales y a los candidatos a serlo, que cuando el pueblo los favorece con su voto, les está confiriendo la facultad de ejercer en su nombre la autoridad necesaria incluso con el uso de la fuerza coercitiva, para desarrollar, implantar y hacer cumplir las normas que preservan los intereses y el bienestar de la mayoría de los ciudadanos, los cuales por ningún motivo deben subordinarse a intereses particulares o sectoriales, ni ellos convertirse en prisioneros de los grupos de presión resignando la autoridad.
* Ex Parlamentaria