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Victor Hugo Añez

La sabiduría produce estrategias


2015-03-27 - 11:16:53
“De los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, y cuyas órdenes seguían todos sus hermanos.”
1ª Crónicas 12:32.

Toda Sabiduría proviene de Dios y se manifiesta en nosotros a través de nuestra obediencia al Padre. (Proverbios 1:7)

Todo crecimiento o desarrollo es producto de tus acciones.

Los hijos de Isacar, hombres sabios, que discernían los tiempos y tomaban decisio-nes y acciones correctas para dirigir al pueblo. Después de que Isacar nació, no se lo menciona de manera personal en la Biblia en otros eventos, solo se lo menciona a través de la sabiduría de sus hijos. Pero en la Bendición dada por Jacob en Génesis 49:14, define su destino: Los hombres sabios, hijos de Isacar siempre están Recostados - (expresar o formular) – o encerrados, en el valle de las decisiones, entre dos Apriscos - “(Cargas o Responsabilidades)”.

Cada visión es nacida de una Carga o Responsabilidad o Preocupación que la persona tiene. Hasta que no tengas una carga, un deseo, una pasión, en tu corazón, no puede haber una visión.

La gente sabia tiene que lidiar con el dilema de: “Hacer correctamente las cosas, o Hacer las cosas correctas”. Lo primero está ligado a simplemente administrar algo que ya está establecido en un sistema determinado, lo segundo está ligado a lo que implica el liderazgo y la toma de decisiones. Siempre está el dilema de una decisión para impactar tu vida, tu familia o tu sociedad.

Isacar = (Hay Recompensa)

De Isacar no sabemos nada en lo personal, pero sí a través de sus hijos.

Isacar hizo “las cosas correctas”. Un padre que vive en integridad tiene el poder para dejar hijos sabios.

Es tiempo de que los hijos de Isacar se levanten.

Como hijos de Isacar, como hombres sabios, debemos tener gran Fe, pero debemos entender que: Fe, no es un sustituto de la Sabiduría y la Esperanza no es sustituto de estrategia.

No es lo que conoces, sino lo que acciones, lo que produce la diferencia.

Hay personas que viven su vida por inercia y otras que la viven por diseño.

Solo hay que empezar con el objetivo final en la mente, preguntarse a sí mismo: ¿Cómo quiero ser recordado?.

Porque para cambiar el lugar en donde estas, debes antes diseñar dónde quieres estar; no puedes alcanzar una meta en tu realidad, sino no has estado antes en esa meta en tu imaginación (Habacuc 2:2).

Toma tu tiempo porque no consigues en la vida lo que quieres sino lo que estás preparado para recibir. No podemos ser exitosos, si estamos preparados para fracasar.

Ni siquiera consigues en la vida lo que oras, consigues en la vida lo que siembras. Oración es como una lluvia, ora para que Dios haga llover en tu tierra, pero, ¿qué de bueno te seria si llueve y no tienes nada sembrado, no tienes ninguna semilla sembrada en la tierra?

No cosechas lo que oraste, cosechas lo que sembraste. Primero siembras y luego oras, porque Fe sin la obra es muerta y obras sin fe es muerte (Santiago 2:17).

Sembramos y luego oramos para que el Señor mande la lluvia para que se realice el milagro de la germinación de esa semilla que fue sembrada.

Pero hay algo que Los hijos de Isacar sabían: Los Tiempos después de la siembra.

1. Tiempo de esperar y programar lo que viene. (Habacuc 2:3)

Cuando siembras, tienes que saber que hay un tiempo para la cosecha, es como la concepción. Después de la concepción hay un tiempo de espera, por eso decimos de la mujer embarazada: “Está Esperando”, no se ve, no ha nacido, pero está ahí!!!

La semilla ya germinó dentro de la tierra, no se ve pero está ahí!!!
Todavía, hay que esperar. Es una etapa de espera y acomodo de cosas.
Cuando siembras programas una fecha de cosecha.

2. Tiempo de Rocío, de Maná. (Habacuc 2:4)

Luego brota la planta, genera expectativas, hay señales, pero no hay fruto!!
No puedes cosechar, no hay que cosechar. Es un periodo de transición, bendiciones que caen, el Maná que cae. Tu vida no funciona por lo que haces, simplemente Dios envía el Maná, para tus necesidades.

3. Tiempo de Cosechar, de Accionar. (Éxodo 14:15-16)

Comienza tu tiempo de accionar, algo que tienes que hacer, tiempo de moverse, de levantarse y hacer lo que hay que hacer: COSECHAR.
Dios no va a cosechar, tus oraciones no van a levantar la cosecha, hay que guardar la cosecha, hay que vender la cosecha, Dios no va a hacer esas cosas, las tienes que hacer vos mismo.

Los hijos de Isacar no son personas emocionales, son personas sabias y de acción.

Son personas que viven en diferentes dimensiones. No quieren que les den el pescado, tampoco que solo les enseñen a pescar, ellos buscan ser dueños del estanque o la laguna donde están los peces y cobrar por que otros pesquen.

Hijos de Dios que ven las oportunidades. Si no puedes ver las oportunidades, tampoco puedes sembrar.

Oremos para que Dios nos de esa sabiduría para ver grandes cosas para Su Reino.

Pr. Víctor Hugo Añez Campos
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