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Victor Hugo Añez

El poder creador de la palabra de Dios


2015-04-17 - 11:38:32
Isaías 55: 8-10
¿Cuál es el propósito de la palabra de Dios?
Dios envía su Palabra, debe haber un recibidor en la misma frecuencia, entonces habrá una manifestación.

La Palabra de Dios es como una onda televisiva, es enviada y necesita de un receptor en la misma sintonía para ser reproducida y entendida, para que sea manifestada. El receptor no puede manifestar nada por sí mismo. Solo cuando recibe lo enviado y él manifiesta la idea de lo que está originalmente en la mente de quien envía.

Entonces tenemos que la Palabra de Dios contiene imágenes en ella.
La Palabra de Dios es como la lluvia o la nieve, una vez enviada, no vuelve a Dios, es dada para regar la tierra, para hacer crecer algo y para que dé fruto de ese algo.

La Palabra de Dios tiene el propósito de germinar.

¿Qué pasa si Dios envía una Palabra a una nación o a una generación, y no hay quien reciba esa Palabra?
La Palabra tiene poder creador, ¿ese poder se pierde? ¿La palabra retorna a Dios? NO

Se mantiene ahí hasta que la siguiente generación o alguien la reciban. (Sal. 119:89-90)

Creo que hay Palabras que han sido dadas a nuestras familias y nuestros padres o abuelos y no la recibieron, ¿dónde está esa Palabra? Está en espera de ser recibida por alguien de nuestras familias.

La Palabra se establece en el cielo y entonces se inicia una batalla en la tierra, en contra de la manifestación de La Palabra.

La Palabra de Dios viene como una semilla y el corazón del hombre es el suelo para ser sembrado. Dios es quien hará que pasen las cosas.


Nadie puede hacer nacer una semilla o hacer crecer la planta, solo la sembramos en el suelo, la regamos, la cuidamos, pero no hacemos que suceda la transformación, tampoco lo podemos parar. Cuando la semilla se conecta con el suelo, es peligroso para el enemigo, por esto trata de que no exista esta conexión, porque ahí tiene que hacer un aborto.

Dios da a cada uno, semilla para que la cuide en un ejercicio de mayordomía, sobre la herencia que esa semilla producirá y el enemigo peleará para sacarte de tu lugar de pertenencia, tu suelo para que no se cumpla el propósito que la recibas, la cuides y la nutras (Juan 21:18) Jesús, luego de su Resurrección, le dijo a Pedro que moriría cuando sea viejo. En el pasaje de Hch. 12:1-10 se cumplió. Pedro creyó y se aferró de la Palabra.

Pero cuando miramos una semilla, no nos damos idea que lo que va a ser, una vez que germine, crezca y se desarrolle y dé fruto.

La mayoría mira la semilla y mira sus circunstancias y dice: Esto no es lo que necesito. Con esta pequeña cosa no pasara nada. Esta palabra no me va a ayudar. La gente dice: “Son solo palabras. ¡Por lo que veo en las circunstancias aquí no va a pasar NADA!!!”

Y lo crítico es entender que:
1. Dios nos da una semilla y la pone en el suelo. Las personas son el suelo.
2. También Dios nos da un lugar de habitación, un lugar de pertenencia: tu Jardín, donde la semilla debe ser cuidada y nutrida. Ese Jardín puede ser tu negocio, tu ministerio, tu trabajo, tu familia, una iglesia, o tu vida. Pero Dios te dio un lugar donde esa semilla debe enraizarse, ser cuidada y debe crecer y dar fruto
3. Y Dios te dio un conjunto de Leyes y Principios para poder reinar y para gobernar ese lugar, donde tú deberías ser el mayordomo de esa semilla en ese jardín.

El enemigo tratara de robar y ¿cómo hace eso?
El diablo viene a robar la Palabra:
1. Envía otra palabra y esa palabra es muy similar a La Palabra de Dios, pero distor-sionada. Ej. Mt. 4:1-10 (La tentación del diablo a Jesús). Esta segunda palabra distorsionará tu imagen de quién crees que El Padre es y una imagen distorsio-nada de Quien eres tú y distorsionará la imagen de lo que la semilla trae en sí misma.
2. También tratara de sacarte de tu lugar de habitación, tu Jardín, tu familia, tu tra-bajo, tu ministerio.
3. Tratara de robar tu mayordomía de tu herencia, lo que tú estás destinado a gobernar.

Así fue desde el principio de la creación. Génesis 1:26-28.
Y vino el enemigo y trajo una palabra distorsionada Gn. 2.15-17. En Gn. 3.1-6, nos muestra la distorsión y la imagen de la Palabra, muerte se manifestó. El diablo aprovecha una deficiencia del carácter en el ser humano: IMPACIENCIA.

Funciona así: Tenemos la Semilla, La Palabra y luego debemos pasar por este proceso de:
Creación - Formación - Transformación - Manifestación de la Palabra

Y la distorsión comienza a funcionar a través del temor: “esto está tardando mucho, parece que no funciona, esta semilla parece estéril o quizás Dios está muy ocupado y se olvidó o de repente Dios no sabe lo que debe hacer.
Ej. Sara con Agar. La semilla en el sueño de José y su relación con sus hermanos.

Con respecto a la Palabra en el paraíso que la semilla de la mujer iba a destruir al diablo pisándole la cabeza, Dios dio una palabra profética al diablo y el trato de parar esa pala-bra. ¿Cómo? Matando a infantes en los tiempos que se hablo del nacimiento de un libertador:
1. En tiempos de Moisés, matando a todos los varones nacidos de Israel.
2. En tiempos de Jesús, Herodes mando matar a los infantes menores de dos años.

En nuestros tiempos hay tres operaciones del diablo en curso para evitar que la semilla llegue a su suelo:
1. Aborto
2. Homosexualidad
3. Divorcio, al sacar al esposo y padre de su lugar de habitación, su jardín familiar.

Porque la semilla fue dada a Abraham en Gn. 12.1-3

Cuando decides bautizarte y ser una nueva creación, esa semilla que no fue cuidada en el huerto por Adán, es nuevamente implantada en ti mismo y te conviertes en la ima-gen y en el espíritu de Dios Padre.

Es la semilla de la Resurrección, que restaura el principio del segundo Adán y se mani-fiesta en la presencia del Espíritu Santo en tu persona.

Dios dice Guarda la Palabra, protégela. Escúchame: Yo hare que la Palabra fructifique, tú riégala, protégela, cuídala, no desde tu mente sino en tu Fe en la palabra.

Pr. Víctor Hugo Añez Campos

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