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Rolando Hurtado Ortiz

Llevando la presencia de Dios a nuestro hogar


2015-04-26 - 13:48:55
1. El arca como representación de la presencia de Dios
El Arca del Pacto era un pequeño cofre de madera recubierto de oro por dentro y por fuera. Representaba la presencia manifiesta de Dios en medio del pueblo de Israel.

Encima de la tapa había dos querubines con sus alas extendidas que cubrían el arca. Dentro del arca se hallaban las tablas de la Ley, la vara de Aarón que reverdeció y un poco de maná (He. 9:1-5).

El arca acompañó a los Israelitas en su travesía por el desierto y cuando estos llegaron a Canaán, no había un lugar fijo para ella. Cientos de años después, David quiso trasladarla a Jerusalén y fracasó en su intento de tra-erla. Un hombre murió.

David no consultó los estatutos de Jehová en cuanto a la forma en que la misma debía ser transportada. El arca de Jehová no tenía que estar detrás ni debía ser llevada en carro nuevo a la manera de los filisteos. El arca tenía que ser llevada sobre los hombros e ir por delante. (1ª Cr. 15:2, 13-15).

Debido al temor de lo que podía suceder, David deja el Arca en la casa de Obed-edom. ¿Cuál fue el resultado? La Biblia dice que Dios bendijo la casa de Obed-edom y todo lo que tenía (1ª Cr. 13:14)

Cuando David vio la bendición que el arca trajo a Obed-edom, llevó el arca con alegría a Jerusalén. Ya no estuvo triste ni atemorizado (1ª Cr. 15:25)

2. Dios quiere que llevemos su presencia a nuestro hogar
Cada varón que abre su hogar para la predicación de la Palabra, está trayendo la bendición de Dios, como en el caso de Obed-edom.

Los testimonios bíblicos de la presencia de Dios en los hogares son numerosos:

a) Los primeros cristianos no cesaban de enseñar y predicar en el templo y en las casas (Hch. 5:42).

b) Saulo se convierte en Pablo, es sanado, lleno del Espíritu Santo, y llamado a la obra en una casa (Hch. 9:10-19).

c) En una casa se manifiesta el poder de la resurrección (Hch. 9:36-42)

d) Cornelio el centurión se convierte junto a toda su familia y amigos más íntimos (Hch. 10:24-26).

e) La iglesia estaba reunida en una casa orando para que Pedro fuese libra-do de la cárcel, y Dios respondió la oración (Hch. 12:5,12)

f) El carcelero de Filipos con toda su casa creyeron en el Señor y fueron bautizados (Hch. 16:31-34).

3. El mover del Espíritu Santo en las casas hoy
En una investigación efectuada en más de 1.000 iglesias en treinta y dos países de los cinco continentes, fueron encontrados ocho principios que determinaban cuáles de las iglesias estaban creciendo en cantidad y calidad de vida de sus miembros.

El principio más importante considerado fue la existencia de “Pequeñas Familias” en las iglesias.

También la investigación mostró cómo debe ser la vida en los grupos pequeños para que influencien positivamente en la calidad y crecimiento numérico de la iglesia.

El factor decisivo para que un grupo casero alcance su objetivo, es el estudio de principios bíblicos que se relacionan a hechos concretos de la vida diaria de los cristianos, en otras palabras, que los líderes de estos grupos pueden transferir vida, en vez del estudio de conceptos abstractos. En este sentido, la participación de los miembros es clave para tratar inquietudes que tienen que ver con el día a día.

La investigación concluye diciendo que la preferencia a la participación en Pequeñas Familias (grupos pequeños) en vez de los cultos es cada vez más creciente, esto sucede en iglesias que están creciendo más.

Sin embargo, debemos tener la perspectiva correcta de lo que esta investigación refleja:

a) El mover de Dios en las casas no debe traer división a la iglesia. La consigna es: en el templo y en las casas.

b) El trabajo en las casas debe estar sujeto a la autoridad del pastor y sus líderes del ministerio de Pequeñas Familias y el Pilar Educación.

c) Las Pequeñas Familias no sustituyen ni detienen el culto dominical donde nos reunimos como cuerpo, más bien la estimulan.

d) El accionar de las Pequeñas Familias debe irrumpir en la ciudad bendiciendo y trayendo sanidad y avivamiento por todos lados, crecimiento individual, crecimiento numérico y el propósito de la gran comisión.
Conclusión.

Un hogar donde se predica a Jesucristo es un canal de bendición para la propia familia, el vecindario, los amigos y la sociedad. Dios nos está llamando a influenciar, a llevar su presencia a cada hogar, cada barrio, a la univer-sidad, el trabajo, etc.

Descentralizando la iglesia y aumentando la capacidad de liderazgo y el cuidado de las personas.

Llevar la presencia de Dios a nuestras casas (Pequeñas Familias) es ir y predicar el evangelio a toda criatura. Es hacer discípulos. Es alcanzar al perdido y necesitado, es cumplir la gran comisión (Hch. 1:8)
Pr. Rolando Hurtado Ortiz

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