Opinión

Mancharon la copa con el dedo

2015-07-01 - 18:52:23
Ya no cabe la menor duda sobre la capacidad de los chilenos para enturbiar sus compromisos, por más solemnes que éstos sean. Dicha habilidad se hizo patente en las centenarias relaciones con Bolivia y, hasta nuestros días, se mantiene sin variaciones, con la agravante de que estos celadores del mar y cartógrafos del viento nos hacen creer que algún día cambiarían empero, aunque nuestros justos reclamos recalen en la Corte Celestial, ellos siempre encontrarán la forma de introducir no solo los dedos, sino el famoso paquete chileno para resolver a su favor el litigio.

Sin embargo, esa conspicua habilidad del engaño parece no residir únicamente en el área política, sino que se amplía hacia distintas actividades del diario vivir, y una muestra indiscutible fue el bochornoso acto protagonizado por un defensor del futbol chileno, Gonzalo Jara, cuando con vocación de urólogo se dio a la tarea de practicar un inconsulto masaje prostático al delantero uruguayo Edinson Cavani, en medio del partido que se desarrollaba por los cuartos de final de la Copa América.

Dicho comportamiento, como simple picardía, habría pasado desapercibido de no mediar la pertinacia con la que este empírico proctólogo lo maneja y repite, durante el trámite de varios partidos anteriores, cuando acarició la cristalería del uruguayo Luis Suarez o el tafanario del argentino Gonzalo Higuaín.

Tal conducta nos recuerda un repudiable hecho producido un 3 de septiembre de 1989 cuando,en un encuentro válido por las eliminatorias al Mundial de Italia 1990, se jugaba el partido de vuelta frente a Brasil. El guardameta chileno Roberto Rojas, también conocido como “el cóndor Rojas”,se infligió un corte en el rostro para simular un ataque de los hinchas brasileños, lo que derivó en la suspensión del partido, ya que Chile se retiró de la cancha por «falta de garantías». Dicho incidente, apodado también como el Maracanazo chileno, fue el más bochornoso en la historia deportiva de ese país. Rojas fue marginado a perpetuidad de las canchas de futbol por la FIFA y ésta además, aplicó severas sanciones contra la selección roja, como su expulsión automática del Mundial de EE.UU. 1994 y, la de dirigentes y jugadores chilenos implicados en el escándalo.

Con semejantes antecedentes, los chilenos se aprestan ahora a ganar la Copa América a cualquier costo, pues en 28 años, la única copa que alzaron con orgullo fue la de su estrella Arturo Vidal que, en completo estado de ebriedad, puso en riesgo su vida y la de los transeúntes al sufrir un violento choque.

Entretanto, después de haber dejado en el camino a la selección del Perú, tras motivar la expulsión de su mejor zaguero, y además lograr que la Conmebol levante el castigo impuesto a Jara, habilitándolo para jugar el primer partido de las clasificatorias rumbo al Mundial de Rusia, Chile ha demostrado que ya está en condiciones de ganar la Copa América, después de haberla manchado con un solo dedo.