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Charles Suárez

Antes de Orar


2015-08-23 - 12:52:23
San Juan 15
Siempre digo que “el cristiano que no ora, el diablo se lo devora. El cristiano que no ayuna el enemigo se lo desayuna. La oración para el creyente debe ser como para el zapatero hacer zapatos o para el sastre hacer camisas. Pero ahora que estamos a punto de iniciar nuestros 35 días de ayuno y oración, quiero compartir algo fundamental que debemos hacer antes de orar.

Alguna vez se ha preguntado ¿por qué Dios no ha contestado alguna de sus oraciones? ¿Alguna vez le ha pedido a Dios que le sane alguna enfermedad y él le curó? Gracias a Dios por eso. Pero suponga que usted le oró a Dios para que le sane pero él no lo hizo. Puede haber un sin número de razones para que ello ocurra. Una pudiera ser lo siguiente: Dios le pregunta: ¿Por qué debo darte salud para sanarte y que sigas sirviendo al diablo? Es decir por qué la vid debe darle vida al pámpano, si el pámpano no produce ningún fruto. Esa clase de pámpano debe ser extirpado. ¿Por qué Dios debe bendecirlo? ¿Cuál es el propósito de la oración? El propósito de la oración es que ¡Dios sea glorificado cuando usted produzca mucho fruto! San Juan 15:8 dice “«En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.» Lo más importante es que usted este calificado para orar. (Juan 15) Si usted ha sido un buen creyente durante ya un tiempo usted sabe que Juan 15 es uno de los pasajes, devocionales más ricos en la palabra de Dios. Estamos a punto de empezar 35 días de ayuno y oración de todas nuestras iglesias Cristianas de la familia. Hoy quiero compartir con usted acerca de la oración. ¿Cómo debemos entrar, con qué actitud en un lugar de oración? Por lo tanto leamos Juan 15:16 “«No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.» Este es una de las grandes promesas de toda la palabra y una de las grandes instrucciones en la vida de oración. Hay dos cosas que determinan la contestación a la oración. Dos cosas que deben estar bien claras antes de que su oración sea contestada.

Primero. Orar por las cosas correctas. Debemos pedir por algo que esté de acuerdo a la voluntad de Dios. 1Juan 5:14 “«Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.» Nada que vaya en contra de su voluntad. La oración no debe tener el propósito de doblar la voluntad de Dios en favor nuestra. (“¡que esa mujer me acepte como su marido!”, “que Dios saque de la faz de la tierra a mi jefe!”) Orar es encontrar la voluntad de Dios y obedecerla. Así que en primer lugar está el CONTENIDO de la oración. Pero hay algo más que es necesario. Usted pudiera estar orando por algo correcto y no recibir respuesta. Hay algo más que es vitalmente necesario, si es que espera respuesta a su oración. Y eso es el CARÁCTER, actitud, condición de quien está orando. Ambas cosas CONTENIDO Y CARÁCTER, son necesarias para que su oración sea contestada. Así que una persona no solo debe orar de acuerdo a la voluntad de Dios, sino que debe estar viviendo de acuerdo a la voluntad de Dios. Ahora de estas dos cosas… ¿Cuál es la más importante? ¿El contenido de la oración o el carácter del que ora? Lo segundo es más importante que lo primero. ¿Por qué? Porque si usted tiene un carácter justo, correcto y está viviendo de acuerdo a la voluntad de Dios, entonces Dios puede enseñarle su voluntad. La cosa más importante no es como sepa usted orar. La cosa más importante es que usted esté calificado para orar. Porque si no lo está usted tiene que aprender a orar. Ejemplo: En cierta oportunidad un entrenador de básquetbol que estaba manejando por el campo vio a un jovencito de casi dos metros de altura. Se le acercó y le dijo: “puedo darte una beca para el colegio, pues me gustaría que juegues básquetbol en nuestro equipo” El joven le contestó: “Disculpe, señor pero no tengo ni idea de cómo se juega el basquetbol. Y el entrenador le dijo: “Oh no te preocupes por eso. Nosotros te enseñaremos a jugarlo, porque ya tienes la talla física para hacerlo. Sabe, Dios nos puede enseñar a orar, si espiritualmente somos altos, tenemos tamaño; es decir, si somos lo que debemos ser, entonces el señor puede enseñarnos su voluntad. Su vida de oración no puede ser más grande que su vida personal. La porción bíblica que estoy compartiendo con usted, ha sido un gran desafío para mi vida, de hecho, me ha motivado a examinar mi vida y arrepentirme de algunas cosas. Yo quiero que mi vida sea la clase de vida en la cual Dios se complazca y diga: “le voy a enseñar a Charles mi voluntad, y voy a contestar sus oraciones”. Usted puede orar por las cosas correctas y sin embargo su oración puede no ser contestada. Y usted no sabrá que es la cosa correcta aunque que ore por ella, si es que no está viviendo en la voluntad de Dios. Cuando Dios dio a Josué la victoria sobre Jericó, muy cerca hay un pueblito insignificante llamado Hai.

Después de haber conquistado la gran muralla de Jericó, conquistar eses diminuto pueblito de Hai, parecía la cosa más fácil del mundo. Sin embargo los israelitas fueron derrotados por los habitantes de Hai, fueron avergonzados, fueron humillados, y Josué con su rostro en tierra oró a Dios, y le preguntó por qué había permitido que eso sucediera, como tratando de responsabilizar a Dios por la derrota. Y Dios le dijo: “Josué levántate, Israel ha pecado. En otras palabras Dios le dijo: “Josué la oración no es lo más importante en este momento. Lo más importante ahora, es que estén bien conmigo. La oración es una especie de cortina de humo con la cual podamos ocultar nuestro pecado. La Biblia claramente lo dice en el Salmo 66:18 “«Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.»

ES LA VIDA LA QUE ORA: Usted puede predicar, aún si no está bien con Dios. De hecho en una ocasión, supe que un pastor que recientemente paso a la gloria de Dios, después de estar caído y ser sorprendido en una noche consumiendo alcohol, y haberse embriagado, al día siguiente estaba predicando la palabra y muchas personas fueron tocadas y convertidas etc. Usted probablemente pueda enseñar sin estar bien con Dios. Es más usted puede testificar, sin estar bien con Dios. ¿Sabe por qué? Porque todo esto lo hacemos de persona a persona. Usted no conoce mi corazón solo me está escuchando y esta probablemente diciendo: “espero que esté en lo correcto el pastor” “creo que es un buen hombre” “bueno y yo espero que usted crea que lo soy”, porque dicho sea de paso, creo que lo soy”. Usted puede tener un maestro, con el don del conocimiento y de expresión y de saber enseñar y sin embargo su corazón no estar bien con Dios.

Pablo dijo en Filipenses 1:16 “Los unos anuncian a Cristo por contención, pensando en añadir aflicción a mis prisiones y en el verso 18 dice una profunda declaración. “Que pues que no obstante de todas maneras, o por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado, y en esto me gozo y me gozare aún” Usted podría cantar, danzar testificar y aún predicar sin estar bien con Dios. NO DIGO QUE DEBERÍA HACERLO. Sino que PODRÍA HACERLO.

-Pero definitivamente usted no puede orar, sin estar bien con Dios. ¿Sabe por qué? Porque las otras cosas son de persona a persona y nosotros nos podemos engañar mutuamente. PERO LA ORACIÓN ES DEL HOM-BRE A DIOS. Y usted no puede engañar a Dios. Y francamente esa es la razón por la que muchos no oran. ¡NO PUEDEN ENGAÑAR A DIOS! Así que seguimos haciendo todas estas cosas, pero cuando se trata de la oración sentimos que Dios nos conoce y nosotros no queremos o podemos mirar el rostro de Dios. Cuando usted se desvía espiritualmente, la primera cosa que desaparecerá de su vida, será su vida de oración.

A. Roger dice: ¡Cuénteme de su vida de oración y yo le diré, que clase de relación usted tiene con Dios!
Cuando usted apostata, lo primero que dejará no será necesariamente el dejar de ganar almas, o el enseñar, el predicar o el cantar, danzar o su trabajo en la iglesia o ser miembro de algún comité o ser anciano o diácono, o ser gobierno de su iglesia... No! Lo primero que desaparecerá de su vida, será la oración. Porque su vida de oración tiene que estar bien antes de que pueda orar. Nuestra naturaleza carnal, no quiere orar. Y hablo de una vida de oración no el balbucear unas cuantas palabras, religiosas. La clase de vida de oración que usted viva será la mejor evidencia de cuan espiritual es.

Y lo que es usted en privado delante de Dios, eso es lo que usted ES. Y LA RAZÓN PORQUE MUCHOS NO ORAN ES PORQUE NO SOMOS LO SUFICIENTEMENTE ESPIRITUALES.. Y como la oración es una doble avenida; Dios y el hombre, el hombre y Dios, usted no puede falsificar esta relación por mucho tiempo. LINCONL) A veces forzadamente se encuentra en una oración y dice una oración que ya la tiene memorizada. Creo que todos tenemos esa clase de oraciones, como para quedar bien cuando nos piden que oremos. Pero de lo que estoy hablando es de una GENUINA COMUNIÓN CON DIOS. La parte más importante de su vida de oración es la CONDICIÓN DE SU CORAZÓN.

Anote Santiago 5:16 “La oración eficaz del justo puede mucho” y Salmo 66:18..”si en mi corazón hubiese yo mirado la iniquidad...Busque la primera epístola de Juan 3:22 “«y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.»

Ahora si usted no guarda sus mandamientos y no hace lo agradable delante de él, no espere que sus oraciones sean contestadas… DIOS NO OYE A PECADORES «Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.» Las oraciones contestadas no son para los rebeldes. El contenido de la oración y el carácter del que ora son necesarios a fin de que la oración sea contestada.

Vamos ahora al evangelio de Juan 15: TRES PRINCIPIOS PARA TENER UNA VIDA CORRECTA PARA PODER ORAR. (v1) «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.» Primero no voy a tratar en pasar de listo y le voy a decir las cosas tal como son. Usted tiene que permanecer en Cristo si quiere que sus oraciones sean escuchadas. Note lo que dice el verso 7 “«Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.»

Nosotros debemos ser a Jesucristo lo que el pámpano es a la vid. Así de simple. El pámpano tiene que aceptar el propósito de la vid para su vida y para su existencia. Miremos nuevamente lo que dice el verso 4 “«Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.» Así que cuál es el propósito del pámpano. Llevar fruto. Ese es el propósito de un pámpano en la vid: llevar fruto. Ahora si usted no lleva fruto es un pámpano inservible. Si alguien le regala una canasta con bananas, peras, higos, naranjas y algunas ramitas de la vid. Usted podrá saborear las frutas pero que va a hacer con las ramitas de la vid. Masticarlas, chuparlas, ja, ja, no lo creo. Los pámpanos de la vida deben llevar fruto. Juan 15:16”«No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.» Si usted quiere que sus oraciones sean contestadas tiene que permanecer en Cristo para que él pueda utilizar su vida como pámpano que lleva su fruto.

El propósito de la oración es que Dios sea glorificado para que produzca mucho fruto. Juan 15:8 dice: “En esto es glorificado mi padre que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos”. Amigo, hermano permítame preguntarle en una forma muy personal.

¿Es su vida una vida que glorifica a Dios? Y si es que su vida no glorifica Dios… ¿por qué debería Dios contestar sus oraciones? Recuerde que usted dará fruto SOLO cuando permanezca en Cristo. No necesitamos más pámpanos. Lo que necesitamos son pámpanos saludables que permaneciendo en la vid den mucho fruto. El pámpano no produce el fruto. Lo único que hace es llevar el fruto. El fruto no es la responsabilidad del pám-pano. Es la responsabilidad de la vid. La responsabilidad del pámpano es PERMANECER EN LA VID. Le parecería correcto el pedirle a Dios que le bendijera financieramente, cuando usted no tiene ninguna intención en dar para la obra de Dios por medio de su iglesia o de organizaciones misiones. ¿Le parecería lógico en orar para que Dios le de buena salud cuando su cuerpo lo ha dedicado para sus propios placeres y no para que sea la morada del Espíritu Santo? ¿Cree usted que sería correcto el orar por sus familiares, vecinos y amigos perdidos, cuando usted no quiere ser el instrumento de Dios para ese propósito?... ¿Y está esperando Dios otra persona para que haga ese trabajo? ¿Cree que es correcto orar para una persona que necesita ayuda, mano compasiva de misericordia y a lo único que se compromete usted es a orar pero no Ayudar en forma práctica? ¿Déjeme decir esto de otra forma? Estaría bien que el pámpano le orara a la vid y le dijera: “veo que vas a producir muchos racimos de jugosas uvas y no estuviera dispuesto a llevar alguno de esos racimos? Si no permanecemos en la vid y como pámpanos no estamos dispuestos listos para cumplir el propósito de la vid... ¿Por qué Dios derramaría sus bendiciones sobre nosotros? Veamos nuevamente, uno de mis pasajes favoritos de la Biblia; el verso 7 “Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en nosotros PEDID TODO LO QUE QUEREIS Y OS SERA HECHO”

Si usted todavía no es un pámpano en la vid. Le invito a orar de la siguiente manera: “Señor Jesús yo deseo ser uno de tus pámpanos, deseo que tu vida fluya a través de mí, pero antes necesito que perdones mis pecados, me limpies me, sanes y me salves. Agradezco su sacrificio por mí en la cruz del calvario y te pido tu ayuda para llevar el fruto que tú quieres que lleve, hazme la clase de persona que tú quieras que yo sea, y ven este mismo momento a mi corazón y se mi salvador y mi señor. Te los pido por tus angre derramada en la cruz del calvario.., amen.

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Adaptado de Adrián Roger

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