Opinión

Poder y autoridad

2016-07-15 - 11:02:05
Acontecimientos variados han conmocionado a nuestro país; a la penosa lucha de los ‘discapacitados’, se sumó la protesta transportista y gremial por los excesos tributarios y una movilización obrera solidaria y preventiva de una futura supresión del empleo en otras empresas estatales como en ENATEX. Todo ello, enmarcado en la significativa disminución de los ingresos fiscales que ha puesto fin a la época de auge económico en Bolivia y desatado otros conflictos como los de la salud y la seguridad social.

Es probable que las negativas gubernamentales sean justificadas por la crisis económica, pero en el clima social convulsionado subyacen otras acciones públicas irritantes, reflejadas en el mantenimiento de rubros prescindibles en los presupuestospúblicos.

A la gente no se la convencerá que hay limitantes para atender sus demandas, si paralelamente siguen los macro-proyectos improductivos o suntuarios, así sean con créditos que tienen que pagarse más temprano que tarde o echando mano a las reservas internacionales. Menos, si continúanlos excesivos gastos como los viajes al exterior de comisiones oficiales para fines que podrían ser cumplidos por legaciones diplomáticas eficientes como se justificó en algún momento,o el gasto en una intocada y excesiva burocracia.

Este desencuentro, tiene relación directa entre el ejercicio del poder público conferido por la ley y la consistencia, coherencia y consecuencia entre el discurso y el comportamiento de sus protagonistas. Es lo que se llama, la autoridad moral del gobernante en relación a sus gobernados.

Es posible que los expertos en estrategias y tácticas, tengan mucho bagaje para sortear con éxito los factores negativos que afectenal poder en funciones, pero llega un momento en que un gobernante tiene que ser fiel a sí mismo, para reencauzar su accionar por sobre tales consejos y ardides, recuperando para sí la conciencia de sus actos y la autoridad moral sobre los demás.