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Humberto Vacaflor Ganam

El nuevo 21060


2016-09-26 - 20:46:07
Sin decir nada, como quien nada hace, de soslayo, o de manera solapada, el gobierno está aplicando una política económica parecida al “ajuste estructural” que el doctor Víctor Paz Estenssoro aplicó hace treinta años.

Jeffrey Sachs y los conductores de aquel ajuste no habían advertido que para imponer semejantes medidas se necesita una estrategia de comunicación y propaganda, con control de medios.

Y una buena dosis de cinismo. Para comenzar, parece que fue craso error decir que la crisis de aquel momento era una crisis, y más craso todavía decir “Bolivia se nos muere”.

Lo que hay que hacer, ahora se sabe, es negar la crisis. Decir que todo está de maravillas y que el país será una potencia. Y, por supuesto, ni siquiera mencionar las medidas que se van a aplicar. O hacer que las apliquen otros, mientras tú te pones a silbar.
Dice la revista brasileña Veja que la ciudad de Cobija está viviendo la peor crisis económica de su historia, que ha obligado a la alcaldía a despedir a 400 empleados, mientras la actividad económica languidece.

Desde el otro extremo de Bolivia, Yacuiba, se informa que la alcaldía está despidiendo a 150 empleados, igual que la vecina ciudad de Villa Montes, mientras en Caraparí 60 empleados quedarán en la calle.

No se ha hecho todavía el inventario de todos los despedidos de las más de 300 alcaldías en esta crisis, aunque nadie la quiera llamar así. Pero suman miles como resultado de la caída del ingreso por exportaciones de gas.

Hace treinta años, los obreros despedidos de las minas sumaron 15.000 y ahora los mineros que perdieron sus cooperativas, parcial o totalmente, suman 120.000. Entonces, se aplicó aquello de la “relocalización”, con recursos que debían servir para que la gente se acomode en otras actividades. Ahora, los cooperativistas no recibieron nada y lo que les queda a algunos de ellos es volver a ser agricultores.

Lo que está faltando para que esto sea igual que hace treinta años es una política monetaria inteligente, que devuelva la capacidad competitiva a los productos bolivianos de exportación. El problema es saber cómo se dicta una política monetaria inteligente que al mismo tiempo sea solapada. Eso sí que no lo ha hecho nadie.
Vacaflor.obolog.com

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