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José Percy Paredes Coimbra

¿Te anotas?


2017-09-22 - 18:15:03
Luego de hablar del huracán Irma, y ahora del paso del huracán María,y del calentamiento global pensé que es importante no permitir que este cuadro desesperanzador nos paralice o nos deje con la incómoda sensación de que no podemos hacer nada.

Estamos en esta situación porque se está depredando la naturaleza, diariamente atacamos al medio ambiente con la deforestación indiscriminada, la contaminación de las aguas y el aire y todo esto porque estamos convencidos que necesitamos más bienes (dinero) para supuestamente de esta manera podamos vivir mejor y que nunca estamos satisfechos con lo que tenemos/poseemos.

En los años 60 – 70, los organismos internacionales diseñaron diversos planes (siempre bajo la óptica de generar o poseer más dinero/bienes) con el fin de lograr el “desarrollo” de los países menos “avanzados” o menos “industrializados”, en otras palabras, desarrollaron políticas económicas a ser aplicadas por nuestros países que se dedicaban a la venta de materia prima; así se definió que para ser rentable, la agricultura tenía que apostar a los mono cultivos y cansamos a la tierra, además que la envenenamos con fertilizantes cada vez menos efectivos.

En resumen, el modelo socio económico que nos vendieron como la panacea para las grandes diferencias entre nuestras sociedades y la solución a los problemas de desabastecimiento y hambre, resultó ser un modelo insostenible, inviable.

Como reza el refrán: “puedes engañar a muchos mucho tiempo, pero no puedes engañar a todos todo el tiempo” y la toma de conciencia se fue dando poco a poco, año tras año; desde los mismos años 70 hubieron experiencias que intentaron re inventar nuestra relación con el medio ambiente y entre nosotros mismos.

El punto en común de estas experiencias es que plantearon la importancia de la conciencia personal y grupal para lograr cambios positivos en la sociedad y en el accionar de ésta hacia la Tierra.
Para ello fue y es necesario que nos deshagamos de viejas ideas, conceptos y prácticas que han demostrado que lejos de llevarnos al bienestar pregonado por los países industrializados (que crecían mientras nos absorbían), nos hundieron en un atolladero del cual, además de dar vueltas en el sitio, no logramos salir en décadas. Como alguna vez dijo Einstein: no se puede solucionar un problema con la misma mentalidad que lo ha creado.

Pues entonces toca ser creativos y abiertos a conocer,vivenciar y valorar nuevas experiencias.Podemos hacer mucho si nos proponemos!

Existen una serie de ejemplos de vida de personas que decidieron actuar y pusieron su compromiso y creatividad en ello. Ecologistas, ambientalistas, profesionales y no profesionales, se pusieron manos a la obra y hoy nos muestran alternativas amigables con el medio ambiente, que le hacen bien al planeta y a nosotros como sociedad.

Estos/as soñadores/as están en las ciudades y en áreas rurales, viviendo en casas de barro o de material reciclado, con jardines y huertos que reutilizan el agua de la cocina y/ode la lavadora. Y no se espanten, lavadoras, computadoras y celulares son parte del panorama porque vivir amigablemente con el medio ambiente no implica un retorno a la época de las cavernas, sino utilizar racionalmente los recursos naturales que son para todos quienes vivimos en este planeta y nuestras próximas generaciones.

Existen comunidades comprometidas con la Tierra, el medio ambiente y las personas prácticamente en todo el planeta; en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Suiza, Alemania, Francia, Reino Unido, Australia, España, Estados Unidos, India, Nueva Zelanda, México y cuántas muchas más. Citaré un solo ejemplo, de entre cientos que existen hoy en día.

En Francia, hace ya décadas, un grupo de diez personas iniciaron un movimiento de intercambios, no usaban dinero sino intercambiaban lo que tenían o sabían hacer; el grupo que comenzó con diez personas ahora está en más de 400 ciudades de su país.

“Estas personas construyeron un mundo paralelo al sistema en el que vivimos y eso es una gran revolución, porque es una forma de resistencia (…) todas estas personas están creando un nuevo arte de vivir, una nueva forma política inspirada por la solidaridad, consistente el intercambio no especulativo, dándole al dinero su real importancia como elemento útil, lejos de la tiranía que hoy representa” (Danielle Miterrand – Directora fundadora de la Fundación Frances Libertes, ponencia - 1997 – Vallegrande – Bolivia)

Este es un ejemplo de los cambios que se están dando; en Ithaca (Nueva York - EUA) crearon su propia moneda, el ithacao, que está basada en la manera de producción de cada uno; en el Reino Unido surgió un movimiento que se autodenomina “ciudades en transición”, en referencia a la transición de un modelo socio económico depredador que actualmente vivimos a un modelo socio económico basado en la solidaridad, justicia y libertad amigable con el medio ambiente y responsable con el planeta. Comunidades indígenas que hace años nos vienen diciendo que no hagamos esto con el medio ambiente. Entre tantos otros ejemplos.

Estas experiencias se expanden, se interrelacionan y crecen. La levadura de estos movimientos es el compromiso social entre personas y de estas personas con el Planeta; somos y siempre seremos interdependientes.

Un nuevo estilo de vida es posible y viable. ¿Te anotas?

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