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Dante N. Pino Archondo

El aguinaldo del populismo


2018-10-29 - 18:27:37
Es increíble la imaginación que tienen algunos técnicos del gobierno para sacar conejos de la chistera. Tienen una habilidad innata para confeccionar variables que terminan produciendo resultados, se llama contabilidad creativa.

Entre la muchas explicaciones que se han dado para demostrar que el doble aguinaldo no es una buena idea, me llamó la atención aquella que se refiere a la situación de ciertos sectores de la economía que, por el entorno externo que tienen es muy difícil demostrar que han tenido un crecimiento cuya ponderación demuestre que su aporte al crecimiento del producto sea creciente. Tanto los hidrocarburos, minerales, la industria manufacturera, como el sector energético vienen mostrando una incidencia menor en el PIB un indicador que no se puede soslayar, pero claro, si estos sectores no crecen como se quiere, en la agricultura hay uno que pueden manejar los magos a su antojo y es la producción de la coca, que no solo ayuda a movilizar recursos humanos, cuando se los necesita en concentraciones urgentes, sino a darle el porcentaje necesario al PIB para justificar lo que se quiera.

Si por el lado de las fuentes el crecimiento del PIB es cuando menos sospechoso, por el lado de los usos el impacto de la medida es mas notable. Dado que tenemos una economía informal que alcanza al 70 por ciento de la población económicamente activa, los beneficiarios son el 30 por ciento del cual entre el 18 y el 20 por ciento está compuesto por empleados públicos que en realidad tienen una ínfima participación en la incidencia del producto. Y en lo que respecta al efecto multiplicador de inyectar dinero en la economía por este medio, la Banca es el sector premiado, ya que los receptores del aguinaldo destinan este recurso para pagar deudas mientras que aquellos que consumen productos de línea blanca ayudan al contrabando que con esos ingresos extraordinarios compran dólares para continuar con el negocio. Y claro las reservas internacionales están en caída libre sin que al presidente del BCB se le mueva un pelo. Estamos financiando las importaciones ilegales con dólares que provienen de las exportaciones del gas, estaño y soya.

El doble aguinaldo al ser un producto político no tiene explicación en el comportamiento de la economía, no responde a causas económicas y por tanto cuando tratamos de explicar sus efectos argumentando criterios económicos, estamos tratando de explicar el origen y resultados de una decisión política populista que no razona sino que impone.

El populismo usa al Estado para congraciarse con los trabajadores, sector que le da sustento político, son sus bases duras, aunque esas bases, para el caso, en realidad no son asalariadas si tenemos en cuenta que los cocaleros, los mineros ilegales (cooperativas) y los contrabandistas y sus socios del comercio ilegal no son asalariados, a ellos el doble aguinaldo no les toca, son los empleados públicos, los fabriles y empleados de sectores de la pequeña y mediana empresas y servicios como la Banca, Financieras y comercio formal que reciben el segundo aguinaldo. Esto es populismo puro y duro.

El presidente Morales por su escaza formación personal, alimentada además por un chairo de ideas anticapitalistas, que dudo entienda a cabalidad, decidió que el año 2017 no regalaría este aguinaldo, calculando el 2018 como la antesala del proceso electoral para hacerlo, con el gracioso condimento de mostrarse como profeta económico, anunciando antes que nadie que el PIB iba a superar el 4.5 por ciento de crecimiento. Anuncio que se convierte en orden al equipo económico para que vayan cocinando cifras.

El sector formal de la economía se encuentra entonces, no ante un gobierno que decide en función a la racionalidad política y económica, sino ante un señor que se ha convertido en un todopoderoso que manda y ordena sin importarle las consecuencias que ocasiona.

El doble aguinaldo, como el asunto marítimo, como la nacionalización o la agenda 2025 son ofertas que usa el populismo para mostrar el rostro del héroe que defiende al oprimido, en este caso a los trabajadores, colocando en la bolsa a todos “los trabajadores” como si todos tuvieran la misma condición. Y con esta táctica divide, a los que le apoyan, que son “la mayoría” contra los que la rechazan. que son la derecha capitalista y anti patria.

La descapitalización de los sectores económicos formales es continua, la situación de YPFB que es la empresa bandera estatal es crítica, no tiene recursos propios para realizar exploraciones y menos la explotación de los bienes que produce, pero tendrá que asumir este costo adicional, la industria manufacturera incipiente y con tecnología atrasada que se debate entre la vida y la muerte gracias al contrabando ¿tendrá que endeudarse para pagar este beneficio?, lasMypes en su mayoría no lo harán, porque sus propios trabajadores saben que si las ventas no aumentan y que sus costos sí el negocio ya no es rentable.

Así cada quien se ve obligado a resolver el problema, y como una cosa lleva a la otra, para el próximo año, los ingresos fiscales serán menores con los impactos directos en la economía de las gobernaciones y alcaldías, cuyo efecto arrastrará al sector privado que tiene en esas instituciones a sus mayores clientes.

Bolivia tiene un crecimiento promediado del 4 por ciento anual en los últimos diez años, pero sigue siendo el país con bajo ingreso per cápita de la región, 5.900 dólares contra Perú que supera los 9.000 o Uruguay que alcanza los 18.000 dólares y ocupa el puesto 151 de 189 en el Doing Business, debido a la falta de seguridad jurídica, la enorme volatilidad de su normas, como esta del segundo aguinaldo, y una ineficiencia administrativa enorme, que la colocan en una situación de desventaja para hacer negocios.

En otras palabras invertir en Bolivia es una decisión de alto riesgo y mantener las inversiones mucho más. La ambivalencia de su política económica que gira en torno al humor con el que despierta el gobierno no permite asumir proyecciones racionales en el mediano y menos en el largo plazo.

Por eso la inversión extranjera es incipiente el dato para el 2017 según el BCB fue de 214 millones de dólares, que comparados con el Brasil 79 mil millones, México 32 mil millones o Colombia 14 mil millones, muestra la enorme distancia que tiene Bolivia para captar inversión, lo cual no es sino el reflejo de las condiciones absurdas de una política económica errática.

El CEDLA nos proporciona algunos datos que son relevantes en este caso. El doble aguinaldo recibirán entre el 18 al 20 por ciento de la PEA, esto representa un poco más de un millón de personas, dos de cada diez trabajadores están en las Mypes, significa que alrededor de 200 mil trabajadores pactaran con los propietarios el doble aguinaldo o decidirán cerrar el negocio. Ahora bien, 4 de cada 10 trabajares están en el sector público, estamos hablando de 400 mil empleados de la burocracia, que el Estado debe sostener, si comparamos esta cifra con la del año 2006 cuando los empleados públicos era 200 mil quiere decir que en estos doce años se ha duplicado la burocracia, que está obligada a votar por el señor Evo Morales bajo pena de perder su escritorio.

Ese año, 2006, se destinaba al pago de sueldos una suma de 15 mil millones de bolivianos, debido al aumento del 100 por ciento de la burocracia ahora se destinan 40 mil millones, que representa entre el 20 al 25 por ciento del presupuesto nacional. Si alguien dudaba de que el Estado se ha convertido en la mayor fuente de empleo, ahora tiene la seguridad de así es.

El 2014 primer año del doble aguinaldo se destinaron 1.900 millones de bolivianos, el 2015 la suma subió a 2.200 millones y ahora el 2018, esta cifra será superada con creces. Ahora bien el doble aguinaldo se dice que es un premio a que durante un año la suma de bienes y servicios producidos por la economía alcanzó al 4.5 por ciento, es el esfuerzo que han realizado los trabajadores, según el gobierno, y que gracias a él se tiene ese resultado.

La realidad parece desmentir esa afirmación. El año 2015 el 35 por ciento del sector público no llegó a ejecutar ni el 60 por ciento de sus presupuestos, el 20 por ciento no alcanzó a ejecutar el 40 por ciento, o sea que en promedio la ejecución presupuestaria está entre el 25 al 30 por ciento. Esto se llama ineficacia, simple y pura. ¿El gobierno premia la ineficacia con un doble aguinaldo?, la respuesta es sí. Podemos dar ejemplos, la empresa “Quipus” que no alcanzo este año a ejecutar el 10 por ciento de su presupuesto pagará el segundo aguinaldo, el año 2014 cuando las empresas a cargo de las Fuerzas Armadas estaban cerrando por quiebra pagaron el segundo aguinaldo, el año 2015 cuando “Enatex” se declaraba en quiebra pagó el segundo aguinaldo.

Como puede apreciar estimado lector, estamos ante una fiesta de derroche de dinero de contornos folklóricos muy whipalas, casi carnavalescos, donde un país de economía muy pequeña, de condiciones limitadas y de muy pequeño mercado, se da el lujo de gastar y de favorecer con ese gasto a empresas de países limítrofes que son en realidad los beneficiarios de la fiesta.

Pasa que la economía la están manejando señores que saben hacer política pero que no tienen idea de lo que es hacer empresa. Los costos de este derroche se harán sentir en el mediano plazo y será cuando las cifras que ya están en rojo crezcan, llevando a la sociedad a una crisis como la del ochenta y tengamos que aplicar nuevamente medidas de shock para establecer equilibrios macroeconómicos.

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