Martes 19 de marzo 2024 Contacto
InicioPortadaDestacadasEspecialesBoliviaTemas
CuriosidadesEspectáculosArte y CulturaHoy EventosMujer
              

Estanque de la muerte: Sapos que explotan


2014-12-22 - 10:04:41

2005. Barrio de Alstona, Hamburgo, 2:00 AM. Sonidos parecidos a disparos suenan cerca de un estanque de la zona. Cuando los vecinos llegan a la charca no pueden creer lo que ven sus ojos: los sapos se hinchan el triple de su tamaño para terminar estallando.

Este incidente se repitió durante unos días y dejó hasta 1.000 cuerpos de sapos sin vida flotando en el agua. La noticia del macabro espectáculo llegó rápidamente a la prensa que bautizó el estanque con el nombre de Estanque de la muerte.

Dos sapos hinchándose en una charca

Primeras hipótesis

El fenómeno desconcertó a los expertos, que no lograban entender por qué explotaban los sapos.

Rápidamente se realizaron pruebas para comprobar la calidad del agua. Los resultados determinaron que no estaba contaminada y que las ranas no padecían ninguna enfermedad.

Se especuló sobre la posibilidad de que hubieran contraído un virus a partir de las heces de los caballos que pasaban por una carretera cercana. Incluso se habló de suicidios con el objetivo de controlar la superpoblación de la propia especie en la zona.

Ninguna de estas hipótesis fue acertada y parecía imposible llegar a comprender las causas de unas muertes tan poco naturales, hasta que un experto en anfibios solucionó el misterio.

La increíble resolución

El Doctor Frank Mutchsmann – especialista en anfibios – se dedicó a investigar los cuerpos de los sapos y se fijó en que tenían dos característica en común: todos tenían una herida circular en sus espaldas y les faltaba el hígado.

Tras varias comprobaciones, el Dr. Mutchsmann llegó a una conclusión: la forma de las incisiones coincidía con la del pico de un ave. El tipo de herida evidenciaba que no eran un hurón o un zorro quiénes habían atacado a los sapos, sino pájaros, en concreto, cuervos.

Según el Dr. Mutchsmann: “Era claramente obra de cuervos, los cuales son suficientemente inteligentes como para saber que la piel del sapo es tóxica y decidir que el hígado es la única parte de la que merece la pena alimentarse”.

Cuervo graznando

Al parecer, el sapo no se percata de que le están atacando hasta que no le han extraído el hígado. Una vez ocurre esto, se hincha usando su mecanismo de defensa natural. Pero como no tiene hígado – ni costillas o diafragma – que sostenga los órganos entre sí, los pulmones se hinchan de forma desproporcionada y estallan, lanzando despedidos el resto de  partes del cuerpo.

El Dr. Mutschmann teorizó que posiblemente los cuervos atacaron a los sapos durante el apareamiento de estos y por eso no se percataron de la agresión hasta que fue demasiado tarde. Una vez uno de los cuervos descubrió como atacar a los sapos sin envenenarse, el resto aprendieron mediante la observación. Un comportamiento que demuestra una capacidad de razonamiento asombrosa aunque a la vez, en este caso, bastante inquietante.

En cualquier caso, cabe añadir que el Dr. Mutchsmann aseguró que el ataque no debió resultar demasiado doloroso y que no hay que culpar a los cuervos, al fin y al cabo es parte de la naturaleza.

SUPER CURIOSO



Copyright © Hoybolivia.com Reservados. 2000- 2024
Optimizado para Resolución 1024 X 768 Internet Explorer 4.0, Netscape 4.0, Mozilla Firefox 2.0