Los hemos llamado monstruos por lo peculiar de su apariencia, de su tamaño, de su morfología. Sin embargo, no dejan de ser asombrosas maravillas de nuestros ríos.
La naturaleza, como ya sabes, es todo un abanico increíble de especies por descubrir, de animales dotados de singulares apariencias que años y años de adaptación, han perfilado en sus cuerpos para poder sobrevivir.
1. Pez raya giganteCuidado, debes ir con mucho cuidado. Antes que nada debes saber que el pez raya gigante de los ríos tiene un arma mortífera: su cola. Ésta, es capaz de atravesar incluso el hueso humano y de trasmitirte peligrosas toxinas que puedan quitarte la vida. De hecho, es casi como un látigo mortal.
¿Quieres saber cuánto mide su aguijón? 38 centímetros. No obstante, es muy poco probable que te encuentres con uno de estos increíbles especímenes, puesto que quedan muy pocos. De hecho, se sabe muy poco de su comportamiento, habitan en los ríos de Tailandia, Australia o Nueva Guinea, pero se han visto, como decimos, muy pocos.
Son criaturas muy antiguas que han cambiado muy poco a lo largo del tiempo, pesan casi 600 kilos y son de un indefinible color gris rojizo. Respiran por pequeños orificios que tienen en el lomo, y si alguna vez tienes la suerte de ver una persona, creerás que acabas de encontrarte con una especie alienígena, con una criatura de otro mundo. ¡Maravillosa!
2. SiluroEn España, por ejemplo, estos seres extraños son realmente comunes, tanto, que los llaman los “Tiburones del Ebro” debido a su tamaño, ya que en ocasiones, pueden alcanzar los 3 metros y pesar casi 100 kilos. Asombroso ¿verdad?
Los Siluros, pueden resultar fascinantes, no hay duda, pero en realidad son toda una plaga llegada de los ríos de Europa Central. Se desarrollan con muchísima facilidad desplazando a especies autóctonas, de ahí que regularmente se organicen eventos de pesca para ir en busca de estos gigantes de los ríos, toda una experiencia que reúne a decenas de curiosos y amantes de este mundo.
Los siluros son un peligro medioambiental en muchos rincones de Europa, dado su tamaño y su voracidad para acabar con otras criaturas de los ríos, de hecho, hace unos años salió en los medios una noticia realmente inquietante: se había visto a los Siuros salir de las orillas unos pocos metros para cazar palomas y ratas.
3. Pez Tigre Goliath
¿Qué evoca en tu mente la palabra “Goliath”? A algo grande ¿no es así? Exacto, pues ahora imagina un pez de metro y medio con unos dientes casi de cocodrilo. ¿Piensas que es imposible que exista un pez de estas características? Pues te equivocas, porque es real y tan terrorífico que merecía incluirse en este artículo sobre monstruos de los ríos.
Nuestro protagonista vive felizmente en la cuenca del río Congo y en el lago Tanganica y es tan voraz como rápido: toda una máquina de matar donde no se excluye, por ejemplo, el devorar cocodrilos de tamaño mediano.
A pesar de lo terrorífico de su aspecto, no se sabe que haya atacado a personas. No obstante, si alguna vez vas a pescar a alguna de estas zonas de África, debes saber que tiene como especial afición llevarse todas las presas que alcances con tu anzuelo. ¡Es asombrosamente rápido!
4. Piraña negra
Solo con pronunciar su nombre, muchas personas sienten un escalofrío, y no es para menos. Según nos explica la revista “Nature Scientific Reports”, la piraña negra es tan antigua como el propio megalodón, el ancestro gigante del tiburón blanco. A pesar de no ser especialmente grandes ( no más de 37 centímetros), debes saber que su mordedura es similar a la de un cocodrilo.
Para dar con este dato, los biólogos llevaron a cabo diversas pruebas con varias pirañas negras descubriendo que la fuerza de su mordida alcanzaba ni más ni menos que 320 newtons…
5. Salamandra gigante japonesa
Es casi de un metro y medio. Tiene la cabeza muy grande, habita en las islas de Honshu, Shikoku y Kyushu y vive casi 80 años. Obviamente, con estos datos tal vez te lo pienses dos veces antes de adoptar a una criatura de estas características, por muy fascinante que te parezcan.
Come peces y crustáceos y, a pesar de que es casi ciega, dispone de unos afinadísimos sensores para poder detectar a sus presas.
Habitan en los ríos y suelen acumular mucha grasa corporal, de ahí su impactante aspecto. No obstante, hemos de darte una mala noticia: esta fascinante criatura está en peligro de extinción. ¿La razón? Se está acabando con su hábitat natural, cada vez hay menos arroyos, menos bosques, menos rincones donde poder criar y llevar una vida en normalidad. Toda una lástima, no hay duda.
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