Ashley Stewart y su esposa Felicity se encontraron a un bebé canguro en la carretera en 2013, que pronto se volvió parte de la familia.
Dos años después, Dusty, como lo nombraron, aún vive junto con la pareja y sus dos perras, Lilly y Rosie, en su granja, cerca de Esperance, en el oeste de Australia, de acuerdo con el sitio web Over Sixty.
Además, están convencidos de que Dusty cree que es un perro, pues el canguro se pasea en la parte trasera de la pick-up junto con las perras, duerme en una cama para perro, come con ellas, busca sus cariños e incluso trata de robarse los bocados de premio para canino cada que puede.
"Subí a las perras y el estaba paseándose alrededor, mirando la pick-up. Entonces lo agarré y lo subí", relató Stewart.
"Se sienta en la parte de atrás y yo no manejo muy rápido porque me preocupa que brinque y se caiga. No brinca para subirse, yo lo cargo al subir y bajar".
De acuerdo con la pareja, Dusty también ha adoptado hábitos caninos.
"Siempre está dormido o comiendo. Cuando uno entra por la puerta, si no está acostado en su cama, se acerca en busca de cariños", relató Felicity.
"Incluso alza sus brazos y los pone alrededor de ti, como si te estuviera dando un abrazo."
Como cualquier perro, Dusty se lleva muy bien con Lilly y Rosie, pero no le hace mucho caso al gato de la pareja.
"Sólo le gusta estar con las perras, probablemente porque se cree que es uno. Duerme y come con ellas, se pasean juntos al taller y se acuesta alrededor si ve que estoy trabajando ahí", señaló Ashley.
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