Podrías dañar gravemente tu salud.

Están proliferando las tiendas de micronutrición con una oferta que verdaderamente escandaliza. Ya sea en cápsulas, sobres o líquidos, los suplementos y complementos vitamínicos están en boga.

Un informe de la consultora Persistence Market Research señala que la tendencia es mayor en Asia Pacífico (que representa un 30,7% del mercado global), Europa (27,4%) y Estados Unidos (24,8%). Mientras en Francia, la Seguridad Social cubre la micronutrición, en España, el boom es reciente, de hace tres o cuatro años.En América Latina también está de moda recientemente.

Por un lado, es verdad que nuestra agitada vida demanda una mayor ingesta de vitaminas que, como señala la nutricionista española Paula Rosso, son antioxidantes, previenen el envejecimiento celular, el dolor muscular, la fatiga, las úlceras y una gran cantidad de padecimientos. Pero, por otro, en ocasiones nos pasamos y caemos en el error de superar las cantidades diarias recomendadas.

¿Qué tan saludables son los complementos vitamínicos?

En su libro The Sense and Nonsense of Alternative Medicine, el pediatra norteamericano Paul Offit, revela algo muy interesante: la cuestión no es si la gente necesita vitaminas, sino en qué cantidad y si se pueden obtener o no en la comida. Mientras los expertos en nutrición argumentan que la gente necesita una dosis diaria que se puede encontrar en una dieta saludable, la industria de la micronutrición insiste en que los alimentos no contienen suficientes vitaminas y se necesitan mayores cantidades.

Recientes estudios apuntan a que las altas dosis de vitaminas pueden incrementar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cáncer. Offit, que también es director de la División de Enfermedades Infecciosas del Hospital Infantil de Filadelfia (Estados Unidos), cita en su libro dos ejemplos de lo que puede ocurrir con los excesos vitamínicos: en 2011, los investigadores de la Universidad de Minnesota evaluaron los casos de 39.000 mujeres mayores y descubrieron una mayor tasa de mortalidad entre las que tomaban suplementos multivitamínicos; mientras, en 2008, una revisión de todos los estudios existentes –que supuso la evaluación de 230.000 personas– encontró que los suplementos incrementan el riesgo de padecer cáncer y enfermedades cardiovasculares.

Se salvan algunos

De los miles de suplementos en el mercado, Offit rescata estos cuatro: omega-3 para prevenir enfermedades del corazón; calcio y vitamina D para mujeres post menopáusicas; y ácido fólico durante el embarazo para prevenir defectos de nacimiento.

Los expertos concluyen que una dieta variada, rica en frutas y verduras tiene un papel preventivo en el desarrollo de cáncer y enfermedad cardiovascular que no tiene la toma del complejo vitamínico.

Así pues, ante una carencia de vitaminas y antes de correr a comprar los complejos vitamínicos de moda en la tienda de la esquina, sería interesante que nos hiciéramos algunas preguntas: ¿Qué falta en mi dieta? ¿Qué estoy tomando que facilita la pérdida de vitaminas? ¿Qué hay en mi estilo de vida que necesita corregirse?

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