El cantante abrió su corazón en televisión para hablar de la dolorosa muerte de su madre, de quien no se pudo despedir; de sus hijos, a los que adora; de su mujer, de quien espera que sea su compañera para toda la vida; de sus coqueteos con las drogas; de dinero, de que no sabe cuánto tiene; de sus problemas fiscales y del problema que tuvo con el matrimonio que cuidaba una de sus casas, que intentó chantajearlo.

Alejandro Sanz es una de las grandes estrellas de la música española que triunfa en todo el mundo. Ha colaborado y compartido escenario con los cantantes más emblemáticos del panorama nacional e internacional y este domingo 31 de mayo acudía a 'Viajando con Chester' para someterse a la entrevista más íntima.

El coach de 'La Voz', el 'talent show' que arrasa en Telecinco de la mano de Jesús Vázquez y junto a sus compañeros Malú, Laura Pausini y Antonio Orozco, abrió su corazón a Pepa Bueno, en una entrevista que nos dejó una gran cantidad de titulares.

Te dejamos parte de ella:

Pepa: ¿Te han partido mucho el corazón?
Alejandro: Pues a veces, claro, claro que sí. Por lo menos una…

¿Queda algo de aquel chico de Moratalaz o el éxito lo arrasa todo?
No. El éxito de hecho no debería arrasar nada, tener éxito en lo que tú quieres lo que debería hacer es reafirmar mucho más lo que soñaste. Yo me acuerdo que cruzaba de Moratalaz al barrio de la Estrella, por la M-30, fíjate que ese puente alguna vez pensaron en llamarle el puente del corazón partío, pero no lo hicieron, no ha habido suerte, no tengo ni una maceta en Moratalaz. Tengo un día en los Ángeles, pero no una maceta en Moratalaz.

¿Te duele?
Me duele un poquito sí,… Cruzaba ese puente y me imaginaba cantando… me gustaba mucho la música. Mi padre me compró una raqueta y yo lo que hacía era… (tocarla como una guitarra). Era cuando vivía en Ciudad Lineal.

La primera guitarra es de los siete años…
Era la guitarra de mi padre, la heredé yo, mi madre iba a llevarme a apuntarme a una escuela de Kárate pero estaba cerrada y entonces me apuntó a la de guitarra que estaba al lado. Esas casualidades que cambian la vida, y ahí empiezo. La música empezó a ser lo más importante para mí, mi juguete favorito, pasaba de los ‘madelmanes’.

¿Eras tan precoz como se cuenta, para el sexo, para las chicas…?
Al final como todo el mundo, la primera chica que me gustó en el colegio le di la foto típica que te hacen en el colegio, con las manitas así y el pelito puesto… se la di y se volvió y se rió de mí en el momento o sea que no…

¿Fuiste feliz en la adolescencia?
Sí, fui feliz, tuve mis cosas como todo el mundo, me escapé de mi casa dos veces, las cosas que se hacen con esa edad, que no te sientes incomprendido a veces, vamos que no inventé la edad del pavo ya estaba ahí cuando yo llegué.

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