El precandidato ala presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano Donald Trump, reiteró en la ciudad fronteriza de Laredo (Texas) su propuesta de construir un muro para evitar la entrada de inmigrantes mexicanos.

En medio de un discurso en el que el multimillonario empresario dijo "amar" a la comunidad latina, lanzó también que "un muro en la frontera nos ahorraría muchísimo dinero. Tenemos que levantar un muro".

El magnate lidera la intención de voto en la interna republicana, según las últimas encuestas.

Trump matizó que el muro debe levantarse solo en "algunas partes" de la frontera entre ambos países. Lo curioso es que el aspirante republicano llegó a Texas invitado por un sindicato de la Patrulla Fronteriza, que, a última hora, retiró su invitación y expresó su desagrado para con el postulante.

"Empleo a miles y miles de hispanos. Amo a la gente, los latinos. Son grandes trabajadores, gente fantástica. Y quieren inmigración legal. Quieren ser legales. No quieren inmigración ilegal con todo ese tremendo crimen", dijo también Trump, a quien su discurso reaccionario le vale el apoyo de gran cantidad de conservadores, pero al mismo tiempo un rechazo visceral por parte de la comunidad latina y de los sectores más liberales norteamericanos.

"Tienen un verdadero problema aquí. Y estoy hablando de toda la frontera. Dicen que hay un gran peligro, pero tengo que hacerlo. Ustedes ven a las multitudes afuera gritando a favor de Trump porque quieren que se resuelva el problema", afirmó el empresario ante el rechazo que generó su visita entre los trabajadores inmigrantes.

La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC en inglés) había anunciado una protesta contra Trump en el aeropuerto internacional de Laredo, una ciudad cuya población es 95,6% latina según el último censo de 2010.

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