La revista ha lanzado una potente portada en la que aparecen las mujeres que acusan al actor y comediante de abusos sexuales.
Las 35 víctimas de Bill Cosby cuentan sus terribles casos en New York Magazine.
Cosby: las mujeres. Una hermandad indeseada
En el último año, decenas de mujeres han acusado públicamente al comediante Bill Cosby de haber abusado de ellas sexualmente. De momento, el actor no ha enfrentado cargos criminales, pero la lista de acusaciones ha ido «in crescendo».
Hace algunos días, «The New York Times» publicaba el segmento de una declaración de Cosby en un juicio (que arregló con el pago de una suma de dinero) en el que confesaba que llegó a usar un sedante popular de los años 70 para tener relaciones sexuales con una joven. En total, 40 mujeres han señalado a Cosby de abusar sexualmente de ellas tras ser sedadas.
Este domingo, la revista «New York Magazine» lanzó una edición muy potente cuya portada está protagonizada por 35 de esas mujeres que aseguran que sufrieron abusos por parte del comediante. La mujeres, que fueron entrevistadas por separado y sin que tuviesen contacto, retratan a un Cosby manipulador y le describen como un «depredador sexual».
La historia es la combinación de vídeos, fotos y testimonios individuales sobre estos casos. Aunque cada mujer fue entrevistada por separado, las historias son terribles en detalles y guardan muchas similitudes.
Patricia Leary Steuer, una antigua entrenadora, es una de las mujeres retratadas. Su historia, al igual que muchas otras, se remonta a la juventud. Ella tenía 22 años y estudiaba en la Universidad de Massachusetts. Fue en el campus cuando conoció a Cosby tras un discurso. Él se ofreció a ayudarle con su sueño de entrar en el mundo del espectáculo, y le invitó a una fiesta en su casa. Cuando llegó al lugar, narran en «The New York Magazine», la fiesta era solo para dos, con una mesa acomodada para una pareja. Le insistió en que le aceptara una bebida y le animó a que hiciera una improvisación. Ese es el último recuerdo claro que tiene de esa noche, ya que empezó a sentirse con mareos.
Lo siguiente que recuerda es a Cosby, de pie vistiendo solo un albornoz. Él le dijo que se había desmayado, y que se había puesto enferma. Ella no estaba nada segura de lo que había sucedido. Siguió en contacto con el comediante, que le invitaba a eventos, pero nada más ocurrió hasta que se encontró con él en Atlantic City. Ahí, él le invitó a una copa de champán, pero recuerda dos pastillas grandes también. Amaneció en la suite del actor, desnuda.
Steuer declaró bajo el anonimato en el juicio Andrea Constand, del cual se filtraron las «confesiones» de Cosby. Pidió declarar bajo pseudónimo a la revista pero después decidió que daría la cara. «Así él ya no podrá decir que estamos mintiendo», dijo.
ABC
