Prejuicios, machismo y banalidad tras evento de belleza
2015-08-03 - 08:51:23
Las críticas se convirtieron en burla y reflejaron cómo está la sociedad boliviana. Un periodista, una socióloga, una activista y una sicóloga social analizan el concurso y las controvertidas respuestas al jurado.
El prejuicio es mundial. La mirada de mujer bella como sinónimo de poco cultivada o de ‘miss tonta’ tiene 430.000 resultados cuando se introduce la búsqueda en Google.
Y sin embargo, los concursos de belleza tienen millones de seguidores en el planeta. Solo por citar un ejemplo, el último concurso de Miss Universo, organizado por la firma de Donald Trump en Miami el año pasado, fue visto por mil millones de televidentes, transmitido por NBC, la mayor cadena de televisión de Estados Unidos.
En Bolivia, las principales cadenas nacionales de televisión se ocupan de los concursos de belleza durante todo el año y cuando se trata de Miss Bolivia, las noticias empiezan con meses de anticipación. Los enfoques de la información no tienen que ver con la formación de las postulantes, sí con su silueta, su sonrisa, su cabellera y hasta la ropa que utiliza.
Es en ese contexto que, cuando se realizó el concurso de Miss Bolivia, aparte del desfile en traje de baño, las respuestas de las aspirantes a la corona a unas preguntas formuladas por exmisses y por uno que otro seguidor del concurso en redes sociales, fue lo que más llamaron la atención.
Vestidas de gala, conscientes de que su mayor concentración debía estar en su postura, su sonrisa y en no tropezarse mientras desfilaban por la pasarela, al tener que dar la respuesta, las candidatas titubeaban, pronunciaban mal algunas palabras y se confundían, proyectando cuerpos con poco intelecto.
Miss La Paz fue la primera en encarar la interrogante del jurado. Le preguntaron qué diría a quienes no gustan de los concursos de belleza y los critican. Ella respondió que los concursos de belleza están hechos para quienes gustan de los concursos de belleza y para ejemplificar complementó: “por ejemplo, a mí me gusta el fútbol y no el básquet.
Gracias”. Breve y segura en ese instante, aunque después sería blanco de durísimas críticas en medios de comunicación y, sobre todo, redes sociales. También dispararon contra la miss Santa Cruz. A ella le preguntaron qué ley “haría” y por qué.
Ella respondió de manera confusa: “Yo haría una ley para que no se dé el internet, la pornografía que todo mundo puede ver. Haría esa ley para que solo vean los adultos”. A ella le atribuyeron la intención de promover la pornografía y al día siguiente fue entrevistada por una cadena internacional en la que tuvo que sortear preguntas complejas con respuestas aprendidas. La representante de Tarija también tuvo lo suyo, cuando confundió riquezas hidrocarburíferas con “hidrocarburíficas”.
Mundo machista y superficial
Los concursos de belleza son machistas y prejuiciosos. La conclusión corresponde a una sicóloga social, a un periodista, a una socióloga y a una activista feminista. Desde la mirada de los entrevistados, hay un regodeo en la ridiculización de las concursantes, que se agranda de manera morbosa a través de las redes sociales.
La sicóloga social Alma Luz Forte considera que la reacción frente a las respuestas de las misses desnuda una sociedad superficial, donde se privilegia la imagen a otros valores; por eso, la crueldad de las críticas plasma que hay una actitud indiferente a lo emocional, que opta por la ridiculización y la burla.
El machismo que se expresa en la burla es otra de las valoraciones. “Es parte de un espíritu machista se solaza en subrayar la idiotez y la ‘idiotización’ es una parte fundamental del proceso de cosificación de la mujer”, sostiene la activista María Galindo, que es una crítica de los concursos de belleza.
Ella opina que el proceso de transformación de un ser humano (ellas) a un objeto (las concursantes) no puede ser posible sin la pérdida de la capacidad de pensar y la voluntad de actuar. Y complementa que los concursos de belleza están hechos para ese fin: “no solo son las respuestas de las candidatas, también las preguntas y toda la estructura, que es parte de un modelo transnacional”, opina.
El machismo pasa por el solaz de burlarse de las mujeres que aspiran a una corona de belleza.
“Tengo la impresión de que esa reacción es también machista, por el gusto de burlarse de una mujer. No hay respeto en esos memes, como no hay respeto en el hecho mismo de organizar un concurso de belleza”, sostiene el periodista Raúl Peñaranda y acota que estos eventos generan un “extraño morbo en algunos varones, no solo por el evidente cariz sexual de los mismos, sino también en el hecho de hacer preguntas que logren la ridiculización de las candidatas.
Si es un concurso de belleza, no tiene mucho sentido hacer preguntas de cultura general y otro tipo a las participantes. Pero cada vez que una de ellas da una respuesta que no suena inteligente, todo el mundo se lanza en picada”.
No solo las misses
La socióloga Elisa Saldías recuerda que la falta de conocimiento de la realidad no es un sello únicamente de misses y modelos, sino de muchos jóvenes que ni siquiera saben quiénes son sus principales autoridades.
Eso es evidente en los primeros semestres de la universidad, donde muchos chicos están más ocupados por las redes sociales o por la música, que por la realidad palpable de su contexto.
No obstante, en la sociedad actual se asocia con mucha rapidez la belleza con la falta de inteligencia. Es un estereotipo frecuente que predomina a la hora de evaluar a las postulantes.
Giovana Salazar es bella, de 24 años y estudiante de Derecho. Fue presentadora de televisión, pero nada de ese currículum valió cuando sus palabras fueron replicadas en decenas de memes que circularon durante toda la semana por internet.
La miss Bolivia, Claudia Schneider, también comenzó su reinado con el pie izquierdo, no solo por cómo se interpretó su respuesta sobre la ley contra la pornografía, sino también porque dijo que se sentía muy feliz de ir al Miss Universo, a pesar de su molestia por las frases del ‘dueño de ese evento’ con relación a los inmigrantes.
Las dos candidatas fueron protagonistas de las burlas de miles de personas y mientras tanto, en unas semanas más, los medios de comunicación volverán a concentrarse en las siluetas, las sonrisas y las cabelleras cuando se realice el concurso para elegir a miss Bolivia Mundo. Entonces, la preparación intelectual será minimizada por los trajes de baño.
EL DEBER
