Si no le dices a tu pareja lo que te molesta y callas esperando a que lo adivine, evitarás la tensión de una pelea pero a la larga, la insatisfacción agotará  tu interés por la relación.

Ahorrarse la confrontación porque tu pareja siempre quiere quedar por encima y tener la última palabra, acaba aburriendo. Por el contrario, si estás todo el día protestando y quejándote de todo lo que no te gusta, el/la que acabará aburriéndose es tu pareja.
A nadie le gustan las broncas pero son inevitables, a discutir se aprende. Tenemos que expresar nuestras opiniones y poder llegar a un entendimiento.

1. Ponte en su lugar, en plena batalla es difícil, pero ayuda mucho en la negociación.

2. No discutas en el auto, por la seguridad de los dos.

3. Si se ha enroscado en una idea y no hay manera de que cambie de opinión, aparca por unos minutos la discusión, pero no cambies el tema, hay que solucionarlo.

4. No grites, eleva la crispación. Controla el volumen, evitará que el otro también lo suba.

5. No humilles, se trata de llegar a una solución, no de empeorar las cosas.

6. No saques conflictos del pasado, toca resolver el que tienen ahora.

7. No divagues ni te vayas por las ramas, es desesperante esperar la conclusión a la que quieres llegar.

8. No le culpes de todos los problemas de vuestra relación.

9. Mantén la mirada, mostrará que prestas toda tu atención y tienes interés en buscar una solución.

10 y último. Un beso de pacto y reconciliación.

Cosmohispano