Una bella enseñanza que comparte una mujer luego de sufrir por alguien que no la amaba incondicionalmente:
Soy de esas mujeres que crecieron con la idea de ser autosuficientes, libres y fieles a sí mismas. Hasta hace unos años me preguntaba cómo es que algunas mujeres podían “perder” la cabeza por amor, anteponer sus deseos por los de su pareja y que su vida entera girara entorno al ser amado.
Pero un día me enamoré y yo también “perdí” la cabeza. Mi vida se transformó poco a poco. Dejé mis actividades por vivir las suyas, dejé de hacer algunas cosas que me apasionaban por estar a su lado. Me separé de mis amigos. En el fondo creí que nada valía más la pena que estar a su lado.
Por elección y no por obligación, decidí estar con alguien que me amaba, sí, pero no incondicionalmente, o al menos no como yo quería que lo hiciera.
Bien dicen que de los errores se aprende, y yo tuve que aprender en cabeza propia. Y ahora, después de meses de analizarlo, sé que merezco un hombre que me ame incondicionalmente.
Para que me quede más claro, hice una lista de lo que me gustaría encontrar en una pareja:
1. Mereces un hombre que todos los días te DEMUESTRE (no sólo te diga), lo mucho que te
2. Mereces un hombre que sepa cómo eres y aun así decida quedarse contigo.
3. Mereces un hombre que ame tus virtudes, pero sobretodo, tolere todos los errores y defectos que tienes, y aun así no tenga la más mínima intención de cambiarte.
4. Mereces un hombre que tenga propósitos y objetivos en su vida. Que sepa qué quiere y cómo pretende lograr eso que tanto desea.
5. Mereces un hombre que quiera tenerte en su presente y su futuro (al menos inmediato).
6. Mereces un hombre que confíe en ti plenamente.
7. Mereces un hombre que se sienta orgulloso de estar contigo.
8. Mereces un hombre que grite a los cuatro vientos lo feliz que está de tenerte en su vida.
9. Mereces un hombre que te tome de la mano al pasear, que te bese de improviso, que te sorprenda con detalles que no pediste pero agradecerás.
10. Mereces un hombre que ame y acepte a tu familia, porque ellos son una parte vital de tu vida.
Pero lo más importante que aprendí: por encima de todo, sé feliz tú misma porque tú eres todo lo que necesitas para estar bien. Si te das el valor que mereces, entonces harás que los demás también te lo den.
ACTITUD FEM
