No tengo curvas, tengo el culo gordo, pero también soy fantástica. Lo dice Whitney Way Thore, una bailarina que, debido a un desorden hormonal, comenzó a engordar hasta superar los 170 kilos.
Lo que podía haber sido la mayor de sus pesadillas se ha convertido en su forma de ganarse la vida, dando una lección a todos aquellos que se burlaban de su obesidad. Whitney protagoniza 'Gran-diosa' (My Big Fat Fabulous Life), la serie que ha estrenado en España canal DKiss en la que muestra cómo es el día a día de una joven con sobrepeso.

Esta mujer de sonrisa perenne comenzó a ganar peso de forma descontrolada durante su paso por la universidad. Sin saber muy bien los motivos de su insólita transformación física, se sometió a diversos análisis médicos hasta que fue diagnosticada con un síndrome de ovario poliquístico. Esos fueron los años duros para Whitney Thore, que sufrió el rechazo social debido a esos cambios hormonales.

Pero, en vez de amilanarse, la bailarina, que había alcanzado ya los 172 kilos de peso, decidió superarse a sí misma. ¿Y cómo lograr sentirse cómoda de nuevo? Subiendo un video en Youtube que, efectivamente, se volvió viral en muy poco tiempo. En este corto, al que llamó explícitamente “A fat girl dancing” (una chica gorda bailando), demostraba a los que le juzgaban por su apariencia simplemente eso: que era capaz de moverse igual de bien que siempre a pesar de su voluminoso cuerpo. La sensual coreografía –a ritmo de Wiggle, de Jason Derulo con Snopp Dogg– dio la vuelta al mundo a inicios de 2014 y todo cambió.

La plataforma o­nline dio voz a Whitney, una de esas tantas mujeres cuyo inusual físico, si nos atenemos a los modelos establecidos socialmente, había condicionado los mejores años de su vida. Así fue cómo tuvo la oportunidad de contar sus experiencias en el reality 'Gran-diosa' que ha estrenado esta semana en España DKiss. Dos temporadas durante las cuales esta joven llena de energía pone sobre la mesa los prejuicios de los demás (y los suyos propios); muestra su relación con amigos y familiares (su madre es una roba escenas de cuidado), cómo ha sido su carrera como bailarina y, sobre todo, ese viaje hacia un estado saludable tanto mental y físico, como emocional.
En un episodio, Whitney se atreve, después de una década sin usarlo, a lucir un bikini en la playa o a volver a montar en bicicleta. En otros, sigue las indicaciones de un entrenador personal, abandona para siempre su plato favorito de pasta o se mueve en moto por culpa de un dolor de espalda durante el desfile del Día de San Patricio. También es elocuente ese momento en el que la protagonista se ve en la obligación de dar explicaciones sobre su estilo de vida a esos internautas que le hacen sentir vergüenza de sí misma. Junto al reality, Whitney convoca a sus seguidores a través de un podcast.


El reality no solo consigue mostrar cómo alguien puede llegar a aceptarse tal y como es, asumiendo sus propias diferencias, también alienta a todas aquellas personas, hombres y mujeres, que no siguen los cánones de belleza a unirse a ella a través de la campaña NoBodyShame #nobodyshamecampaign. “No Body Shame afirma que no es necesario el permiso de la sociedad para ser feliz. Ámate. Vive plenamente. Sin excusas. Sin vergüenza”, resume la propia Whitney.
El discurso de esta profesora de baile tomó más fuerza tras el ataque de la cómica y estrella de Youtube Nicole Arbour, que subió un vídeo sugiriendo que la gente obesa debería sentir vergüenza para así perder peso. Thore contratacó con un vídeo en el que aseguraba que “la vergüenza a estar gordo es un problema desagradable que todos hemos experimentado, especialmente las mujeres”.


En esa misma línea, esta profesora de baile, que vive en Carolina del Norte con sus dos gatos (también protagonistas de algunos de sus episodios), ha publicado en mayo el libro 'I do it With the Lights o­n: And 10 More Discoveries o­n the Road to a Blissfully Shame-Free Life' (Lo hago con las luces encendidas y otros 10 descubrimientos para llevar una vida dichosa libre de vergüenza), “En este libro los lectores entenderán cómo he conseguido ser feliz y esa mujer fuerte que podéis ver en mi programa”, contaba a la revista People. “Cuento mucho más de lo que se ve en un episodio de media hora en el que hay que cortar. Revelo los retos y triunfos que me han hecho ser la persona que soy”. ¿Y ese titular? “Sentirse cómoda y orgullosa en tu propia piel es más difícil en el dormitorio, donde nos sentimos más vulnerables. Ésa fue mi prueba de fuego. Una vez que pude tener sexo con las luces encendidas supe que lo había conseguido”.

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