Puede parecer divertido, incluso fácil, pero detrás de cada escena que se ve en una película hay horas de preparación y rodaje, que no siempre tienen lugar en las mejores condiciones.

Desde el popular serial de YouTube llamado ‘Ask a pornstar’, algunos de los nombres más importantes del porno norteamericano han contado sus anécdotas y los aspectos más duros de su jornada laboral.

Horas de trabajo que realiza un actor porno varían según el país. La actriz Claire Robbins, por ejemplo, contaba que una jornada laboral normal en el porno estadounidense es de unas cuatro o seis horas. Prácticamente una jornada laboral en cualquier otro trabajo. Esto hace que indudablemente en algunos momentos de la misma se haga incluso complicado psicológicamente, lo que lleva además el añadido de que a veces habrá que hacer cosas que resulten algo incómodas o molestas.

Robbins estaba acostumbrada a la jornada laboral norteamericana y cuenta cómo un rodaje en Francia se le hizo la experiencia más complicada que ha vivido a nivel laboral: “En Francia una jornada normal es de 12 horas y esta puede alargarse. Un día estuve 18 horas seguidas practicando sexo. Es extenuante”, contaba la actriz.

Una industria millonaria

Estados Unidos es el mayor productor de cine porno a nivel mundial. Lo que podríamos llamar la capital del porno se sitúa en San Fernando Valley, en Los Ángeles (California). Allí se mueven unos 70 mil millones de dólares cada año.

Tal y como contaban las estrellas en ‘Ask a pornstar’, en EEUU se hacen, los días de mucho trabajo unas dos o tres escenas al día. Puede no parecer mucho a simple vista, pero el propio actor Shane Diesel contaba que un día estaba tan agotado que no pudo con más de dos escenas.

Por su parte, la actriz Aubrey Snow dijo haber llegado a hacer nueve escenas diferentes en una sola jornada: “Hice cuatro escenas por la mañana, por la tarde una sesión de fotos y otros cuatro ‘shows’ de cámara al llegar a casa”.

¿El trabajo mejor pagado?

Quizá pese a todos estos testimonios, aún tengas esa imagen prototípica del mundo del porno como el trabajo idílico que nunca tuviste, al fin y al cabo sí, puede ser duro, pero "es que ganan un dineral". Pues bien, esto es así a medias.

Efectivamente, las estrellas del porno ganan cuantiosas sumas de dinero, pero este término hace referencia a solo un puñado de actores que alcanzan renombre internacional dentro de la industria del porno. El actor Nacho Vidal, por ejemplo, puede ganar unos tres mil dólares por cada escena de sexo que haga, pero el caché no es el mismo para la mayoría de actores que no son famosos. Digamos que pasa como en el fútbol; los jugadores de primera división acumulan cuantiosas sumas de dinero mientras que los jugadores de segunda o tercera división están a menudo mal pagados. Por no hablar del porno ‘amateur’, que en la actualidad está muy de moda y suele pagarse mucho peor.

Las estrellas del porno Violet Monroe y Anikka Albrite contaban que los días en los que más trabajo han llegado a tener hicieron tres escenas. Otra actriz, Allie Haze, dijo que había llegado a hacer cuatro escenas en un solo día, lo que le resultó “agotador físicamente”. “Al final del día estás abrumado. Es algo que probablemente no volvería a hacer”, añadió.
Shane Diesel en 'Ask a pornstar'. (YouTube) © Proporcionado por El Confidencial Shane Diesel en 'Ask a pornstar'. (YouTube)
‘Pornostars’ por vocación

Y es que realizar ese trabajo durante tantas horas seguidas conlleva mucho desgaste, psicológico y físico. En una entrevista anterior, Rocco Sifredi hablaba de las nuevas generaciones de actores porno. “Ninguno es natural. Usan pastillas vasodilatadoras -como la viagra- para mantener una buena erección. Eso es muy malo porque cuando el cuerpo se acostumbra a las pastillas deja de reaccionar de forma normal. Si a los 20 años haces cosas así, a los 35 ya no puedes tener erecciones naturales”, decía el actor italiano.

Brain Street Team, uno de los grandes nombres del porno estadounidense, afirmó que el día de trabajo más intenso que había tenido fue de dos escenas y media.

Además de hablar sobre sus experiencias, también contaron qué les hubiera gustado ser de no haberse dedicado al porno. La mayoría de las estrellas dijeron que sin duda se hubieran dedicado a alguna profesión relacionada con el erotismo, como el ‘striptease’, por ejemplo. Sin embargo, otras se decantaron por profesiones como la fotografía o las finanzas.
EL CONFIDENCIAL