Claudia Beard, una joven estadounidense, que luego de creer que no tenía más familia que su madre y abuelos, descubrió a sus 17 hermanos.
Esto, debido a que fue producto de la inseminación artificial.
En un giro dramático de vida, la chica aseguró en entrevista que cuando su madre le comentó que había encontrado a otros que venían del mismo donador, se emocionó y decidió buscar a sus medios hermanos, aunque no a su “padre”.
Recuerda también como era su vida antes de saber que existían más personas como ella, y la forma en que siempre observaba la hoja de perfil de su “progenitor” y sentía que le hacía falta.
“Yo tenía (esta hoja) en la sala. Ese era mi padre. Era divertido y raro. No quería pensar mucho en eso, pero era mi vida”, compartió Beard, al mismo tiempo que reflexión: “nunca había conectado los puntos, sabía que había usado un donador, pero no se me ocurrió que podía haber otros niños”.
En 2013, Claudia conoció finalmente a todos sus hermanos, y comenzó una gran amistad con una de ellos, Eva, con quien este año viajó a Israel, ya que de forma muy extraña, todos son judíos, al igual que el donador.
Durante la aventura en el país de oriente medio, a las dos mujeres solían llamarles "hermanas", debido al gran parecido que tienen. “Yo la considero una de mis mejores amigas”.
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