Comer un solo alimento es un trastorno de la alimentación. Salsa de
tomate. Sopa de tomate. Mermelada de tomate. Frijoles entomatados. Pizza
de tomate. Kétchup. Y, por supuesto, tomates al natural. Así fue la
dieta de Liam Pierce durante 12 años.
“Había cosas que no fueran tomates, pero muy pocas. Y siempre con Ketchup“, le contó Liam a la BBC. “Nada de frutas o vegetales (además del tomate)”, explicó el joven.
Pero su peculiar dieta no se trataba de un simple capricho. Liam sufría un trastorno psiquiátrico.
La madre de Liam, Helen, dice que la experiencia fue “traumática” para ambos.
“Mi sensación a la hora de pensar en comer otros alimentos era la misma que una persona con aracnofobia al ver una araña. Era como salir de mi zona de confort”, relató Liam en entrevista radiofónica con la BBC.
Es una enfermedad rara y poco conocida: el “síndrome de la alimentación selectiva” (también conocido como SED o ARFID, por sus siglas en inglés).
Se trata, según los expertos, de una neofobia alimentaria que afecta principalmente a niños y que se puede extender hasta la adolescencia.
¿Qué es el síndrome de la alimentación selectiva?
Es una fobia asociada a ciertos alimentos y muchas veces se conoce como “neofobia”
No se trata simplemente de ser “quisquilloso” con la comida (la mayoría de los niños lo son)
Cuanto más tiempo persiste, mayor es el rechazo a ciertos alimentos.
LA OPINION