A inicios de julio, Betsy Davis envió un mensaje electrónico a sus mejores amigos para invitarles a una fiesta de dos días:
Estas circunstancias son diferentes a las de cualquier fiesta que hayan tenido antes, pues requieren fortaleza emocional, y ser abiertos y centrados.
Y una sola regla: No se podía llorar delante de ella.
Davis, una artista de 41 años que padecía esclerosis lateral amiotrófica, realizó la fiesta para despedirse antes de convertirse en una de las primeras personas en California en usar fármacos para eutanasia de conformidad con una nueva ley estatal que da esa opción a los enfermos terminales.
"Para mí y todos los invitados, fue algo muy difícil de ponderar, pero no había dudas de que estaríamos allí con ella", dijo Nierls Alpert, un camarógrafo de Nueva York.
24 de julio del 2016.
"La idea de ir a pasarnos un hermoso fin de semana que culmina en su suicidio no es algo normal, no es una ocurrencia normal. En el trasfondo de la diversión, las sonrisas y risas que tuvimos ese fin de semana estaba el conocimiento de lo que iba a suceder".
Davis elaboró un detallado programa para la reunión del fin de semana del 23 y 24 de julio, incluyendo la hora precisa en la que pensaba entrar en coma, y compartió esos planes con los invitados.
Más de 30 personas acudieron a la celebración en una casa rodeada por un portal en el pintoresco pueblo de Ojai, en el sur de California, procedentes de Nueva York, Chicago y otras partes del estado.
ASSOCIATED PRESS