Parece que para esta chica todo vale si se trata de darse un gustito mientras ve su peli.
Priscilla Bañuelos, una chica de 18 años originaria de California desarrolló el plan perfecto para comer sandía en una sala de cine: se pegó la fruta al vientre y fingió estar embarazada.
Cuando logró entrar, se sacó la sandía y le entró duro y tupido. Sus amigos también llevaron helado y jugos de distintos sabores para acompañar la botana.
Sin embargo, al salir notaron que no había recipiente para la basura y tuvieron que dejar los restos dentro de la sala, lo que enfadó a los empleados.
"No pudieron limpiar su desastre", publicó un usuario de Twitter.
DIARIO UNO