Se trata de Lil Miquela, una modelo virtual que despertó un gran debate en las redes sociales a partir de su apariencia ficticia. Por qué causa tanta fascinación.
Lil Miquela es una modelo virtual que despertó un gran debate en las redes sociales
Hace no mucho tiempo apareció en Instagram una supuesta modelo que confundió a mucha gente. Se trata de "Lil Miquela", una joven estadounidense que irrumpió en las redes y despertó dudas sobre su existencia debido a la perfección de su cuerpo y su rostro en las fotos que exponía.
La discusión sobre Miquela giró en torno a que ella vive y actúa como una persona normal pero su apariencia posee rasgos "informáticos". De hecho, las fotos de Miquela parecen salidas de un videojuego de realidad virtual: su piel tiene un aspecto intangible, sus sombras son un tanto planas, el movimiento de su pelo carece de naturalidad y su belleza computarizada produce en sus seguidores una sensación extraña e incómoda.
Pese a su condición de modelo virtual, muchos de sus casi 100 mil seguidores (que cosechó en sólo cinco meses) en verdad creen que es real y llenan de halagos los comentarios de sus post provocativos, sensuales y trendy. Con sólo 88 publicaciones, Lil Miquela se convirtió definitivamente en una muy misteriosa it-girl.
Con las aguas divididas entre quienes piensan que es real y quienes se desesperan por probar que es una animación bien lograda, se abrió otro debate: si Miquela no es real ¿quién la creó? ¿quién maneja la cuenta? ¿por qué? Existen varias teorías, incluso debatidas en los comentarios publicados por los seguidores junto a las fotos.
Muchos consideran que se trata de una muy buena estrategia de marketing. Esta teoría tiene cierto sustento: Miquela hace referencia constantemente a lugares físicos de Los Ángeles donde alega haber ido de fiesta, o nombra marcas de ropa que afirma haber usado y publica constantemente imágenes. Incluso, se llegaron a postear selfies en sus cuentas de Twitter, Instagram y Tumblr con modelos, artistas y músicos, que luego también publican el material.
La segunda teoría, un poco más improbable pero sostenida por muchos usuarios, es que es una publicidad no convencional de la versión número 5 del juego The Sims, un famoso videojuego de simulación social.
La última hipótesis, que también suma más fuerza con el pasar del tiempo, es que Miquela es un proyecto artístico de una diseñadora gráfica que retoca sus propias fotos digitalmente. Según varios expertos, la perfección gráfica de Miquela sólo puede lograrse a través de la combinación de fotografía y animación.
¿Quiénes son las principales sospechosas de la obra de arte 2.0? La primera es Molly Soda, una artista y personalidad de internet, que tiene un estrecho parecido en su aspecto y su estilo con la modelo ficticia y aparece en una selfie con ella en la cuenta de Miquela. La otra es Nicole Ruggiero, una artista digital que trabaja casi exclusivamente con el diseño 3D y que se convirtió en "candidata" luego de comentar por primera vez en uno de los primeros post de Instagram de la it-girl. Consultada por Caitlin Dewey, periodista de The Washington Post, Ruggiero negó ser la autora y dijo: "Ella parece muy realista, una verdadera influencia social. Al que se le ocurrió esto es brillante".
Desde el mismo periódico intentaron comunicarse además con todas las personalidades que aparecen en sus fotos y sólo recibieron la respuesta del personal de prensa del cantante y compositor Tom Krell -con quién Miquela subió una foto haciendo una videollamada- que dijo: "No tengo idea de qué se trata, pero seguro que es divertido". Por ultimo, recurrieron a contactarla a través de un correo electrónico que aparece en su perfil pero, luego de una respuesta amable con la firma de "Miquela Sousa", recibieron otro correo de un sello musical conocido donde decía que apreciaban el contacto pero que Miquela no estaba disponible para entrevistas.
En esta cultura occidental moderna -reinada por una ansiedad persistente sobre la relación entre lo real, lo verosímil y lo que se muestra en las redes sociales- muchos explican la incomodidad que produce Miquela como un fenómeno que suele darse en torno a la robótica y las animaciones: a pesar de que al ojo humano le agradan los personajes irreales, su imagen se torna cada vez más insatisfactoria a medida que éstos comienzan a tener una apariencia cada vez más humana.
Mientras el misterio siga sin resolverse, la modelo virtual seguirá sumando seguidores y detractores a través de sus fotos y continuará promocionando y convirtiendo en tendencia a diversos artistas, lugares y marcas de ropa.
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