Quizá lo has encontrado navegando por la red. Están en todas partes: Facebook, Instagram, Twitter... Los hay famosos y anónimos, atractivos y del montón, con poses llamativas o de andar por casa. Pero tienen algo en común: son hombres y llevan una única uña pintada de colores.
No tiene nada que ver con la estética, ni con los retos virales que invaden las redes día tras día. La iniciativa parte de la o­nG australiana YGAP, aunque ya ha traspasado sus fronteras para convertirse en un fenómeno global. El objetivo no es otro que concienciar a la población mundial de la pesadilla diaria de miles de niños. Con el hashtag#Polishedman (un juego de palabras entre refinado y lacado), miles de hombres se han unido ya a esta gran campaña contra el abuso infantil.
Esa única uña coloreada simboliza que uno de cada cinco niños sufren abusos físicos y sexuales antes de llegar a los 18 años. El motivo de que sea una campaña centrada en el género masculino (aunque las imágenes de mujeres mostrando su uña pintada también son bienvenidas) es que un 90% de la violencia sexual contra niños viene infligida por hombres. "Ser un Polished Man significa no dar la espalda a los más vulnerables", reza la web de YGAP.
La idea de esta campaña nació cuando Elliot Costello, presidente de la o­nG, conoció a Thea en un viaje a Camboya. La niña, víctima de abusos y malos tratos, compartió con Elliot su historia y, en agradecimiento, le pintó las uñas. El presidente decidió entonces utilizar ese gesto infantil como símbolo de la campaña en las redes sociales.

Además de las fotografías compartidas en las redes sociales para crear conciencia, la organización destinará las donaciones recibidas a programas para la recuperación física y psicológica de los niños maltratados alrededor del mundo.
Personajes públicos como el actor australiano Chris Hemsworth o el DJ y productor Didier Cohen o el cantante Vance Joy ya han colaborado en sus perfiles sociales.
EL MUNDO