El MAS tiene un gran problema con la reelección o la sucesión
19/10/2014 - 09:30:16
P�GINA SIETE.- El excanciller Gustavo Fern�ndez Saavedra cree que el Gobierno tendr� un "problema enorme� a la hora de decidir entre la reelecci�n o la sucesi�n del presidente Evo Morales. Si el Mandatario se decide por la reelecci�n deber� emprender una reforma constitucional "complicada�, incluido un refer�ndum y le entregar� una "gran bandera� a la oposici�n, ya que la reelecci�n es "un asunto hist�ricamente impopular�.
Si escoge el camino de la sucesi�n abrir� la pugna interna en la coalici�n gubernamental. "Si el Gobierno tiene la obligaci�n de mantener su unidad, la oposici�n tiene la obligaci�n de construirla�, dice en la entrevista dominical de P�gina Siete al analizar los desaf�os de Gobierno y oposici�n tras las elecciones del 12 de octubre.
�Cu�l es su primer balance de las elecciones del 12 de octubre?
Creo que las fallas del proceso electoral, sobre todo las del TSE, han sido la nota dominante. Las observaciones de la misi�n de la OEA se concentran en tres puntos. Se ha mencionado la lentitud del c�mputo y de la transmisi�n de datos y sus eventuales consecuencia en la credibilidad de los resultados, pero hay otras dos muy importantes que tienen que ver con las condiciones de equidad del proceso electoral, que son las del financiamiento de los partidos y el uso de los medios del Estado en la campa�a. Efectivamente hay un enorme abismo entre los recursos de unos y otros, como se ha demostrado a lo largo de toda la campa�a, y que han afectado al balance de la competencia. Es evidente que la imparcialidad del tribunal es una condici�n importante de la conducci�n del proceso electoral. Los tribunales electorales no siempre son imparciales, pero, como ocurre en varios pa�ses y en la experiencia anterior de Bolivia, el control del �rgano Electoral est� a cargo de los propios partidos pol�ticos que lo integran. Ellos se controlan rec�procamente, pero un �rgano sin ning�n control y con una imparcialidad discutible deja las dudas que se est�n dando ahora y que no deber�an ser tan fuertes si se mira la magnitud del resultado. La diferencia es tan grande que esas observaciones pierden fuerza, pero en una competencia m�s apretada, sin duda, provocar�an muchos problemas�
�Se podr�a decir que hay ineptitud en el TSE antes que un fraude para favorecer al partido oficialista?
La opini�n p�blica nunca tuvo confianza en la imparcialidad del tribunal. En la encuesta de P�gina siete de julio pasado, s�lo el 12% de los encuestados dec�a que confiaba en el tribunal. Eso viene de antes, no de ahora. La ciudadan�a no ve al tribunal como un �rgano independiente, como un �rbitro capaz de conducir esta contienda. Adem�s de esa circunstancia, que es fundamental, est� la segunda: varias irregularidades que han quedado en evidencia en los �ltimos d�as ponen en duda la eficiencia del tribunal.
Entonces, �c�mo ve el panorama postelectoral?
Mirando esta campa�a con una cierta perspectiva hay un dato importante que subrayar: el sistema pol�tico se est� sedimentando. En el periodo de la llamada "democracia pactada� se ten�a siete, ocho partidos que compet�an y se pon�an de acuerdo en las famosas "megacoaliciones�, que m�s que concertaciones pol�ticas terminaron siendo soluciones de intereses. Por eso se desacreditaron y por eso cay� ese sistema. De ese sistema se pas� a otro de una enorme hegemon�a de un partido, m�s claramente de un liderazgo, el de Evo Morales. Estas elecciones han dejado un sistema sedimentado en dos grande fuerzas, una fuerza oficialista important�sima y una segunda que empieza a cuajar. Se presentaron s�lo cuatro candidaturas de oposici�n, de las que claramente dos representaban la misma base electoral, UD y PDC, para no hablar de coincidencias ideol�gicas que no se hicieron patentes a lo largo de la campa�a. Las otras dos, que quedaron claramente rezagadas, el MSM y el Partido Verde, son manifestaciones de la oposici�n de izquierda que no tienen la misma base electoral de la UD y el PDC. Ahora vamos a tener una gran fuerza, el MAS, y una nueva fuerza de oposici�n, que seguramente va a tener dificultades para cuajar. El otro dato interesante es que parecen haberse limado las grandes fricciones, la que exist�a entre oriente y occidente, y la otra que parec�a ser en su momento el detonante de un fuerte enfrentamiento social, entre el de campo y la ciudad. Las dos grandes diferencias han quedado aparentemente superadas en esta elecci�n. Esto muestra la maduraci�n del proceso democr�tico boliviano�
�Rumbo a un bipartidismo?
No s� si se llagar� a un bipartidismo. Yo creo que podemos examinar las dos opciones con las que se est� quedando el electorado. Primero, la opci�n del oficialismo, la opci�n del MAS. Es claro que en el curso de los �ltimos a�os este proyecto cambi� sustantivamente su estructura respecto del original: fueron expulsados los ind�genas de las tierras bajas; la presencia de los ind�genas de las tierras altas, antes dominante, se ha ido diluyendo; un importante grupo de intelectuales ha escogido el camino de la disidencia y est�n en la oposici�n. Paralelamente a esa di�spora, el MAS logr� acceso a los empresario de oriente y a las clases medias urbanas. De esa manera se cre� una coalici�n, una alianza impl�cita, informal, entre los empresarios de occidente: cocaleros, cooperativistas, transportistas, comerciantes populares, y los empresarios de oriente. Esa base social es m�s amplia y s�lida que la original, pero toma las banderas de la estabilidad y no las del cambio revolucionario. Es interesante ver c�mo en el proceso de ganar votos de las clases medias el MAS marcha hacia el centro. Ampl�a su base, es cierto, pero cambia su naturaleza, aunque conserva la ret�rica. La esencia del proyecto actual es distinta del original.
�C�mo administra el Gobierno su victoria y c�mo administra la oposici�n su derrota?
El Gobierno tiene un problema enorme, muy complicado de administrar, el tema de la reelecci�n. Si tiene los dos tercios ser�n unos dos tercios muy apretados y la reelecci�n es un tema impopular. En la misma encuesta de P�gina siete, el 60% de la gente dec�a que Evo ten�a derecho a otro mandato, pero el 76% dec�a que no deb�a haber una nueva reelecci�n. Pero adem�s, para avanzar a la reelecci�n hay que hacer una reforma constitucional muy complicada y un refer�ndum. Si no escoge el camino de la reelecci�n y decide que esta es la ultima presidencia, como lo lleg� a decir Evo en los �ltimos d�as de su campa�a, se plantea otro problema, el de la sucesi�n y la sucesi�n comienza al d�a siguiente�
Garc�a Linera ya sugiri� el nombre de David Choquehuanca�
As� es. El Gobierno est� entre dos cuestiones igualmente complicadas. Plantear la reelecci�n, con todo lo que eso significa, servir�a para que la oposici�n encuentre una gran bandera, un plebiscito sobre la reelecci�n, un asunto hist�ricamente impopular, y el otro, el de la sucesi�n interna, que abrir�a diferencias en lo que es claramente una coalici�n de sectores econ�micos y sociales que no necesariamente tienen intereses compartidos. El MAS no est� unido por la ideolog�a, est� unido por una coincidencia de intereses alrededor de un proyecto que, por su naturaleza, en un pa�s como Bolivia, tiene que ser plural.
�Y cu�l es el desaf�o de la oposici�n?
Creo que la oposici�n no lo hizo tan mal. La oposici�n esperaba algo peor. El haberse acercado al 40% en las circunstancias en las que se produjo la elecci�n, no est� mal. No estoy hablando del control estatal, estoy hablando de las condiciones excepcionales de bonanza econ�mica y estabilidad econ�mica y social que fueron el gran elector de Evo Morales. Las condiciones de crecimiento de estos �ltimos cinco a�os fueron mayores que las del anterior quinquenio. Superadas o postergadas las confrontaciones que se dieron antes en El Porvenir, en La Calancha, en Cochabamba, el hotel Las Am�ricas, estos cinco a�os fueron de estabilidad y paz social. La combinaci�n de paz social y crecimiento econ�mico eran excepcionales y, en esas circunstancias, la oposici�n logr� sacar un 40%. Tuto y Samuel no tienen diferencias ideol�gicas fundamentales, pero s� tienen profundas diferencias personales que han quedado de manifiesto estos d�as; se han dicho muchas cosas y las ofensas personales pesan mucho en la vida pol�tica. La oposici�n tiene una tarea muy complicada, que es la tarea de construir su unidad. Si el Gobierno tiene la obligaci�n de mantener su unidad, la oposici�n tiene la obligaci�n de construirla. Y esto se va a poner a prueba bien pronto, en las elecciones municipales y de gobernadores del pr�ximo a�o. O sea, el juego se puso muy interesante, pero tambi�n cambi� el entorno. El sistema pol�tico tiene manifestaciones diferentes a las del pasado, es otro sistema, m�s sedimentado, pero con un entorno econ�mico y un entorno internacional tambi�n distintos.
