La madre de Miss Honduras y una dramática confesión sobre la vida imprudente de su otra hija

26/11/2014 - 11:21:17
Infobae.- Sof�a Trinidad Alvarado Mu�oz era "imprudente y rebelde" y eso fue lo que permiti� que tanto ella como su hermana Mar�a Jos� Alvarado (Miss Honduras Mundo) fueran asesinadas. La descripci�n es dura, pero pertenece a alguien que conoc�a como nadie a ambas: Teresa Mu�oz, la madre de las j�venes cuyos cuerpos fueron encontrados hace una semana.

En una entrevista reproducida por el diario El Heraldo, Mu�oz cont� la personalidad de la menor de sus hijas, quien llev� por el mal camino a su hermana. "La perdono", se�al� la mujer, profundamente dolida por las p�rdidas violentas.

"La perdono por llevar a Mar�a Jos� a su muerte. Ella no era una mala persona, pero era ingenua y confiaba y escuchaba m�s a sus amigos que a su familia", relat� Mu�oz a un diario brit�nico. Pero no era su madre la �nica que la alertaba sobre su relaci�n con Plutarco Ruiz. Tambi�n sus amigos m�s allegados estaban preocupados por ese v�nculo, ya que consideraban al hombre una persona peligrosa. Mu�oz sigui� con su lamento: "Yo quisiera que ella hubiera escuchado mi consejo. Mis hijas estar�an vivas y no tendr�amos miedo de nuestras vidas. Todo el mundo que la quer�a le advirti� que esto terminar�a mal".

El noviazgo de Sof�a con Ruiz no fue sin embargo la primera vez que desoy� los consejos de su familia. Su primera relaci�n fue con un hombre a quien Mu�oz califica como "borracho" y que no era el "adecuado" para ella.Pero el v�nculo comenz� en secreto y prosper�. El hombre se llamaba Lesvin Fern�ndez y ten�a 11 a�os m�s que ella, que ten�a por entonces apenas 18 a�os. "Le dije que no era adecuado para ella, que era demasiado viejo y que no era una buena persona, pero ella no me escuch� y empezaron a salir en secreto", record�. Hace poco m�s de un a�o, el hombre fue asesinado. La pareja vivi� hasta entonces juntos.

Seg�n relata El Heraldo, la enfermedad del padre de las j�venes no ayud� a la uni�n y organizaci�n familiar. Sof�a sal�a m�s veces sola y en ocasiones llevaba consigo a Mar�a Jos�, quien admiraba a su hermana. Seis meses m�s tarde, el c�ncer de est�mago del hombre termin� con su vida y la familia termin� de desmembrarse.

"Sof�a nunca quer�a decirme d�nde o con qui�n estaba", relat� Mu�oz y agreg�: "Ella nunca contestaba el tel�fono cuando la llamaba, tampoco los mensajes de texto. Ten�a que pedirle a Mar�a Jos� que la llamara porque solo a ella le contestaba las llamadas".

Pero fue su relaci�n con Plutarco Ruiz lo que marcar�a el final de su vida. Las salidas comenzaron en septiembre pasado. Sof�a era maestra en un secundario para adultos de San Vicente Centenario y �l era su alumno. Las referencias que llegaron a o�dos de Mu�oz no fueron los mejores. Por el contrario, las palabras "narcotr�fico" y "Ruiz" estaban emparentadas en el vecindario. "Eran conocidos como una familia ligada al narcotr�fico; eran personas violentas y su padre y su hermano hab�an sido asesinados a causa de su participaci�n en carteles de la droga", explic� la mujer.

"Me sent� con Sof�a y le dije lo que mi amiga me hab�a dicho y ella se sorprendi� al escucharlo. Le dije que ten�a que romper la relaci�n porque era una persona peligrosa y que deb�a hacerlo de a poco para evitar cualquier problema. Me escuch� y estuvo de acuerdo conmigo", manifest� Mu�oz.

Sin embargo, no fue sencillo y Ruiz no dej� por terminada la relaci�n. "Recuerdo haber escuchado a Mar�a Jos� decirle que no cayera de nuevo en la trampa, que deb�a olvidarse de �l. Incluso comenz� a conducir delante de nuestra casa en su camioneta, haciendo presi�n". Lo que la familia no sab�a era que no se trataba de "presi�n", sino de una actitud peligrosa y amenazante. "Finalmente, Sof�a fue a su fiesta de cumplea�os e incluso le horne� un pastel", agreg�.

"El d�a antes de la fiesta, cuando estaba haciendo el pastel aqu� en la casa le preocupaba que no le gustara. Mar�a Jos� le dijo que si �l realmente la amaba como le dijo, le gustar�a el pastel, como fuera", dijo Mu�oz. En esa fiesta de cumplea�os se producir�a el doble crimen. El pastel no fue el motivo, sino un ataque de celos de Plutarco, que no s�lo termin� con la vida de su novia, sino tambi�n con la de Miss Honduras Mundo, en la pista de baile, donde la Polic�a encontr� perforaciones de bala y un pastel sin degustar.

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