La bruja cuya detención causó un terremoto en Madrid en el XIX
01/12/2014 - 13:31:25
ABC.es.- A principios del siglo XIX, el n�mero 6 de la calle Cantarranas, ahora reconvertida en la de Lope de Vega, era un diario bullir de gentes en busca de sanaci�n, consuelo espiritual, consejo financiero o asesoramiento pol�tico. Y todo de la mano de una misma persona, la llamada �beata Clara�. Aunque finalmente se demostr� que poco ten�a de santa, durante unos cuantos a�os lo m�s granado de la sociedad madrile�a y de la Corte se reun�a en sus aposentos con el incontrolable deseo de mejorar sus vidas.
Experta en bebedizos, magia y supercher�a, como recuerda Jes�s Callejo en su libro �Un Madrid ins�lito�, esta mujer lo mismo ofrec�a recomendaciones para un mal de amores que para problemas de esterilidad o de dinero, pasando por apuestas o asuntos de Estado.
Al parecer, aconsejada por su madre y su confesor, se fingi� tullida muchos a�os y tocada por el halo divino y el don de los milagros. Haci�ndose pasar por vidente y milagrera -no en vano hac�a creer que se alimentaba exclusivamente de pan eucar�stico-, sus incautos clientes dejaban soberanas limosnas en justo pago por sus servicios.
Santo Oficio
Fue capaz de embaucar a todos de tal manera que, incluso, la leyenda cuenta que logr� de Roma una dispensa para hacer los tres votos de monja de Santa Clara. Pero, eso s�, sin la obligaci�n de la clausura, ya que sus supuestas dolencias se lo imped�an.
Tal fue su �xito que se mud� a otro inmueble situado en la calle de los Santos, junto a San Francisco. All� continu� con su saneado �negocio�, mostr�ndose en trance si era requerida en ello.
Finalmente, fue castigada a reclusi�n por el Santo Oficio, junto a sus dos principales c�mplices. Una criada despechada -hab�a sido despedida meses antes- fue la causante del encierro, ya que no pudo guardar por m�s tiempo el secreto de la farsa y se lo confes� todo al p�rroco de San Andr�s. Sin embargo, como ocurre a veces, el pueblo llano no se conform� y necesitaba creer en su �milagrera�. Fue necesaria la actuaci�n de la Inquisici�n para cerrar la vivienda, ya que fueron muchos los madrile�os que acudieron en masa para arrancar yeso de las paredes y guardarlo como reliquia.
F�jense si el vulgo es cr�dulo que cuando la ciudad se sacudi� por un terremoto en 1804, muchos fueron los que atribuyeron el suceso a la �injusta� detenci�n de la beata Clara.
http://www.abc.es/madrid/20141201/abci-beata-clara-terremoto-201411302103.html?pos=Zona_B_Zona_apertura-a1__011
