Masacre de la revista Charlie Hebdo: Sus diabólicas coincidencias con el escritor Michel Houellebecq
11/02/2015 - 14:57:34
Emol.- En la ma�ana del jueves 8 de enero de 2015 Francia (y el mundo entero) amaneci� consternada. El d�a anterior, dos extremistas musulmanes, armados con rifles de asalto y molestos por una serie de caricaturas que supuestamente se burlaban de Mahoma y del Islam, ingresaron a la redacci�n de la revista sat�rica francesa Charlie Hebdo, y tras abrir fuego contra dibujantes y redactores (dispararon hasta 50 tiros), desataron una verdadera carnicer�a. El saldo final fue de 12 personas muertas y otras heridas, am�n de una histeria anti fundamentalista en toda Europa.
Sin embargo, analizando los hechos que sucedieron ese fat�dico d�a, muchos percibieron una serie de coincidencias que percibieron como derechamente �diab�licas�. En primer lugar, la portada del semanario sat�rico presentaba una s�tira a las supuestas dotes adivinatorias del pol�mico y provocador escritor franc�s Michel Houellebecq (quiz�s el mejor escritor franc�s vivo desde Albert Camus y Jean Paul Sartre) con un sombrero de mago. En la misma portada se le�a: �Las profec�as del hechicero Houellebecq�, anunciando que a lo largo del 2015 el escritor iba a perder sus dientes y en el a�o 2022 iba a practicar el ramad�n. Curiosamente, en las siguientes p�ginas, la revista jugaba con otras predicciones para el nuevo a�o. En una vi�eta dibujada por Charb, uno de los caricaturistas muertos por las balas de los islamistas, bajo la frase �No ha habido ataques en Francia � un personaje con un turbante y armado con un rifle kalashnikov replicaba: �Tenemos hasta final de enero para presentar nuestros deseos�, aludiendo a la tradici�n francesa de desear Feliz A�o Nuevo hasta fines de enero.
Siguiendo esta cadena de coincidencias f�nebres, el mismo d�a de los atentados, la editorial Flammarion sacaba a la venta el �ltimo libro de Michel Houellebecq, �Sumisi�n� (�Soumission� en franc�s), libro que fue acusado de inmediato de islam�fobo y que vender�a 125 mil ejemplares s�lo en su primera semana de venta. Y , como si ello no fuera suficiente, entre las v�ctimas fatales que dej� el atentado terrorista que afect� a la revista Charlie Hebdo se encontraba Bernard Maris, uno de los mejores amigos del escritor franc�s, al que consideraba un l�cido analista del liberalismo (de hecho, Maris lleg� a escribir el libro �Houellebecq �conomiste�).
El asesinato de Maris, por supuesto, dej� a Houellebecq profundamente afectado. �Esta es la primera vez en mi vida que alguien que conozco es asesinado�, dijo el escritor, quien agreg� que tras los asesinatos �nada volver� a ser como antes. Lo admito, tengo miedo, pero reivindico el lema de la revista Charlie Hebdo, que se llamaba a s� misma una �publicaci�n irresponsable�. Yo tambi�n soy un irresponsable. Si no fuese as� no podr�a seguir escribiendo�, asegur� Houellebecq, quien seguramente jam�s se imagin� un cruce de caminos tan siniestro entre la ficci�n y la realidad, jalonado por una serie de coincidencias casi sobrenaturales.
El nuevo �1984�
Para echarle m�s le�a al fuego, mientras Francia se conmocionaba con las muertes del atentado, los medios festinaban con el pol�mico argumento de la novela �Sumisi�n�: Fran�ois, un profesor de literatura en la universidad de la Sorbona, vive en la Francia imaginaria del a�o 2022 entre el sexo casual y su rutinaria vida de maestro, en un estado de ir�nica indiferencia y tedio. Sin embargo, un hecho pol�tico lo saca de su inocuo letargo. En las elecciones presidenciales, los dos principales partidos pol�ticos de Francia, de la derecha y la izquierda, son eliminados en la primera vuelta, lo que obliga a los votantes franceses a optar por un dif�cil dilema: decidir entre el Frente Popular nacionalista de Marine Le Pen o la Fraternidad Musulmana, un nuevo partido guiado por Mohammed Ben Abbes. Gracias a que la izquierda y la derecha liberal forman un frente contra los nacionalistas de Le Pen, Ben Abbes es elegido presidente de Francia y, as�, se inicia un in�dito r�gimen musulm�n en el pa�s galo. Fran�ois, que hab�a dejado el pa�s brevemente, regresa a Par�s pero encuentra que su naci�n, su ciudad y su universidad est�n irreconocibles: Francia se ha embarcado en un proyecto geopol�tico para unir a Europa con los estados isl�micos del Mediterr�neo, su universidad ha sido rebautizada como la Universidad Isl�mica de Par�s-Sorbona y las mujeres francesas no s�lo usan velos, sino que tambi�n han dejado de trabajar para cuidar a sus parejas, ayudando de paso a reducir el �ndice de desempleo nacional. Fran�ois, un ateo convencido, con mucho oportunismo decide entonces convertirse al Islam para conservar su puesto en la universidad y poder beneficiarse de las ventajas de la sumisi�n de la mujer en un matrimonio pol�gamo, ya que ahora la poligamia es legal.
Pese a que �Sumisi�n� recibi� muchas cr�ticas de sectores de la izquierda y del mismo gobierno franc�s, que le reprocharon su supuesta islamofobia y abonar las tesis del Frente Nacional (a�os atr�s, en plena paranoia post atentados 11-S, Houellebecq fue acusado de injuria racial e incitaci�n al odio religioso, por afirmar que �el islam es la religi�n m�s est�pida del mundo. Los valores del materialismo capitalista son despreciables, pero son menos destructores y crueles que los del Islam�), el nuevo libro de Houellebecq fue valorado por muchos intelectuales, pues mostraba con certeza los temores secretos de Francia y el colapso de las ideas de la ilustraci�n ante la b�squeda de un sentido religioso en una sociedad decadente. El reconocido novelista franc�s, Emmanuel Carr�re, en una columna escrita en el prestigioso diario Le Monde, fue a�n m�s lejos y compar� �Sumisi�n� con �1984�, el c�lebre libro publicado en 1949 por el escritor ingl�s George Orwell que anticip� la pesadilla totalitaria (con manipulaci�n de la informaci�n, la vigilancia masiva y la represi�n pol�tica y social) de la Uni�n Sovi�tica y los denominados socialismos reales.
�Don de la profec�a?
Si bien para muchos el argumento de �Sumisi�n� s�lo es ficci�n ut�pica, no son pocos los que especulan con el supuesto don de la profec�a de Michel Houellebecq, que tiene en la siguiente historia su mejor ejemplo. En su novela �Plataforma�, de 2001, su protagonista, un apocado y ap�tico funcionario de un ministerio de cultura franc�s (llamado precisamente Michel), aburrido de todo e incapaz de experimentar ninguna emoci�n, despu�s de la muerte de su padre y durante unas vacaciones en Tailandia, conoce las bondades del turismo sexual mientras tiene un encuentro que parece cambiar su vida: conoce a Val�rie, una joven y liberal directiva de una empresa de turismo. De vuelta en Paris y cautivado por la dulzura y vitalidad de su nueva compa�era, Michel emprende, junto a ella y a un colega de �sta, una in�dita aventura empresarial: crear una red mundial de colonias tur�sticas en las que el sexo se practique libremente, los deseos se vendan al mejor postor y la prostituci�n sea una actividad legal. Pero despu�s de un �xito inmediato, la tragedia se precipita. Un grupo de islamistas, ofendidos por la audaz iniciativa tur�stica, ametralla a un grupo de europeos que cenaban en la playa de una paradis�aca isla tailandesa (a Val�rie, entre ellos) y pone una bomba en el bar m�s concurrido de la misma isla, causando la muerte de 117 personas.
Pues bien, lo pavoroso es que despu�s del lanzamiento de �Plataforma�, se produjo al poco tiempo un sangriento atentado en Bali, donde murieron 190 turistas, que copi� o repiti� la ficci�n de Houellebecq. Las similitudes, por cierto, eran incre�blemente pavorosas: atentado terrorista de naturaleza integrista o isl�mica, y contra turistas occidentales reunidos en un bar discoteca de una isla entre el �ndico y el Pac�fico. Para rematar la incre�ble semejanza, tambi�n coincidieron la hora del atentado y el tipo de bomba que se utiliz�. �Simple casualidad o don visionario de un escritor genial y pol�mico?
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