Ganar en casa es imprescindible
17/02/2015 - 06:35:07
LA RAZ�N.- Nueve de nueve, esa es la meta inicial de The Strongest, que a partir de esta noche (20.30), cuando reciba al Internacional brasile�o, pretende ganar sus tres partidos como local correspondientes al Grupo 4 y acrecentar su chance de obtener la clasificaci�n a los octavos de final de la Copa Libertadores de Am�rica 2015.
El Tigre �tercer representante boliviano este a�o en la competici�n, acompa�ante de Universitario de Sucre y el orure�o San Jos� lleg� a esta instancia de 32 equipos repartidos en ocho llaves gracias a su sonado triunfo sobre el mexicano Monarcas Morelia en la primera fase, con el que igual� en M�xico (1-1) hace dos semanas y rubric� su pase gan�ndole en La Paz (2-0) exactamente siete d�as atr�s.
El Inter �uno de los favoritos para luchar por el t�tulo, sobre todo por ser brasile�o, y por c�mo se ha armado para esta ocasi�n� y los campeones de Ecuador y Chile, Emelec y Universidad de Chile, respectivamente, integran el grupo del conjunto boliviano, que pretende superarles a ellos tres en Miraflores y por ah� ara�ar al menos una unidad cuando le toque visitarlos para asegurar el pase, y repetir lo del a�o pasado (tres triunfos en casa y un empate afuera), cuando alcanz� octavos de final.
Tras las dos primeras semanas de la Libertadores dedicadas a la primera fase, en la que 12 equipos disputaron seis cupos, hoy arrancar� la tercera con la puesta en escena de los grupos, y en el caso del que involucra al conjunto pace�o, primero saltar�n al ruedo en Santiago la U de Chile y Emelec, el ecuatoriano que todav�a es dirigido por el exjugador de The Strongest Gustavo Quinteros, quien hace poco fue nominado seleccionador nacional de Ecuador.
A primera vista, por los quilates de sus adversarios, un brasile�o ganador de la Libertadores en dos ocasiones y dos campeones en sus respectivos pa�ses, The Strongest parte con alguna desventaja, que tratar� de revertir con su juego, liderado por su capit�n y goleador, Pablo Daniel Escobar, y con el apoyo de los 3.600 metros de altitud a los que los adversarios, sobre todo los que vienen del llano, suelen tenerle cierto temor.
