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Estado Islámico: mitos y verdades del grupo terrorista más salvaje




28/02/2015 - 15:47:40
Infobae.- En la actualidad, los movimientos tipo Al Qaeda controlan una vasta regi�n del norte y oeste de Iraq y del este y norte de Siria, varios cientos de veces mas grande que cualquier territorio que alguna vez haya controlado Osama Bin Laden.

Desde la muerte de Bin Laden, los afiliados o clones de Al Qaeda han tenido sus mas grandes �xitos, incluyendo la toma de Raqqa en la parte oriental de Siria, la �nica capital provincial de aquel pa�s en caer ante los rebeldes en marzo de 2013. En enero de 2014, ISIS se apodero de Faluya, ciudad ubicada apenas a 65 kil�metros al oeste de Bagdad y que, como todo el mundo sabe, fue sitiada y atacada por los marines estadounidenses diez anos atr�s. Al cabo de unos cuantos meses, ISIS tambi�n hab�a tomado Mosul y Tikrit. Las l�neas de combate pueden seguir cambiando, pero la expansi�n generalizada de su poder�o ser� dif�cil de revertir.

Gracias a los veloces ataques efectuados en junio de 2014 en muchos frentes a la vez a lo largo del centro y el norte de Iraq, los militantes de ISIS han desbancado a Al Qaeda como el grupo yihadista mas poderoso y efectivo del mundo. Estos sucesos causaron un impacto en pol�ticos y especialistas cuyos puntos de vista acerca de lo que estaba ocurriendo a menudo eran superados por los acontecimientos. Una de las razones fue que resultaba demasiado arriesgado para los reporteros y observadores extranjeros visitar las �reas donde ISIS operaba, debido al enorme peligro de ser secuestrados o asesinados. "Aquellos que sol�an proteger a los medios extranjeros ya no pueden protegerse a s� mismos", me coment� un intr�pido corresponsal al explicarme por que ya no regresar�a a la Siria tomada por los rebeldes.

Esta falta de cobertura fue conveniente para los Estados Unidos y otros gobiernos occidentales, ya que les permit�a restar importancia a la magnitud del catastr�ico fracaso de la "guerra contra el terrorismo" en los a�os que siguieron al 11 septiembre. Este fracaso tambi�n ha quedado enmascarado por los enga�os y autoenga�os por parte de los gobiernos. Al hacer referencia en West Point al papel que desempe�an los Estados Unidos en el mundo, el 28 de mayo de 2014 el presidente Obama dijo que la principal amenaza para los Estados Unidos ya no venia de Al Qaeda central, sino de "los afiliados y extremistas descentralizados de Al Qaeda, muchos de ellos con agendas enfocadas en los pa�ses donde operan". Agreg� que "a medida que la guerra civil siria se extiende m�s all� de sus fronteras, se incrementa la capacidad de ir tras nosotros por parte de los grupos extremistas endurecidos por la guerra".

Un oficial de inteligencia de un pa�s de Oriente Medio vecino a Siria me dijo que los miembros de ISIS "dicen que siempre se sienten complacidos cuando se env�an armas sofisticadas a grupos anti Assad de cualquier tipo porque siempre pueden quitarles las armas mediante amenazas, por la fuerza o mediante pagos en efectivo". Estos no son simples alardes. Las armas suministradas por los aliados estadounidenses como Arabia Saudita y Qatar a las fuerzas anti-Assad en Siria han sido capturadas de manera regular en Irak.

Yo mismo experiment� las consecuencias de ese flujo de armas aun antes de la ca�da de Mosul, cuando en el verano de 2014 trat� de reservar un vuelo a Bagdad en la eficiente aerol�nea europea que utilic� un a�o antes. Me dijeron que hab�an descontinuado los vuelos a la capital iraqui debido a que tem�an que los insurgentes hubieran obtenido misiles antia�reos port�tiles, originalmente proporcionados a las fuerzas anti Assad en Siria, y que los usaran en contra de los vuelos comerciales que llegan al Aeropuerto Internacional de Bagdad. El apoyo occidental a la oposici�n siria pudo haber fracasado en derrocar a Assad, pero ha tenido �xito en desestabilizar a Irak, como los pol�ticos iraqu�es predijeron que ocurrir�a hace mucho tiempo.

El fracaso de la "guerra contra el terrorismo" y el resurgimiento de Al Qaeda se explican de manera m�s amplia a trav�s de un fen�meno que se hizo evidente a pocas horas de los ataques del 11 de septiembre. Los primeros movimientos de Washington dejaron en claro que la guerra antiterrorista se llevar�a a cabo sin ninguna confrontaci�n con Arabia Saudita o Paquist�n, dos aliados cercanos a los Estados Unidos, a pesar de que sin la participaci�n de estos dos pa�ses hubiera sido poco probable que dichos ataques ocurrieran. De los 19 secuestradores que actuaron ese d�a, 15 eran saud�es. Bin Laden proced�a de la elite saud�.

En subsecuentes documentos oficiales estadounidenses, varias veces se hizo �nfasis en que el financiamiento de Al Qaeda y los grupos yihadistas proced�a de Arabia Saudita y de las monarqu�as del Golfo. En cuanto a Paquist�n, desde principios de los noventa su ejercito y su servicio militar desempe�aron un papel determinante en impulsar al poder a los talibanes en Afganist�n, donde acog�an a Bin Laden y Al Qaeda. Despu�s de una breve interrupci�n durante y despu�s del 11/9, Paquist�n retomo su apoyo a los talibanes afganos. Al hacer referencia al papel central de Paquist�n en el respaldo a los talibanes, el fallecido Richard C. Holbrooke, representante especial estadounidense ante Afganist�n y Paquist�n, dijo: "Quiz�s estemos luchando contra el enemigo equivocado en el pa�s equivocado".

La importancia de Arabia Saudita en el surgimiento y el regreso de Al Qaeda con frecuencia se malentiende y se subestima. Arabia Saudita ejerce influencia debido a que su petr�leo y su vasta riqueza la hacen poderosa en Oriente Medio y m�s all�. Sin embargo, no solo los recursos financieros hacen que sea un jugador importante. Otro factor es la propagaci�n que hace del wahabismo, versi�n fundamentalista del Islam del siglo XVIII, que impone la ley sharia, relega a las mujeres a ser ciudadanas de segunda clase y considera a los musulmanes chiitas y suf�es como no musulmanes que deben ser perseguidos junto con cristianos y jud�os.

Esta intolerancia religiosa y autoritarismo pol�tico, que tiene muchas similitudes con el fascismo europeo de la d�cada de 1930 en cuanto a su presteza para utilizar la violencia, lejos de mejorar est� empeorando. Por ejemplo, en a�os recientes, un saud� que creo un sitio web liberal en el que se pod�a criticar a los cl�rigos fue sentenciado a 1 000 latigazos y siete a�os de prisi�n.

La ideolog�a de Al Qaeda e ISIS toma muchos elementos del wahabismo. En cualquier parte del mundo musulm�n, los cr�ticos de esta nueva tendencia del Islam no sobreviven mucho tiempo. Son forzados a huir o son asesinados. Despu�s de denunciar a l�deres yihadistas en Kabul en 2003, un editor afgano los describi� como fascistas sagrados que estaban usando inadecuadamente al Islam como "un instrumento para tomar el poder". No ha de sorprendernos que fuera acusado de insultar al Islam y tuviera que abandonar el pa�s.

En d�cadas recientes, la forma en la que el wahabismo se esta apoderando de la corriente principal del Islam sunita es mediante un progreso extraordinario en el mundo isl�mico. En un pa�s tras otro, Arabia Saudita est� aportando dinero para el entrenamiento de predicadores y la construcci�n de mezquitas. El resultado es la diseminaci�n del conflicto sectario entre sunitas y chiitas. Estos �ltimos son blanco de una crueldad sin precedentes desde T�nez hasta Indonesia. Semejante sectarismo no est� confinado a los pueblos rurales fuera de Alepo o en el Punjab; est� envenenando las relaciones entre las dos corrientes en todos los grupos isl�micos. Un amigo musulm�n que vive en Londres me dijo: "Si mir�s la libreta de direcciones de cualquier sunita o chiita en Gran Breta�a, encontrar�s muy pocos nombres de personas que no pertenecen a su comunidad".

A�n antes de Mosul, el presidente Obama comenzaba a darse cuenta de que los grupos tipo Al Qaeda eran mucho mas fuertes que antes, pero su formula para tratar con ellos repite y exacerba antiguos errores. "Necesitamos socios que luchen a nuestro lado contra los terroristas", dijo a su audiencia en West Point. Sin embargo, quienes ser�n esos socios? No mencion� a Arabia Saudita ni a Qatar, ya que siguen siendo aliados cercanos y activos de los Estados Unidos en Siria. En su lugar, Obama se�al� a "Jordania y el L�bano, a Turqu�a e Irak" como socios que recibir�n ayuda para "enfrentar a los terroristas que act�an a lo largo de las fronteras de Siria".

Hay algo absurdo en todo esto, ya que los yihadistas extranjeros en Siria y en Iraq, las personas que Obama admite son la mayor amenaza, solo pueden llegar a esos pa�ses porque pueden cruzar la frontera turco-siria de 820 kil�metros de largo sin ning�n impedimento por parte de las autoridades turcas. Arabia Saudita, Turqu�a y Jordania pueden estar aterrorizadas por el Frankenstein que han ayudado a crear, pero hay muy poco que puedan hacer para contener al monstruo.

Un prop�sito sobreentendido por parte de los Estados Unidos al insistir en que Arabia Saudita, los Emiratos �rabes Unidos, Qatar y Bahrein formaran parte de los ataques a�reos sobre Siria en septiembre o los apoyaran fue forzarlos a romper sus antiguos lazos con los yihadistas en Siria.

Siempre hubo algo de fantas�a en que los Estados Unidos y sus aliados occidentales hicieran equipo con las monarqu�as teocr�ticas absolutas sunitas de Arabia Saudita y el Golfo para propagar la democracia y fortalecer los derechos humanos en Siria, Irak y Libia. En 2011, el poder de los Estados Unidos en Oriente Medio era mas d�bil que en 2003, debido a que sus ej�rcitos fracasaron en lograr sus objetivos en Irak y Afganist�n.

Cuando surgieron los levantamientos de 2011, el ala militarizada sectaria yihadista y sunita de movimientos rebeldes recibi� inyecciones masivas de dinero por parte de los reyes y emires del Golfo. Los oponentes seculares no sectarios de los estados policiales establecidos mucho tiempo atr�s pronto fueron marginados, acallados o asesinados. Los medios internacionales tardaron mucho en comprender como hab�a cambiado la naturaleza de estos levantamientos, aunque los islamistas fueron muy abiertos con respecto a sus prioridades sectarias: en Libia, uno de los primeros actos de los rebeldes victoriosos fue convocar a la legalizaci�n de la poligamia, que hab�a sido prohibida bajo el antiguo r�gimen.

ISIS es producto de la guerra. Sus miembros buscan reorganizar el mundo que los rodea a trav�s de actos de violencia. La mezcla toxica, pero potente, de habilidades militares y religiosas extremas que hizo este movimiento es resultado de la guerra en Iraq despu�s de la invasi�n estadounidense en 2003 y de la guerra en Siria desde 2011. Precisamente cuando la violencia en Iraq estaba menguando, la guerra fue revivida por los �rabes sunitas en Siria. Los medios y el gobierno en Occidente concuerdan en que la guerra civil en Iraq se reavivo debido a las pol�ticas sectarias del primer ministro iraqu� Nouri al-Maliki en Bagdad. En realidad, fue la guerra en Siria lo que desestabilizo a Iraq, debido a que grupos yihadistas como ISIS, que despu�s recibieron el nombre de Al Qaeda en Iraq, encontraron un nuevo campo de batalla donde pod�an pelear y florecer.

Los Estados Unidos, los europeos y sus aliados regionales en Turqu�a, Arabia Saudita, Qatar, Kuwait y los Emiratos �rabes Unidos crearon las condiciones para el surgimiento de ISIS. Ellos avivaron un levantamiento sunita en Siria que se extendi� a Iraq. Alentaron que la guerra continuara en Siria, aunque despu�s de 2012 fue evidente que Assad no caer�a. El nunca controlo menos de 13 de las 14 capitales provinciales sirias, y estaba respaldado por Rusia, Ir�n y Hezbollah. Sin embargo, los �nicos t�rminos de paz que le ofrecieron durante las conversaciones de paz de Ginebra II en enero de 2014 fueron que dejara el poder, aunque controlaba casi todas las ciudades de Siria. El no iba a irse y se crearon condiciones ideales para que ISIS prosperara. Los Estados Unidos y sus aliados ahora est�n tratando de poner a las comunidades sunitas en Iraq y Siria en contra de los milicianos, pero ser� dif�cil de lograr mientras estos pa�ses est�n convulsionados por la guerra.

El resurgimiento de los grupos tipo Al Qaeda no es una amenaza confinada a Siria, Iraq y sus vecinos cercanos. Lo que esta ocurriendo en estos pa�ses, combinado con la creciente dominaci�n de las creencias wahabistas intolerantes y exclusivas al interior de la comunidad sunita mundial, significa que 1600 millones de musulmanes, casi una cuarta parte de la poblaci�n mundial, resultar� cada vez m�s afectada.

Es poco probable que los no musulmanes, incluyendo muchos en Occidente, no sean tocados por el conflicto. El resurgimiento actual del yihadismo, que ha cambiado el terreno pol�tico en Iraq y Siria, ya esta teniendo efectos de gran alcance en la pol�tica global, con consecuencias terribles para todos nosotros.

http://www.infobae.com/2015/02/28/1629335-estado-islamico-mitos-y-verdades-del-grupo-terrorista-mas-salvaje

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