Se cumplen 70 años de la muerte de Ana Frank, símbolo de la lucha por la vida contra el horror nazi
12/03/2015 - 12:21:02
Infobae.- "De todos los que a lo largo de la historia han hablado de la dignidad humana en tiempos de gran sufrimiento y p�rdida, ninguno es m�s contundente que Ana Frank". La frase, que pertenece al ex presidente norteamericano John Fitzgerald Kennedy, sintetiza a la perfecci�n lo que signific� la joven jud�a, cuya vida se apag� los primeros d�as de marzo de 1945 en el campo de concentraci�n de Bergen Belsen, cuando todav�a no hab�a cumplido los 16 a�os.
Su nombre completo era Annelies Marie Frank Hollander y su diario, publicado en forma de libro por su padre, Otto Frank, dos a�os despu�s del fin de la guerra, la hizo mundialmente conocida, convirti�ndose en s�mbolo de vida, de la vitalidad de un alma inocente, llena de esperanzas, en medio de un presente negro y un futuro incierto.
Persecuci�n y exilio
Ana naci� el 12 de junio de 1929 en la ciudad alemana de Fr�ncfort del Meno, donde la familia Frank viv�a desde hac�a varias generaciones. Su madre se llamaba Edith Hollander y su hermana, tres a�os mayor, Margot. Otto Frank hab�a peleado como Teniente para el Ej�rcito Alem�n en la Primera Guerra Mundial y parad�jicamente el Tercer Reich lo persigui� -por ser jud�o- y lo oblig� a emigrar a Holanda y despu�s a vivir clandestino, junto a su familia, cuando los Pa�ses Bajos cayeron bajo la bota nazi y la persecuci�n racial se transform� en exterminio.
El exilio holand�s de los Frank se inici� antes de la guerra. Lograron instalarse en �msterdam, donde tuvieron un tiempo de tranquilidad. El matrimonio Frank mont� una empresa en Merwedeplein, mientras que Ana y Margot concurr�an a la escuela. Sin embargo, la creciente belicosidad de Adolf Hitler y sus planes expansionistas no dejaban de preocupar a los Frank, que pensaron en emigrar a los Estados Unidos o a Inglaterra. Pero esos proyectos no prosperaron y siguieron viviendo en Holanda.
En mayo de 1940 la Wehrmacht invadi� los Pa�ses Bajos y el fantasma que hab�a quedado atr�s volvi� a asolar a la familia de Ana. R�pidamente el gobierno de ocupaci�n endureci� las medidas antisemitas, Otto perdi� su f�brica y las nenas tuvieron que dejar la escuela por una exclusiva para jud�os. Luego de dos a�os duros, el 5 de julio de 1942 lleg� un "ultim�tum" que los oblig� a esconderse para evitar lo peor. Margot recibi� una orden para ser trasladada a un campo de trabajo. Sabiendo lo que eso significaba, cuatro d�as despu�s la familia se ocult� en el Achterhuis (anexo o casa de atr�s), seg�n la propia Ana bautiz� al lugar en su diario. El escondite estaba oculto en la parte posterior de un viejo caser�n, lindero a lo que hab�a sido el almac�n de los Frank.
Poco despu�s, se les uni� otro matrimonio, Hermann y Auguste van Pels, con su hijo Peter, y un amigo de la familia, el dentista Fritz Pfeffer. Todos eran jud�os y de origen alem�n. Hermann Pels hab�a sido empleado de los Frank. Otros trabajadores de Frank, Johannes Kleiman y V�ctor Kugler, fueron los encargados de suministrar alimentos, dar noticias del exterior y velar por la seguridad de todos los escondidos.
Delaci�n, ca�da y muerte
Cuando hab�an pasado m�s de dos a�os, alguien que los historiadores a�n no pudieron identificar avis� a los nazis sobre la existencia del escondite. As� fue que el 4 de agosto de 1944 el oficial de las SS Josef Silberbauer, junto a cuatro polic�as, irrumpi� en el Achterhuis. Los Frank no fueron las �nicas v�ctimas de delaci�n en la �msterdam ocupada. Se calcula que otras 5 mil familias jud�as que se hab�an logrado ocultar en la ciudad fueron denunciadas a la Gestapo.
A partir de ese d�a comenz� el calvario. Los ocho fueron enviados a un campo de tr�nsito, Westerbork, y de all� al tr�stemente c�lebre Auschwitz (Polonia), desde donde a su vez fueron trasladados a diferentes lager del entramado concentracionario nazi. En octubre, Ana y Margot Frank y Auguste van Pels fueron seleccionadas para asignarles un nuevo destino: Bergen Belsen, en Baja Sajonia. Pero Edith Frank no tuvo el visto bueno del m�dico nazi y permaneci� en Auschwitz, donde fue asesinada en las c�maras de gas en enero de 1945.
Los trabajos forzados, las malas condiciones de vida, la escasa comida y el hacinamiento hicieron mella en Ana y Margot, quienes, pese a esto, sobrevivieron unos meses, hasta que una epidemia de tifus, que hizo estragos en Bergen Belsen, termin� con sus j�venes vidas. Era marzo de 1945. Primero muri� Margot, el d�a 9, y poco despu�s Ana, aunque no hay precisiones sobre el d�a exacto de su deceso. Por poco no pudieron ver la liberaci�n del campo, a manos de tropas brit�nicas que avanzaban en pleno coraz�n de un Reich que se ca�a a pedazos. Actualmente una l�pida colocada en Bergen Belsen recuerda a Ana y Margot. Las chicas fallecieron pensando que su padre tambi�n hab�a muerto, pero Otto logr� sobrevivir a la guerra.
El diario y su legado
Poco antes de ocultarse en el Achterhuis, el 12 de junio de 1942 Ana recibi� un regalo de sus padres por su cumplea�os n�mero 13. Era un libro forrado, con cuadros rojos y negros y con una cerradura en la parte delantera. Ana lo bautiz� "Kitty" -por una compa�era de la escuela que se llamaba Kathe Zgyedie- y lo empez� a utilizar como diario �ntimo. A "Kitty" le describi� las peripecias que vivi� junto a su familia durante los m�s de dos a�os que estuvieron escondidos en el viejo edificio de Prinsengracht, hasta que cayeron en manos de los nazis.
En el diario, que result� de gran apoyo para Ana, escribi� cuentos cortos y cit� a conocidos escritores en un apartado que llam� "libro de frases bonitas". A trav�s de sus palabras, puede notarse su miedo a vivir escondida, sus sentimientos hacia Peter, su vocaci�n de escritora y algunos conflictos con sus padres.
Miep Gies y Bep Voskuijl, otras dos personas que hab�an ayudado a los Frank durante su ocultamiento, rescataron el diario tras la deportaci�n y se lo devolvieron a Otto, el �nico de los ocho que escap� con vida del horror nazi. El padre de Ana se sorprendi� al leer lo que hab�a escrito su hija, que entre otras cosas, dio cuenta de que su sue�o era ser escritora o periodista. As� fue que el 25 de junio de 1947 Otto decidi� editarlo bajo el t�tulo "La casa de atr�s", con una tirada de 3 mil ejemplares. M�s tarde, y ya rebautizado "El Diario de Ana Frank", el libro fue un �xito mundial y se tradujo a 50 idiomas. Se filmaron ocho pel�culas y varios documentales. Incluso, actualmente est� en rodaje el primer film realizado por una productora alemana.
Parte de los escritos originales son exhibidos en la Casa de Ana Frank, en �msterdam, y otro tanto est�n bajo custodia del Archivo Documental de la Guerra, en la misma ciudad.
En 1957 Otto creo la Fundaci�n Ana Frank y tres a�os m�s tarde la Casa de Ana Frank abri� sus puertas como museo para los visitantes de todo el mundo. Cada a�o pasan por all� medio mill�n de personas para conocer la historia de la joven que se convirti� en un s�mbolo de la lucha del esp�ritu humano contra la barbarie. Su legado fue una obra impresionante, un canto a la sensibilidad y la vida, testimonio de una joven de apenas 15 a�os en medio de un mundo devastado por la guerra y la persecuci�n racial.
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