Una colombiana adoptada por holandeses busca sus raíces 39 años después

18/04/2015 - 06:16:09
El Tiempo, Colombia.- Vianey Zwezerijnen tiene 39 a�os. Con esta visita ya son dos veces que viene a Colombia a buscar a su familia biol�gica.

Nunca ha sabido cu�l es su fecha de cumplea�os. Dice que quiz� entre agosto y septiembre. Toda su vida ha tenido una extra�a sensaci�n, esa de no encajar.

Vianey Zwezerijnen, de 39 a�os, guarda celosamente los �ltimos vestigios de sus or�genes. Solo sabe que naci� en Bogot� en 1975 y que sus padres la dejaron en la Fundaci�n para ni�os abandonados (Fana) en muy malas condiciones. �Me dijeron que estaba mal alimentada y enferma�.

Eso lo averigu� en el lugar en el que la recibieron en aquella �poca. �Ellos dicen que entre los a�os 70 y 80 hay pocos registros con los datos de los ni�os adoptados. No s� por qu� no pensaron que ser�amos adultos y volver�amos ac�.

Cada vez que pisa un aeropuerto la miran con extra�eza porque sus rasgos son latinos, pero habla perfecto holand�s y se defiende muy bien en ingl�s.

El espa�ol lo maneja con dificultad, sin embargo, siente un apego especial por el idioma, un cari�o que no sabe explicar.

Ella guarda copia de algunos papeles desle�dos que dan cuenta del tr�mite de adopci�n en los que aparece con el apellido Torres. Tambi�n un documento de la Comisar�a de San Fernando en la que se consigna parte de lo que ser�a su historia. �El 13 de julio de 1976 lleg� una se�ora que no dio su nombre ni su direcci�n a dejar una ni�a de nombre Vianey. Manifest� que la hab�an dejado abandonada en su casa�. La mujer, que supuestamente fue instada a ir al d�a siguiente a dejar m�s datos de la beb�, nunca m�s volvi�.

Hoy, esta colombiana en Holanda no solo busca por todos los medios a su madre biol�gica sino que lidera una fundaci�n de extranjeros que han vivido historias similares a la suya: �Muchos fueron entregados de forma ilegal, sin papeles, sin el benepl�cito de su padres. Conozco a dos madres de Colombia que responden mis mensajes. Ellas dejaron a sus hijos en fundaciones mientras pod�an hacerse cargo de sus hijos. Cuando los fueron a buscar ya los hab�an dado en adopci�n a extranjeros�.

Dice con vehemencia que los colombianos deben saber que en Holanda hay muchos colombianos olvidados. �Mi historia fue feliz, pero otros han tenido una vida dura, lejos de su verdadero pa�s, producto de adopciones ilegales�.

Vianey dice que regres� a Colombia porque los a�os han pasado y aunque es realista y sabe que encontrar a su familia biol�gica es algo como un sue�o, quiere que sus dos hijos de 9 y 11 a�os conozcan sus ra�ces. �No s� c�mo vaya a reaccionar si los encuentro, eso es relativo, pero es algo que tengo que hacer. Mis hijos son m�s tranquilos. Se emocionan de pensar en que tienen m�s abuelos�.

Ella mira a los ojos detenidamente, reconoce en los colombianos a quien ve en el espejo todos los d�as: el color de piel, esos rasgos latinos, su sonrisa, tantas cosas que siente solo suyas.

En el centro de Holanda trabaja como secretaria en una firma internacional cuatro d�as a la semana. Estudi� Hoteler�a y Turismo y no descarta alg�n d�a venir a vivir a Bogot�. �Amo a quienes me adoptaron, han sido amorosos conmigo y buenos abuelos con mis hijos, pero siento que en esta ciudad hay m�s vida�. Le gusta la salsa, la cumbia, las coloridas frutas y la comida. �Todos los almuerzos me fascinan, son ricos� dice con su espa�ol improvisado.

Estudia a Bogot�. Sabe que desde la �ltima vez que vino el cambio ha sido abismal. �Antes estaba muy atrasada. Ahora es una ciudad que crece, moderna. Es mucho m�s grande que Holanda�.

De su ni�ez dice que vivi� a gusto con sus padres, un constructor de casas, y su mam�, quien se dedica a preparar la comida en un colegio. �Tuve una infancia feliz con mi hermano. �l tambi�n fue adoptado, pero en Holanda. Ambos supimos siempre la verdad�.

Estar� deambulando por las calles de esta ciudad hasta el 24 de abril. Dice que un conocido la est� ayudando a construir una l�nea de tiempo, a sincronizar fechas, a reconstruir esa parte de su historia que alguien, por necesidad o miedo, le arrebat� de su vida. �Puedo superar no conocer a mis padres, estoy preparada, pero me gustar�a saber de d�nde vengo�.

Estos d�as ha disfrutado de lo cotidiano, de eso de lo que muchos ciudadanos se quejan, monta en TransMilenio, come en la calle y analiza rostros, esos con los que siente una cercan�a especial.

Por ahora, solo cuenta con un viejo papel que se amarilla cada vez m�s. En �l solo hay dos signos de pregunta frente a la palabra fecha de nacimiento, se lee que cuando lleg� pesaba 4.000 gramos y que subi� a 6.000 cuando se la llevaron a ese pa�s lejano.

En otro igual de deteriorado registra que su mam�, ante la imposibilidad de cuidarla, prefiri� entregarla. �Vianey es una ni�a linda, viva, alegre y sana�, as� la describieron el d�a en que su vida se parti� en dos continentes.