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Hay más cleferos en Cochabamba y hoy están presentes en 5 urbes




26/04/2015 - 04:32:33
La Raz�n.- �Vivo en la calle desde que era ni�o, dej� mi casa porque me ech� a perder, prefer�a clefear (inhalar clefa) que ir a la escuela�, cuenta Ricardo, de 15 a�os, uno de los 970 adictos que pueblan las calles de cinco ciudades de Cochabamba y que son un factor de inseguridad.

Si hace dos decenios exist�an 400 drogodependientes concentrados solo en la ciudad capital, en 2013 ya eran 970 �142% de incremento� y su presencia se hab�a extendido no solamente a otros puntos de la capital cochabambina, sino a otras urbes como Quillacollo, Sacaba, Punata y Tiquipaya, seg�n la Polic�a y las entidades que trabajan en su rehabilitaci�n.

Los adictos proliferan en el departamento. �Est�n en todo lado, en los �ltimos a�os esta poblaci�n ha crecido de manera alarmante y genera inseguridad�, dice Joel Flores, presidente de la Federaci�n Departamental de Juntas Vecinales (Fedjuve).

De acuerdo con informaci�n de la fuerza p�blica, en 1995 estas personas en situaci�n de calle viv�an en cuatro puntos de la ciudad: debajo de los puentes Huayna K�pac, Quillacollo, Antezana e inmediaciones de la avenida Aroma y la Coronilla. ��stos (los 790 inhaladores) son los identificados. Existen otros no registrados que se juntan con ellos, inhalan clefa y luego se van a casa�, explica a La Raz�n el coronel Marco Miranda, jefe de Planeamiento del Comando Departamental de la Polic�a.

En estos grupos hay ni�os, adolescentes, j�venes y adultos. Ellos �est�n en situaci�n de calle porque la sociedad los ha empujado a estar ah�.

El problema tiene ya 20 a�os, estas personas �son la cuarta generaci�n�, se�ala y a�ade que la mayor�a naci� y creci� en las calles.

En el lenguaje coba se conoce a este grupo poblacional como �polillas�, apelativo que hace 20 a�os hac�a referencia solo a los ni�os dependientes de la clefa y que hoy designa tambi�n a los adultos y j�venes.

�Van apareciendo nuevos componentes y han hecho de los puentes de la ciudad�, las plazuelas, calles y avenidas su morada, seg�n Miranda.

Ahora hay grupos de cleferos debajo de los puentes Killman, Huayna K�pac, Quillacollo, Antezana, Recoleta y Muyurina, tambi�n en el parque Mariposa, una infraestructura que est� abandonada.

Adem�s debajo del puente Los Andes, ingresando a la avenida 6 de Agosto, en la avenida Oquendo y circuito Bolivia, y en la intersecci�n de las arterias Oquendo y Aroma.

Miranda asegura que estos �ltimos �son grupos nuevos�.

Aunque los miembros de este colectivo se sienten discriminados e injustamente tratados, los robos de celulares, billeteras y otros, y los hurtos cometidos por algunos de sus integrantes son cosa de todos los d�as.

El 8 de abril, por ejemplo, la red ATB difundi� el video de un asalto grabado de noche. En �l se ve c�mo tres toxic�manos acorralan a un transe�nte en la avenida Aroma y le despojan de sus objetos personales pese a su resistencia. Un caso entre decenas que se producen a diario.

Por ello, debido a la presi�n social, la Polic�a ejecuta operativos en inmediaciones de la avenida Aroma y en la Ayacucho, en la plazuela San Sebasti�n y la Coronilla, y �recoge� a los �polillas�, aunque la fuerza p�blica est� consciente de que este esfuerzo es in�til, ya que retornar�n a las calles y volver�n a inhalar.

�Los llevan a las Estaciones Policiales Integrales (EPI), les dan comida, los ba�an, les regalan ropa y luego hay que soltarlos�, reconoce Miranda y agrega que la Polic�a no puede hacer nada m�s.

�Me dicen maleante, sin embargo, trabajo para comer, vivo en la calle 16 a�os y limpio autos�, cuenta Mario.

�l convive con al menos 20 personas en inmediaciones de la avenida Aroma y Ayacucho, varios de sus amigos fallecieron por enfermedad o en reyertas.

Dice que ya se acostumbr� a la mirada temerosa de la gente porque reconoce que cuando le falta dinero, junto con sus amigos, roba a transe�ntes al amparo de la noche o al despuntar el alba.

Don Jos�, fot�grafo de la zona, asegura que para tener clientes y evitar que �stos sean presas de los cleferos, les da dinero o comida. �Les doy Bs 5 o Bs 10 para que me dejen trabajar y se alejen un poco de mi negocio, para que no espanten a la gente que viene a tomarse fotos. Les digo que si les roban, no volver�n y yo no tendr� para darles dinero�, relata.

Arminda Claros, propietaria de una tienda en la avenida Aroma, ve casi a diario c�mo roban a la gente.

Temor. �Hacen dar miedo y no se les puede decir nada porque est�n en grupo. Como viven por aqu�, nos pueden hacer algo si les denunciamos; si los detiene la Polic�a, igual los suelta�, manifiesta.

Durante el d�a, miembros de este grupo en situaci�n de calle limpian parabrisas de veh�culos para ganarse unos centavos.

Hay quienes llegan hasta los mercados a pedir alimentos y durante el d�a se los ve merodeando o durmiendo, pero por la noche delinquen.

�Roban porque tienen que comer, uno que otro manejar� un cuchillo para amedrentar a la v�ctima�, argumenta el jefe policial, aunque tambi�n estuvieron implicados en violaciones grupales, ri�as y peleas.

Ren� Quispe, due�o de un almac�n, dice que tuvo que defender a sus clientes a punta de palo. �Ingresan a la tienda y en un descuido ya est�n robando. Saco mi palo y los correteo, pero es dif�cil espantarlos�, admite.

Segundo L�pez, chofer de un taxi trufi, indica que tampoco es seguro ayudarlos porque en el momento en el que se acercan a limpiar un parabrisas y los choferes intentan pagarles por el servicio, otros meten las manos por otra ventana y en un descuido roban lo que est� a la vista.

�Cuando paso por este sector prefiero que no se acerquen a limpiar, aseguro mi ventanilla, pero a veces le roban a la gente que est� descuidada�, sostiene.

Seg�n el presidente de la Fedjuve, �los delitos m�s comunes son robos en las calles, en los micros. Viven de ello, quitan billeteras, celulares, carteras, ese tipo de cosas. Amenazan con arma blanca a las personas si no quieren darles sus pertenencias, usan tambi�n a sus perros, hurtan dinero y esto es todos los d�as�.

Como las quejas son constantes, los vecinos solicitaron presencia policial, pero �tampoco pueden estar presentes todo el tiempo�, reconoce.

Adem�s, las v�ctimas de los adictos no denuncian el delito. �Queda solo como un hecho, ese momento es dif�cil identificarlos y si se denuncia, no pasa nada�, lamenta.

Efectos de la adicci�n a la clefa

La clefa inhalada tiene efectos desastrosos ya que atraviesa f�cilmente la barrera alveolo pulmonar y genera efectos inmediatos de gran intensidad porque es absorbida r�pidamente.

Su efecto en el h�gado es muy parecido al del alcohol. Los trastornos inducidos son: del�rium por intoxicaci�n, demencia persistente, trastorno psic�tico, trastorno del estado de �nimo y trastorno de ansiedad inducidos.

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