Las sangrientas revueltas que originaron la fiesta del 1 de mayo
30/04/2015 - 21:24:49
ABC.es.- El D�a del trabajador que hoy celebra casi todo el mundo el 1 de mayo tiene su origen en los Estados Unidos del siglo XIX, en una �poca que no respetaba precisamente los derechos laborales, considerados casi una utop�a. La sociedad viv�a �nicamente para trabajar; para trabajar y dormir, con jornadas de hasta 18 horas diarias.
El 1 de mayo de 1886, los trabajadores de Chicago, por aquel entonces la segunda ciudad con m�s habitantes de Estados Unidos, anunciaron una huelga general con la gran reivindicaci�n de la jornada laboral. �Ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sue�o y ocho horas para la casa�, rezaban las pancartas preparadas para la ocasi�n.
No era la primera vez que se reclamaba y tampoco ser�a la �ltima, ya que, por aquel entonces, la jornada laboral de los trabajadores era la que quisieran sus empleadores, aunque con peque�as salvedades. En 1829, se aprob� en Nueva York una ley que prohib�a trabajar m�s de 18 horas, �salvo caso de necesidad�. Eso s�, en uno de los apartados de la norma se establec�a que si exist�a tal necesidad, un funcionario pod�a trabajar m�s de 18 horas si sus superiores pagaban una multa de 25 d�lares.
En 1868, el presidente Andrew Johnson promulg� una ley que establec�a la jornada laboral de ocho horas y hasta 19 estados comulgaron con �l y establecieron normas parecidas, con un m�ximo de diez horas diarias de trabajo. Sin embargo, eran pocos los lugares en los que se cumpl�a.
Una calma tensa rodeaba la ciudad de Chicago en los �ltimos a�os del siglo XIX. La mayor�a de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, aunque la que m�s guerra daba era la Federaci�n Estadounidense del Trabajo, que fue la que acab� convocando la huelga del 1 de mayo de 1886. Un a�o y medio antes amenaz� con ella durante el cuarto congreso del sindicato y, como no se cumplieron sus peticiones, se llev� a cabo pese a que hab�an despertado el inter�s de algunos, que ve�an en la jornada laboral de ocho horas una forma de reducir el paro.
No todas las organizaciones estaban de acuerdo. De hecho, la Noble Orden lanz� un comunicado en el que ped�a a sus adheridos que acudiesen al trabajo el primero de mayo, aunque fueron pocos los que hicieron caso. Cerca de 200.000 trabajadores secundaron los paros, siendo Chicago el foco principal de las reivindicaciones. All� la huelga se extendi� durante dos d�as m�s, la tensi�n crec�a por momentos y la Polic�a actu� en una manifestaci�n con m�s de 50.000 personas. Era la segunda jornada de paros y los trabajadores tomaron represalias al tercer d�a, acudiendo a la �nica f�brica que se manten�a abierta y enfrent�ndose a los esquiroles en una pelea campal. Sin previo aviso, la Polic�a procedi� a disparar, dejando seis v�ctimas y decenas de heridos.
Concentraci�n final en Haymarket
Consciente del caos que reinaba en la ciudad, el alcalde permiti� la concentraci�n que se hab�a programado para el 4 de mayo en Haymarket Square. No s�lo la permiti�, sino que acudi� a ella para garantizar la seguridad de los trabajadores, aunque no sirvi� de demasiado. Una vez terminada la reuni�n, a la que acudieron cerca de 20.000 personas, el inspector de Polic�a John Bonfield consider� que no deb�a haber nadie en la plaza y dio orden a 180 agentes de intervenir. De repente, estall� una bomba y mat� a un polic�a, lo que provoc� que sus compa�eros abrieran fuego contra la multitud. Se desconoce el n�mero de v�ctimas.
Se declar� inmediatamente el estado de sitio y el toque de queda en Chicago, produci�ndose, en los d�as posteriores, centenares de detenciones y registros, en los que se encontraron arsenales de armas, municiones y escondites secretos.
Un mes y medio despu�s, se inici� el juicio contra los 31 presuntos responsables de los disturbios, aunque despu�s el n�mero se redujo a ocho. El juicio se considera a�n una farsa, ya que no respet� ning�n tipo de norma procesal, y conden� a los ocho acusados de ser enemigos de la sociedad y el orden, pese a que no pudo probarse nada en su contra. Cinco fueron enviados a la horca y tres a prisi�n.
http://www.abc.es/economia/20150501/abci-dia-del-trabajador-201505010053.html
