Germán Vargas CastroNuevos Líderes para Bolivia
12/05/2009 - 13:42:23
Bolivia requiere de hombres y mujeres con testimonio de una vida basada en la práctica de la ética, de la honestidad en la vida pública y privada. De otra manera no es posible confiar más en personas que practican una doble moral, la honestidad y la transparencia pública deben ser las credenciales de acreditación ante el pueblo boliviano, como nuestra de buena fe de los que aspiran a gobernarnos o representarnos en las instituciones republicanas y sectoriales.
Nuestros actuales gobernantes nacionales, departamentales y municipales deben tener en cuenta que: Los servidores (Líderes) públicos son la expresión y la imagen de un país en el exterior.
Nuestra intención es despertar los talentos y las capacidades de los bolivianos para que las energías positivas se dirijan ha mejorar nuestras formas de vidas como ciudadanos libres productivos y una nación viable, con certidumbre jurídica, fe en el Estado y en sus gobiernos, ya que debemos tener en cuenta que la riqueza individual, colectiva y de la nación, es fruto del trabajo de sus ciudadanos del “Día a Día”, de generación tras generación, del impulso que dan sus gobernantes y de sus (Líderes) para guiar al pueblo a objetivos superiores para la Patria.
El pueblo boliviano en toda su historia republicana no ha podido y aún no puede encontrar gobernantes (Líderes), estadistas, capaces, honestos y patriotas para que tomen de la mano al pueblo boliviano para encontrar nuevos horizontes de dignidad y de esperanza para la República.
Bolivia requiere de nuevos Líderes que no sean cuestionados por actos de corrupción y que no tengan compromisos con los poderes internos ó externos para lograr la verdadera liberación económica y política de la República de Bolivia, lo que implica que hay que cambiar los viejos esquemas políticos por una Fuerza Demócrata y Patriótica que aglutine a todas las tendencias ideológica que no comparten la visión fallida de un país fragmentado, enfrentado y dividido por regiones, promovido por el Presidente Evo Morales Ayma y sus incondicionales del gabinete.
La nueva alianza política que nazca debe ser orgánica, abierta y receptora de las iniciativas ciudadanas para ganar la Presidencia de la República, conformar un “Gobierno de Unidad Nacional” y un poder público democrático al servicio de los intereses de los bolivianos y de la Patria. Los partidos políticos, las agrupaciones ciudadanas y los pueblos indígenas tienen la obligación ética y moral de no traicionar sus principios, con el fin de: asegurar la paz social, la reconciliación entre los bolivianos, la recuperación económica y productiva de la nación, los mercados externos y diseñar un plan de emergencia contra desempleo.
En la actual coyuntura política y de intervencionismo político fragante del Presidente Evo Morales a la independencia de los poderes del Estado, no es posible que surjan líderes políticos o nazcan nuevos partidos políticos, agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas para que sean una tercera alternativa democrática para el pueblo Boliviano. El ejemplo es de “Fuerza Demócrata (FD); que a pesar de haber cumplido con todas las exigencia y los tiempo de la Ley Nº 1983 para la recolección de más de 62.000 firmas suficiente para cumplir con más del dos 2% de los votos validos de las Elecciones Generales de 2005.
A pesar que los principios fundamentales del Fuerza Demócrata tienen una riqueza ideológica y programática basado en una “Economía Social de Mercado o Mixta”, tomando como modelo a la Comunidad Económica Europea por sus logros políticos, económicos, desarrollo humano y de convivencia pacifica de sus ciudadanos comunitarios. El proyecto político prioriza la economía y el empleo a la ideología, que los asusto a los eternos dueños del poder político y económico de ayer y de hoy.
Sólo la participación de nuevos líderes políticos pueden aportar de manera patriótica y responsable al debate democrático para que sé dé el consenso y al disenso en las leyes permanente que requiere el pueblo boliviano para avanzar en la búsqueda de su grandeza, con el fin fortalecer el Estado de Derecho y la verdadera democracia representativa.
Finalmente, la seguridad jurídica y la fe del Estado y de gobierno sólo se darán en Bolivia con una verdadera apertura de voluntad política y patriótica para readecuar por los 2/3, en el nuevo parlamento las malas e ilegales reformas a la Constitución.