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Descubren un nuevo pariente lejano del ser humano




27/05/2015 - 17:39:21
ABC.es.- Todo apunta a que hace cuatro millones de a�os los precursores de los humanos viv�an en el valle del Rift africano. Parece que eran criaturas similares en aspecto a los chimpanc�s de hoy en d�a. Pero eran m�s robustos y fuertes que ellos, y ten�an unos largos brazos para vivir en los �rboles y unas piernas que les permit�an caminar erguidos de forma eficaz. Su cerebro era similar al de un chimpanc� que hubiera sido tan alto como ellos. Todos ellos depend�an a�n de los �rboles, pero acced�an ya a una dieta de suelo m�s dura, lo que se pone de manifiesto en los f�siles que se encuentran hoy a trav�s del engrosamiento del esmalte dentario, como es el caso de Australopithecus afaranensis (representados por Lucy).

Pero hace dos millones de a�os, el clima cambi� a nivel planetario y en el Este de �frica se hizo m�s seco y estacional, lo que se tradujo en que los �rboles escasearan en la zona. Alrededor de ese momento, aparecieron lo que ya se pueden considerar como primeros humanos: los representantes del g�nero Homo. Estos aprendieron a fabricar herramientas de forma sistem�tica, y as� accedieron a una dieta m�s diversa y rica en carne, lo que impuls� su proceso de cerebralizaci�n, o sea, de crecimiento del cerebro. Poco a poco, con la aparici�n de la cultura (el conjunto de conocimientos transmitidos a trav�s de las generaciones) pudieron responder al reto del clima y adoptar una estrategia m�s flexible para vivir en las cada vez m�s extensas sabanas, mientras que otras muchas especies se extingu�an hace un mill�n de a�os.

Pues bien, este mi�rcoles, un estudio publicado en la revista �Nature� saca a la luz el descubrimiento de una nueva especie de aquellas que se extinguieron y le han puesto el nombre de Australopithecus deyiremeda. Seg�n los investigadores, este hallazgo refuerza la hip�tesis de que en el per�odo con una antig�edad comprendida entre uno y cuatro millones de a�os, coexistieron varias especies de �humanos tempranos�.

�La nueva especie es otra confirmaci�n m�s de que Lucy, representante de los Australopithecus afarensis, no fue el �nico potencial ancestro de los humanos que vivieron en lo que hoy se conoce como regi�n de Afar, en Etiop�a�, ha explicado Yohannes Haile-Selassie, un reputado investigador que ha liderado la investigaci�n y que dirige el proyecto Woranso-Mille. �Al menos hubo dos, si no tres, especies de humanos tempranos conviviendo en la misma zona y en el mismo momento�.

Seg�n los investigadores, este hallazgo no solo tendr� importantes repercusiones en la forma de reconstruir esa �poca que marc� el origen del hombre, sino que llevar� el debate cient�fico a otro nivel: �Algunos de nuestros colegas van a mostrarse esc�pticos con esta nueva especie, lo que no es infrecuente. Pero a�n as�, creo que es momento para que investiguemos las etapas m�s tempranas de nuestra evoluci�n con la mente abierta y examinando cuidadosamente los f�siles antes que descartar aquellos que no encajan con nuestras hip�tesis antiguas�, ha argumentado Haile-Selassie.

Un nuevo pariente
La nueva especie tiene una antig�edad de entre 3,3 y 3,5 millones de a�os y lleva su nombre en honor a la expresi�n �day-ihreme-dah�, que en la regi�n de Afar, donde ha sido encontrada, significa �pariente cercano�. La existencia de este �familiar� se justifica a partir del hallazgo de una mand�bula (tanto inferior como superior), en la que se han observado varias caracter�sticas que hacen a sus dientes distintos a los de los Australopithecus afarensis (representados por Lucy).

Esto sugiere que ambas especies podr�an haber tenido dietas distintas y por ello, haber convivido en la misma zona sin alimentarse de los mismos recursos. De hecho, seg�n el estudio, los dientes de la nueva especie son m�s gruesos, las mand�bulas m�s robustas y los dientes anteriores m�s peque�os.

Adem�s de examinar los dientes, los investigadores han calculado la antig�edad de los restos recurriendo a datos geol�gicos, radiom�tricos (carbono 14) y paleomagn�ticos (estudiando la orientaci�n de los cristales de hierro presentes en algunos minerales).

La pol�mica de �crear� especies
Tal como explica Carlos Varea, profesor de Antropolog�a F�sica en la Universidad Aut�noma de Madrid (UAM), en los �ltimos a�os han ido apareciendo nuevas especies pero siempre con la oposici�n de algunos cient�ficos que habr�an preferido no incluirlas. El motivo es que �el concepto biol�gico de especie est� desdibujado incluso para nosotros mismos. Hay ocasiones en que los investigadores tendr�n m�s notoriedad si designan una nueva especie y otras en las que las diferencias que se usan para justificar que se hable de dos especies puedan pertenecer a una misma�.

Como prueba de ello, Varea recuerda que Homo sapienssapiens y Homo sapiens neanderthalensis se sol�an considerar como dos especies y que no se pod�an reproducir entre ambas, �pero hoy se sabe que tuvieron cruzamiento efectivo y portamos genes de ellos�.

La m�quina del tiempo
Por su parte, Armando Gonz�lez Mart�n, tambi�n profesor de Antropolog�a en la UAM, resalta que a la hora de postular la existencia de nuevas especies se suelen usar �restos fragmentarios e incompletos, de un �nico individuo� y que, en general, �el registro f�sil a veces no nos permite discriminar, sin una "m�quina del tiempo", si lo que encontramos son especies muy variables, o l�neas que hubieran perdido la posibilidad de tener descendencia en com�n�, es decir, especies distintas.

Parece claro que resulta muy dif�cil saber hoy d�a c�mo fueron los parientes lejanos del ser humano, y que la b�squeda de repercusi�n medi�tica puede influir tambi�n sobre las motivaciones de los cient�ficos. Pero Carlos Varea destaca el prestigio del equipo de Yohannes Haile-Selassie y que a pesar de todo se ha ido extendiendo el consenso al considerar que varias especies convivieron en el per�odo que va de los cuatro millones, al mill�n de a�os de antig�edad, y que �m�s que unos eslabones perdidos, hay una radiaci�n de especies, como un coral que se abre en muchas ramitas divergentes�.

Algunas de esas ramas, permitieron que los primeros Homo se adaptaran al cambio clim�tico usando su cerebro y las primeras manifestaciones de la cultura, las herramientas. Fue su flexibilidad y su capacidad de acomodarse lo que les permiti� vivir en las nuevas circunstancias. Poco a poco, a medida que se reconstruye el pasado, parece que hasta el conocimiento cient�fico va evolucionando.

http://www.abc.es/ciencia/20150527/abci-antepasado-hombre-deyiremeda-201505271624.html

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