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Cascos Azules bolivianos en Haití, entre el deber y el confinamiento




29/05/2015 - 05:54:00
OPINION.- De sus poco m�s de seis meses en Hait�, el recuerdo m�s grato que guarda el suboficial boliviano Juan Carlos Ar�valo es la semana que se fue de vacaciones a Rep�blica Dominicana, el pa�s vecino.

A sus 42 a�os y a punto de culminar su segunda experiencia en una misi�n de los Cascos Azules, Ar�valo se sabe con la autoridad necesaria para valorar su paso por ese pa�s antillano, en el que Bolivia acaba de clausurar su presencia militar, tras nueve a�os en los que ha desplegado 15 misiones y m�s de 3 mil soldados para cumplir labores humanitarias.

Este sucrense de ojos inquietos y lengua afilada recuerda que ni siquiera en Congo, donde estuvo con los Cascos Azules entre 2001 y 2002, vivi� tan encerrado y susceptible a la hostilidad de su entorno como ha vivido en Hait�.

Mientras residi� en aquel pa�s africano, pod�a salir a conocer sus lugares y gentes los d�as que ten�a libres, lo que para �l fue una experiencia complementaria a sus deberes con la misi�n. En cambio, desde que en octubre pasado arrib� a Hait� nunca ha podido salir solo ni en plan personal de las bases de las Naciones Unidas para recorrer Puerto Pr�ncipe u otras regiones haitianas.

CONTROLES Las estrictas medidas de seguridad de la ONU impiden que los Cascos Azules abandonen sus instalaciones militares, siempre que no sea para cumplir tareas oficiales y bajo la respectiva custodia de otros efectivos militares.

Una de las pocas actividades rutinarias en las que se siente relativamente seguro y a gusto son los trotes que le llevan a visitar las bases militares de Brasil, Ecuador, Chile, Paraguay, Sri Lanka y de otros pa�ses con instalaciones pr�ximas a la boliviana, bautizada como Tiawanaco.

Por lo dem�s, Hait� sigue siendo para �l un territorio casi desconocido y hostil, donde los �locales� (pues as� les llaman las fuerzas de paz a los haitianos) no siempre se muestran amables y agradecidos por las tareas humanitarias de los Cascos Azules, sino que a veces reaccionan violentamente. Para ilustrar esto �ltimo recuerda que hace solo unas pocas semanas un soldado del contingente chileno muri� baleado en un incidente en la capital haitiana.

De ah� que no disimule su ansiedad de volver lo m�s antes posible a Bolivia, donde espera reencontrar a sus padres, quienes, desde hace medio a�o, solo se comunican mediante el Whatsapp que, de tanto en tanto, timbrea y vibra desde uno de los bolsillos de su sac�n camuflado.

Todo esto Ar�valo lo dice sin desmerecer el trabajo que �l y otros tantos bolivianos han realizado en un pa�s tristemente c�lebre por sus tiranos (los Duvalier, Aristide), que en la �ltima d�cada ha sido golpeado por la inestabilidad pol�tica, la inseguridad social, epidemias inclementes, la precariedad en los servicios b�sicos y un devastador terremoto (en enero de 2010), entra otras varias calamidades.

Como Ar�valo, son varios los Cascos Azules a los que su paso por Hait� les ha dejado sentimientos encontrados, pues as� como reivindican la gratificaci�n de haber cumplido con una misi�n de paz en un pa�s devastado, tambi�n expresan su necesidad de abandonar el confinamiento al que la labor en Hait� los ha condenado.

As� vistas las cosas, no deber�a sorprender que este suboficial sucrense prefiera quedarse con el feliz recuerdo de su visita a Rep�blica Dominicana antes que con su experiencia en Hait�.

Voluntarios civiles coadyuvan en labores de salud y cocina

El m�dico Guillermo Castro no disimula el orgullo de saberse el primer civil que ha ejercido como responsable de sanidad de la misi�n de Cascos Azules bolivianos en Hait�.

Este pace�o de lentes rectangulares y talante reflexivo ha estado a cargo de un equipo de dos m�dicos (incluido �l), seis enfermeras y dos odont�logas, que en la pr�ctica constituyeron el hospital de primer nivel que ha operado en la base boliviana Tiawuanaco como parte de la �ltima misi�n boliviana en la isla.

Mientras fuma un cigarrillo electr�nico de agua, Castro cuenta que se present� voluntariamente para integrar el personal m�dico de la misi�n con la esperanza de que la experiencia le permita a futuro conseguir trabajos en organismos internacionales.

Al llegar a Hait� ten�a a�n prejuicios sobre los militares, pero el trabajo y la convivencia le permitieron conocer de mejor manera a sus camaradas uniformados.

A varios de los efectivos bolivianos, as� como a los de otros pa�ses, debi� atender por afecciones comunes en el recinto militar, tales como infecciones de piel, infecciones gastrointestinales, resfr�os y enfermedades traumatol�gicas.

Tambi�n le toc� atender a pobladores haitianos en campa�as de ayuda comunitaria que la misi�n boliviana ha venido cumpliendo sistem�ticamente en Puerto Pr�ncipe.

Satisfecho por la experiencia, el m�dico ahora solo quiere retornar a La Paz para pasar unos d�as de descanso y luego ponerse a buscar un nuevo trabajo. Espera que el aval de haber trabajado para las misiones de paz de la ONU le ayude a encontrar alguna oportunidad fuera de Bolivia, de ser posible, en Espa�a, donde vive su esposa.

COCINA Natural de Santa Cruz, Mercedes Rodr�guez es una de las 20 mujeres que hacen parte de la d�cimo quinta y �ltima misi�n de paz de Bolivia en Hait�.

Y a sus 24 a�os, es tambi�n una de las contadas civiles que ha integrado la misi�n. Se present� voluntariamente para cumplir labores de cocina, con el �nimo de conocer y trabajar en otro pa�s. Valora positivamente la oportunidad, aunque lamenta el encierro en que ha debido desenvolverse, debido a las restricciones de seguridad.

En Santa Cruz le espera su esposo, al que no ve hace m�s de seis meses.

Bolivia despleg� 3 mil efectivos en 15 misiones

Bolivia clausur� su presencia militar en Hait� como parte de la Misi�n de Estabilizaci�n de la ONU en Hait� (Minustah), tras nueve a�os en los que moviliz� 3.300 personas en 15 diferentes misiones, cada una de ellas de seis meses.

La clausura formal de la misi�n boliviana tuvo lugar en Puerto Pr�ncipe (Hait�), el 26 de mayo pasado, en un acto en el que participaron el ministro de Defensa de Bolivia, Reymi Ferreira, su similar haitiano, Lerner Renauld, la representante especial del Secretario General de la Organizaci�n de las Naciones Unidas (ONU), Sandra Honore, autoridades de la fuerza militar de la Minustah y el Alto Mando Militar boliviano.

La base militar Tiawuanaco, donde se afincaron las fuerzas de paz bolivianas, fue el escenario de la ceremonia en el que los efectivos bolivianos desfilaron ante las autoridades presentes y arriaron la bandera nacional, en se�al de despedida.

ELOGIOS El ministro Ferreira elogi� la presencia boliviana y su compromiso para apoyar en tareas humanitarias en un pa�s hermano como Hait�. En esa medida, se mostr� partidario de que las tropas bolivianas vuelvan a cumplir labores similares en el futuro, ah� o donde la ONU lo defina.

A su turno, el segundo comandante de la fuerza militar Minustah, el chileno Jorge Pe�a, calific� de exitosa la presencia boliviana, tanto en sus labores de reserva de los comandos de acci�n como en las tareas de ayuda comunitaria con la poblaci�n haitiana.

Por su lado, el ministro haitiano dijo que las fuerzas bolivianas dejaron un gran ejemplo de contribuci�n al desarrollo y progreso de las poblaciones con las que trabajan.

Finalmente, Honore valor� la significativa ayuda que prest� la misi�n boliviana en la organizaci�n de elecciones en Hait� y, fundamentalmente, en las labores de b�squeda y auxilio a las v�ctimas del terremoto que sacudi� al pa�s antillano en enero de 2010, dejando m�s de 200 mil muertos.

Record� que la colaboraci�n boliviana parti� del propio vicepresidente �lvaro Garc�a Linera, que viaj� hasta Hait� para entregar ayuda humanitaria.

Se encargaron de b�squeda y rescate de v�ctimas del terremoto

[LOS TAP-TAP SON EL MEDIO DE TRANSPORTE M�S POPULAR EN HAIT�. SANTIAGO ESPINOZA]

LOS TAP-TAP SON EL MEDIO DE TRANSPORTE M�S POPULAR EN HAIT�. SANTIAGO ESPINOZA


Sandra Honore

Representante de la ONU

Desde el a�o 2006, Bolivia ha contribuido con 15 compa��as de infanter�a mecanizada, con m�s de 3 mil soldados, incluyendo 179 mujeres. Cuando llegaron a Hait�, el pa�s enfrentaba varios desaf�os, debido a la inestabilidad pol�tica y la gesti�n de seguridad.

Despu�s de 2006, Bolivia contribuy� a las elecciones presidenciales y legislativas, aprovisionando la seguridad necesaria a los centros de votaci�n y a los ciudadanos en general.

El devastador terremoto fue un evento inolvidable en la historia de Hait�, que marc� para siempre el papel de los Cascos Azules en la misi�n. Quisiera destacar que el Estado Plurinacional de Bolivia fue uno de los primeros pa�ses que respondi� para ayudar durante la tragedia que afect� la vida de muchos haitianos y de soldados de paz de las Naciones Unidas.

Como noble gesto de solidaridad, el vicepresidente �lvaro Garc�a Linera lleg� a Puerto Pr�ncipe pocos d�as despu�s de la tragedia para personalmente traer ayuda humanitaria, con un cargamento de 50 toneladas de arroz y 500 litros de necesaria sangre.

La compa��a de infanter�a mecanizada de Bolivia r�pidamente se encarg� de la b�squeda y rescate de v�ctimas en Puerto Pr�ncipe, al igual que de la eliminaci�n de escombros.

http://opinion.com.bo/opinion/articulos/2015/0529/noticias.php?id=162147

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