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La Naci�n.- El desenlace de su experiencia en esta Copa Libertadores dej� una sensaci�n frustrante para Racing, inesperada si se tiene en cuenta su entrega, su recorrido para llegar hasta estos cuartos de final y el envi�n que supon�a quedarse con el cl�sico de Avellaneda del domingo pasado. Se imaginaba una actuaci�n m�s tranquila, un paso m�s alegre de la Academia en el Cilindro, entusiasmada como su gente en seguir en este torneo que era su obsesi�n. Pero se qued� con las manos vac�as en este desquite ante Guaran�, que con el 0-0 de anoche accedi� hist�ricamente a las semifinales y ser� el rival de River (se juegan desde el 15 de julio). El arranque no hac�a presumir que Racing iba a padecer tanto despu�s y que le iba costar tanto. Cierto control de la pelota y la disposici�n para ocupar el campo rival mostraban a los locales con la iniciativa. Y hasta Bou pudo hacer dos goles con su sello de no ser por sus posiciones adelantadas. Tambi�n intent� con la media distancia de Luciano Aued y un remate de Milito que intercept� el arquero Alfredo Aguilar. Racing intent� desde la posesi�n encontrar la conducci�n que se hab�a presentado tan esquiva. Pero Guaran� no se dej� impresionar. Con una fuerte �ltima l�nea y con un arquero concentrado, se las arregl� para frenar el impulso de la Academia. Y es por eso que al conjunto de Diego Cocca le cost� amigarse con la corriente de optimismo que sosten�a su funcionamiento. En el final del primer tiempo, el arco de Racing encerr� infinidad de preguntas, de sensaciones... En la figura de Sebasti�n Saja se vivi� un fuerte sentimiento de incertidumbre. Es que cuando Grimi jug� mal para atr�s, Palau apret� al arquero y �ste se vio forzado a tomarlo con la mano delante de todo el mundo. Penal y expulsi�n. Y entonces en la figura del ingresado N�lson Ib��ez, y especialmente por su gran atajada ante Ben�tez, se vio reflejada la esperanza de enderezar el rumbo. Pese a que los jugadores de Racing se fueron al entretiempo ovacionados, especialmente Ib��ez por su atajada, la tensi�n en sus cuerpos se not� en el arranque del segundo tiempo. Es que pese a tener profundidad en el �rea visitante, los intentos de Bou y dem�s no pudieron quebrar la �ltima resistencia: las manos de Aguilar. Los jugadores de Guaran� buscaron defender su ventaja del primer partido con el mismo �nimo y atrevimiento, claro que ahora ayudados tambi�n por la superioridad num�rica por la expulsi�n de Saja en el primer tiempo. Y cuando la Academia no descubr�a los caminos hacia la valla rival, eran los paraguayos los que inquietaban. Las m�s peligrosa fue una acci�n de media distancia de Santander, que forz� a Ib��ez a una gran estirada y un tiro alto. Detr�s de la maquinaria a veces arbitraria del resultado, la imagen que entreg� la Academia fue de entrega y de merecimientos por mantener la esperanza hasta el final. Por un par de razones concretas: a�n cansado nunca perdi� la confianza, se siente compenetrado como equipo y tiene jugadores -Milito, Bou, Videla y Aued, por ejemplo- que atraviesan el coraz�n de su gente. Pero el rival tambi�n juega y es justo decirlo, tambi�n hizo merecimientos para estar donde est�. Guaran� impon�a presencia con el pase preciso y sus intentos no se limitaban al contrataque. Los dirigidos por Cocca, pese a los esfuerzos, no estuvieron en su noche para saltar a la victoria. Por eso, Racing qued� derrumbado, con el alma por el piso. El reconocimiento del p�blico hacia los jugadores Una ovaci�n estall� apenas terminado el partido. Pese a la eliminaci�n, la gente afront� el mal trago de pie. Se atrevi� a gritar fuerte, soltar las l�grimas contenidas y agitar sus banderas apoyando a sus jugadores. Un reconocimiento poco habitual en nuestro f�tbol para los futbolistas y el cuerpo t�cnico por la campa�a realizada m�s all� de la inesperada eliminaci�n ante Guaran�.
